CARPE VINUM
"Debería estar a medio camino entre un blanco fresco y frutal y un tinto muy ligero"
VLADIMIR VILORIA | EL UNIVERSAL
sábado 6 de diciembre de 2014 12:00 AM
Elogio de un Rosé D'Anjou
Barton & Guestier vuelve por sus fueros y esta vez lo hace con un rico, fresco y fácil rosado: su Rosé D'Anjou A. C.
Injustamente maltratado y despreciado, el vino rosado fue muy popular en nuestro país, tal vez porque hace años comíamos y bebíamos con más desparpajo y menos pose, saludablemente al margen de ese tufillo fashion y esnob que transpira hoy la gastronomía local.
El popularísimo Brillante elaborado por Bodegas Bilbaínas en La Rioja, el Mateus Rosé o el Lancer's, ambos portugueses, y por supuesto, el champagne rosé, tuvieron en los años 60, 70 y 80, un excelente mercado en Venezuela.
Que el vino rosado es el resultado de los sobrantes de blancos y tintos de las bodegas, que se hace con la peor uva de las fincas, que se le añade azúcar para darle ese dulzor que caracteriza a algunos. ¡Falso de toda falsedad! Claro que existen vinos rosados mediocres... ¿acaso no los hay también blancos y tintos?
Más bien difícil de lograr, un buen rosado es aquel que consigue un correcto balance entre acidez, fruta, alcohol -rara vez mayor a los 13 grados- y azúcar residual.
Sin pretensiones y sencillo, debería estar siempre a medio camino entre un blanco fresco y frutal y un tinto muy ligero, claro está, dependiendo de la calidad de la uva con que se le trabaje.
Con algo de más fuerza en boca que un blanco joven, la idea es que conserve la acidez de éste pero con algo de más cuerpo, dados los taninos extraídos durante las breves horas de maceración, momento crucial en que se obtiene color y aromas de la piel de la uva.
Importado por Casa Oliveira, Barton & Guestier coordina un equipo de bodegueros (treinta socios en total) enclavados en Languedoc, Gascuña y Córcega, para crear también los varietales B & G Réserve Vin de Pays D'Oc, estableciendo para trabajarlos necesarias pautas tales como la selección de terruños con muy buena exposición solar y limitados rendimientos por hectárea.
Elaborado a partir de Cabernet Franc 30% y Grolleau 70%, de intensidad media y pleno de fruta, este Rosé D'Anjou abraza el frescor y correctos registros de cereza, fresa o moras.
Versátil y amigable, sus atributos convocan a disfrutarlo frío a no más de ocho grados (tampoco muy helado) y sabrá lucirse como aperitivo o para acompañar quesos frescos de vaca o cabra, ceviches, ensaladas, arroces y platos igualmente aromáticos y ligeros, y también, descubrimiento reciente, sabe entregarse cómodamente y sin sobresaltos a la rica y suculenta hallaca caraqueña.
¡Salud!
vladimirviloria@gmail.com
Barton & Guestier vuelve por sus fueros y esta vez lo hace con un rico, fresco y fácil rosado: su Rosé D'Anjou A. C.
Injustamente maltratado y despreciado, el vino rosado fue muy popular en nuestro país, tal vez porque hace años comíamos y bebíamos con más desparpajo y menos pose, saludablemente al margen de ese tufillo fashion y esnob que transpira hoy la gastronomía local.
El popularísimo Brillante elaborado por Bodegas Bilbaínas en La Rioja, el Mateus Rosé o el Lancer's, ambos portugueses, y por supuesto, el champagne rosé, tuvieron en los años 60, 70 y 80, un excelente mercado en Venezuela.
Que el vino rosado es el resultado de los sobrantes de blancos y tintos de las bodegas, que se hace con la peor uva de las fincas, que se le añade azúcar para darle ese dulzor que caracteriza a algunos. ¡Falso de toda falsedad! Claro que existen vinos rosados mediocres... ¿acaso no los hay también blancos y tintos?
Más bien difícil de lograr, un buen rosado es aquel que consigue un correcto balance entre acidez, fruta, alcohol -rara vez mayor a los 13 grados- y azúcar residual.
Sin pretensiones y sencillo, debería estar siempre a medio camino entre un blanco fresco y frutal y un tinto muy ligero, claro está, dependiendo de la calidad de la uva con que se le trabaje.
Con algo de más fuerza en boca que un blanco joven, la idea es que conserve la acidez de éste pero con algo de más cuerpo, dados los taninos extraídos durante las breves horas de maceración, momento crucial en que se obtiene color y aromas de la piel de la uva.
Importado por Casa Oliveira, Barton & Guestier coordina un equipo de bodegueros (treinta socios en total) enclavados en Languedoc, Gascuña y Córcega, para crear también los varietales B & G Réserve Vin de Pays D'Oc, estableciendo para trabajarlos necesarias pautas tales como la selección de terruños con muy buena exposición solar y limitados rendimientos por hectárea.
Elaborado a partir de Cabernet Franc 30% y Grolleau 70%, de intensidad media y pleno de fruta, este Rosé D'Anjou abraza el frescor y correctos registros de cereza, fresa o moras.
Versátil y amigable, sus atributos convocan a disfrutarlo frío a no más de ocho grados (tampoco muy helado) y sabrá lucirse como aperitivo o para acompañar quesos frescos de vaca o cabra, ceviches, ensaladas, arroces y platos igualmente aromáticos y ligeros, y también, descubrimiento reciente, sabe entregarse cómodamente y sin sobresaltos a la rica y suculenta hallaca caraqueña.
¡Salud!
vladimirviloria@gmail.com
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