Cerró la famosa heladería Coromoto en Mérida por escasez de leche
Conocida como la "heladería de los mil sabores", la Heladería Coromoto - donde en realidad hay 857 sabores para elegir - está cerrada por falta de materia prima para hacer los deliciosos sorbetes que propios y visitantes degustan. La Heladería Coromoto está incluida en el libro de los Records Guinness y ha cerrado sus puertas en plena temporada alta.
La Heladería es un atractivo turístico de Mérida por todos los sabores que ofrece (Nora Sánchez)
EL UNIVERSAL
sábado 27 de diciembre de 2014 01:16 PM
Mérida.- Desde la semana pasada la famosa Heladería Coromoto, donde se venden 857 sabores de helados de frutas, vegetales, carnes, pescados y licores, está cerrada por falta de materia prima para hacer los deliciosos sorbetes que propios y visitantes degustan.
Por fama, curiosidad o por gusto, quien visita Mérida no deja de pasar por la Heladería Coromoto, ubicada en el sector El Llano de la ciudad, la cual mantiene sus puertas cerradas y un cartel que dice: "CERRADO: Estimados turistas y clientes en general, sentimos no poder atenderle por la escasez de leche. Gracias".
La medida ha causado malestar e indignación en los merideños y visitantes, quienes al acercarse a la casona tradicional han manifestado su malestar.
Tal es el caso de Josefina Agüero, procedente de la ciudad de Coro, quien está en Mérida pasando las festividades decembrinas y al llegar al lugar entusiasmada para probar los helados dijo: "es una pena que esta heladería tan famosa, con tanta tradición, cierre sus puertas porque en el país no se la materia prima a los empresarios y emprendedores merideños, me he quedado con las ganas de comer un helado de garbanzo, de aguacate, de muchos de los sabores que sólo aquí en Mérida se venden".
A través de las redes sociales los merideños dieron a conocer la noticia del cierre de la heladería, la cual fue fundada en los años 80 por un portugués, Manuel Da Silva Oliveira.
La Heladería Coromoto está incluida en el libro de los Records Guinness y ha cerrado sus puertas en plena temporada alta.
Debido a la escasez de leche, en la ciudad de Ejido, municipio Campo Elías del estado Mérida también se suspendió la tradicional Noche de los Atoles, actividad realizada por la comunidad durante la celebración de las mismas de aguinaldos.
El alcalde del municipio Campo Elías, Omar Lares, lamentó que por segundo año consecutivo los ejidendeses hayan dejado de disfrutar del cálido y familiar ambiente de la Noche de los Atoles, por la falta de materia prima para elaborar los alimentos elaborados por numerosas familias que se dedican a compartir comida en los días navideños.
Con información de Nora Sánchez
La Heladería es un atractivo turístico de Mérida por todos los sabores que ofrece (Nora Sánchez)
EL UNIVERSAL
sábado 27 de diciembre de 2014 01:16 PM
Mérida.- Desde la semana pasada la famosa Heladería Coromoto, donde se venden 857 sabores de helados de frutas, vegetales, carnes, pescados y licores, está cerrada por falta de materia prima para hacer los deliciosos sorbetes que propios y visitantes degustan.
Por fama, curiosidad o por gusto, quien visita Mérida no deja de pasar por la Heladería Coromoto, ubicada en el sector El Llano de la ciudad, la cual mantiene sus puertas cerradas y un cartel que dice: "CERRADO: Estimados turistas y clientes en general, sentimos no poder atenderle por la escasez de leche. Gracias".
La medida ha causado malestar e indignación en los merideños y visitantes, quienes al acercarse a la casona tradicional han manifestado su malestar.
Tal es el caso de Josefina Agüero, procedente de la ciudad de Coro, quien está en Mérida pasando las festividades decembrinas y al llegar al lugar entusiasmada para probar los helados dijo: "es una pena que esta heladería tan famosa, con tanta tradición, cierre sus puertas porque en el país no se la materia prima a los empresarios y emprendedores merideños, me he quedado con las ganas de comer un helado de garbanzo, de aguacate, de muchos de los sabores que sólo aquí en Mérida se venden".
