"He levantado a mi familia haciendo empanadas"
María Barreto es la más famosa del Paseo de Las Empanadas
Para María el trabajo debe hacerse con un amor JUAN CARLO BARRETO
ESTRELLA VELANDRIA | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
lunes 6 de abril de 2015 12:00 AM
Maturín.- Al despuntar la alborada con el radiante sol de Maturín, hay una mujer que ha visto durante 50 años muchos amaneceres, porque madruga vendiendo sus sabrosas empanadas.
Se trata de la señora María Inagas de Barreto. Su edad, para muchos es un misterio, porque están acostumbrados a verla trabajar todo el tiempo en el Paseo de las Empanadas, ubicado en la avenida Libertador de Maturín.
Desde su trinchera y rodeada de masa y los distintos ingredientes como carne mechada, queso, pollo y pescado, relató que gracias a esta labor, logró forjar una familia apoyando a su esposo, quien trabaja en el área agrícola, mientras ella se ocupaba del negocio de noche y de madrugada.
Cuando los comensales llegan, muchos exclaman "Estas sí son unas buenas empanadas", porque dicen que el gusto que poseen no tiene comparación.
Cuenta la señora Barreto que el negocio surgió primero en Morichal y luego, fue cambiando hasta cuando se mudó a Maturín y llegó a la avenida Libertador.
"Comencé hace prácticamente 50 años. Primero vivía en el campo, En La Unión de Morichal Largo, en el sur de Monagas. Éramos 8 hermanos, pero se murió uno y yo soy la mayor. Cuando papá murió, quedé de 14 años y tuve que ponerme a trabajar, decidiendo venirme a Maturín. Primero lavaba y planchaba , luego inventé el ponerme a hacer empanadas. Inicialmente, las vendía a locha. Comencé en la calle San José de Maturín porque mi tío tenía una bodeguita y allí prácticamente arranqué".
Después, poco a poco, comencé a hacerlas en el Paseo de Las Empanadas donde todas las noches, la gente va a buscarlas. Aseguran sus fieles clientes que la sazón que tiene María de Barreto es inconfundible. Tanto, que en el Paseo de Las Empanadas, del cual ella es una de las fundadoras, siempre la buscan para pedírselas. Por ser una de las más experimentadas en el arte de hacer empanadas, ha sido reconocida por las autoridades municipales. Actualmente trabaja con un sobrino que le ayuda a atender a los clientes y su jornada va desde las 10:00 pm. hasta las 2:00 de la madrugada. Conoce familias enteras que van a comer a toda hora y lo bueno es que una vez las prueban, siempre regresan.
Se trata de la señora María Inagas de Barreto. Su edad, para muchos es un misterio, porque están acostumbrados a verla trabajar todo el tiempo en el Paseo de las Empanadas, ubicado en la avenida Libertador de Maturín.
Desde su trinchera y rodeada de masa y los distintos ingredientes como carne mechada, queso, pollo y pescado, relató que gracias a esta labor, logró forjar una familia apoyando a su esposo, quien trabaja en el área agrícola, mientras ella se ocupaba del negocio de noche y de madrugada.
Cuando los comensales llegan, muchos exclaman "Estas sí son unas buenas empanadas", porque dicen que el gusto que poseen no tiene comparación.
Cuenta la señora Barreto que el negocio surgió primero en Morichal y luego, fue cambiando hasta cuando se mudó a Maturín y llegó a la avenida Libertador.
"Comencé hace prácticamente 50 años. Primero vivía en el campo, En La Unión de Morichal Largo, en el sur de Monagas. Éramos 8 hermanos, pero se murió uno y yo soy la mayor. Cuando papá murió, quedé de 14 años y tuve que ponerme a trabajar, decidiendo venirme a Maturín. Primero lavaba y planchaba , luego inventé el ponerme a hacer empanadas. Inicialmente, las vendía a locha. Comencé en la calle San José de Maturín porque mi tío tenía una bodeguita y allí prácticamente arranqué".
Después, poco a poco, comencé a hacerlas en el Paseo de Las Empanadas donde todas las noches, la gente va a buscarlas. Aseguran sus fieles clientes que la sazón que tiene María de Barreto es inconfundible. Tanto, que en el Paseo de Las Empanadas, del cual ella es una de las fundadoras, siempre la buscan para pedírselas. Por ser una de las más experimentadas en el arte de hacer empanadas, ha sido reconocida por las autoridades municipales. Actualmente trabaja con un sobrino que le ayuda a atender a los clientes y su jornada va desde las 10:00 pm. hasta las 2:00 de la madrugada. Conoce familias enteras que van a comer a toda hora y lo bueno es que una vez las prueban, siempre regresan.
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