Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

viernes, 12 de diciembre de 2014

Los complementos alimenticios juegan rol esencial como aliados de la madre, mientras le enseña hábitos saludables que favorezcan y ayuden a la sana nutrición de su hijo.

Niños de mal comer deben complementar su dieta

Los menores que no se alimenten bien presentan problemas en su desarrollo

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Si el niño no come bien puede comprometer su salud e incluso su desarrollo ARCHIVO
EL UNIVERSAL
jueves 11 de diciembre de 2014  12:00 AM
Cuando llegan a cierta edad, muchos niños pasan por fases en las que rechazan ciertos alimentos o incluso cualquier tipo de comida. Este fenómeno es conocido como "niños de mal comer". Estudios médicos aseguran que la prevalencia de esta definición varía entre 20 y 50% de los niños que tienen este tipo de problemas y generalmente se manifiesta a partir de los 2 años de edad.

Según explica Rafael Quevedo, director médico de Laboratorios Aspen, si el niño no come bien puede comprometer su salud bien sea por medio de repercusiones importantes en su crecimiento y desarrollo, como en la aparición de enfermedades como la anemia. 

Un "niño de mal comer" se reconoce fácilmente por las siguientes características: come pequeñas cantidades, come muy lento, no demuestra interés por la comida, falta de disposición a probar alimentos nuevos, poca ingesta de frutas, vegetales y sólo come alimentos preferidos. 

"Hay un caso extremo como aquel niño que sólo come pasta con mantequilla y no come otra cosa que no sea eso y es imposible que ingiera un vegetal, una verdura o una fruta. También existe el tipo de niño que come dos o tres bocados y después se pone a jugar, hace lo que le da la gana, no come, puede estar 3 o 4 horas con el plato al frente y no pasa nada; este es un típico niño de mal comer", precisa Quevedo.

Cuando el niño está pasando por esta etapa podría no estar creciendo bien y los padres deben incorporar a su dieta productos complementarios que le aporten proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales. 

Los complementos alimenticios juegan rol esencial como aliados de la madre, mientras le enseña hábitos saludables que favorezcan y ayuden a la sana nutrición de su hijo, dice. 

Cuando los padres le ofrecen a su hijo un alimento nuevo usualmente el niño no lo acepta ni la primera vez, ni a la segunda, ni a la tercera. Al respecto, "hay estudios que han demostrado que se le debe presentar hasta 15 veces un alimento nuevo al niño para que este lo acepte. Es importante que sea uno sólo y no 10 a la vez", asegura Quevedo.

El director médico de Laboratorios Aspen, sostiene que las verduras y los vegetales son los más difíciles de introducir, es por eso que los padres deben tener criterio para poder presentarlo de forma atractiva y adecuada. 

Una vez que un alimento es aceptado, hay que reforzar esa conducta positivamente, tratando de parecer natural. Luego, poco a poco hay que ampliar la variedad de alimentos buscando colores y sabores parecidos. 

Los niños de mal comer necesitan proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales. 

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