Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

lunes, 16 de febrero de 2015

El boca a boca dio buen resultado a Cochino Amor: el año pasado, cuando comenzó operaciones, la empresa vendía 10 kilos de costillas de cerdo a la semana. Actualmente son 100. Llegan empacadas al vacío y aliñadas, listas para llevarlas a la parrilla, explica Francisco Gómez, fotógrafo y apasionado por la cocina, que desde hacía tiempo tenía planes de sacar provecho a la carne del animal.

Con papelón endulzan las costillas de Cochino Amor

Cochino amor
Cochino amor
Se cocinan lentamente, a baja temperatura, empacadas al vacío y para su aderezo se recomiendan salsas barbecue hechas con frutas de temporada

El boca a boca dio buen resultado a Cochino Amor: el año pasado, cuando comenzó operaciones, la empresa vendía 10 kilos de costillas de cerdo a la semana. Actualmente son 100. Llegan empacadas al vacío y aliñadas, listas para llevarlas a la parrilla, explica Francisco Gómez, fotógrafo y apasionado por la cocina, que desde hacía tiempo tenía planes de sacar provecho a la carne del animal.
Entre las opciones en las que pensó destacó un food truck para vender sándwiches de pernil. La idea era buena si se toma en cuenta cómo gusta el pernil en Caracas pero La cantidad de inconvenientes puestos por las autoridades de las alcaldías consultadas le obligaron a cambiar de idea: decidió ofrecer a través de las redes sociales las costillas que preparaba para llevar a las parrilladas que organizaban sus amigos.
Eso sí, antes se las dio a probar a Irina Pedroso y Mercedes Oropeza, chefs de Amapola, las primeras cocineras que probaron el plato. “Inmediatamente dieron su visto bueno”, asegura Gómez, actualmente asociado con Francisco Radesca, empresario ligado al rubro de la alimentación, que sumó al negocio la maquinaria necesaria para el empacado al vacío de los costillares que llegan de una finca localizada en San Antonio de los Altos, donde los cerdos se crían en libertad.
Cada costillar pesa alrededor de 1.600 gramos. Se cocinan lentamente en agua, ya aliñados y empacados al vacío, a muy baja temperatura. Cuando están listos se le somete a un choque térmico para su pasteurizado, proceso que permite preservarlo por más tiempo en nevera. Una pieza alcanza para satisfacer entre cuatro y seis comensales.
“Además de la textura, el aliño es lo que más gusta de las costillas de Cochino Amor”, dice su responsable, que solo revela un ingrediente de la receta, el papelón, y que también elabora las salsas barbecue con las que se acompañan. “Se ofrecen en envases plásticos, son dos sabores, normal y picante, y se elaboran con frutas de temporada; en este momento estoy utilizando naranja y guayaba”. ¿Más? Sí. Cochino Amor sumó a su oferta alitas de pollo, que también llegan a la parrillas aliñadas y envasadas al vacío, en paquetes de un kilo de peso.
Pedidos por FB, Tw e IG: @cochino_amor

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