A través de las redes sociales los merideños dieron a conocer la noticia del cierre de la heladería, la cual fue fundada en los años 80 por un portugués, Manuel Da Silva Oliveira.
La Heladería Coromoto está incluida en el libro de los Records Guinness y ha cerrado sus puertas en plena temporada alta.
Debido a la escasez de leche, en la ciudad de Ejido, municipio Campo Elías del estado Mérida también se suspendió la tradicional Noche de los Atoles, actividad realizada por la comunidad durante la celebración de las mismas de aguinaldos.
El alcalde del municipio Campo Elías, Omar Lares, lamentó que por segundo año consecutivo los ejidendeses hayan dejado de disfrutar del cálido y familiar ambiente de la Noche de los Atoles, por la falta de materia prima para elaborar los alimentos elaborados por numerosas familias que se dedican a compartir comida en los días navideños.
Con información de Nora Sánchez
Por fama, curiosidad o por gusto, quien visita Mérida no deja de pasar por la Heladería Coromoto, ubicada en el sector El Llano de la ciudad, la cual mantiene sus puertas cerradas y un cartel que dice: "CERRADO: Estimados turistas y clientes en general, sentimos no poder atenderle por la escasez de leche. Gracias".
La medida ha causado malestar e indignación en los merideños y visitantes, quienes al acercarse a la casona tradicional han manifestado su malestar.
Tal es el caso de Josefina Agüero, procedente de la ciudad de Coro, quien está en Mérida pasando las festividades decembrinas y al llegar al lugar entusiasmada para probar los helados dijo: "es una pena que esta heladería tan famosa, con tanta tradición, cierre sus puertas porque en el país no se la materia prima a los empresarios y emprendedores merideños, me he quedado con las ganas de comer un helado de garbanzo, de aguacate, de muchos de los sabores que sólo aquí en Mérida se venden".
A través de las redes sociales los merideños dieron a conocer la noticia del cierre de la heladería, la cual fue fundada en los años 80 por un portugués, Manuel Da Silva Oliveira.
La Heladería Coromoto está incluida en el libro de los Records Guinness y ha cerrado sus puertas en plena temporada alta.
Debido a la escasez de leche, en la ciudad de Ejido, municipio Campo Elías del estado Mérida también se suspendió la tradicional Noche de los Atoles, actividad realizada por la comunidad durante la celebración de las mismas de aguinaldos.
El alcalde del municipio Campo Elías, Omar Lares, lamentó que por segundo año consecutivo los ejidendeses hayan dejado de disfrutar del cálido y familiar ambiente de la Noche de los Atoles, por la falta de materia prima para elaborar los alimentos elaborados por numerosas familias que se dedican a compartir comida en los días navideños.
Con información de Nora Sánchez
Helados que son obsesión
Dulce obsesión ofrece sabores no tradicionales como de quesillo y tomate
Los conos de las barquillas se preparan en el local OSWER DÍAZ
GABRIEL BARRETO | EL UNIVERSAL
sábado 17 de enero de 2015 12:00 AM
De niño no quería ser bombero. Tampoco policía. Su sueño era convertirse en heladero. Así que luego de realizar su carrera como técnico superior universitario en Administración de Empresas en la Universidad Simón Bolívar, Bernardo Castellano tomó su maleta rumbo a Italia para capacitarse en el oficio que anhelaba.
En Napoli hizo un curso para aprender a elaborar helados y, a su regreso a Caracas, abrió Dulce obsesión, una heladería artesanal que ya cuenta con dos tiendas en la ciudad de Caracas.
La primera, que ya tiene un año, está ubicada en la zona popular de Caricuao. Y la segunda está en pleno centro de la ciudad capital, en la avenida Urdaneta, para ser más exactos, frente al Puente Fuerzas Armadas, y tiene apenas seis meses.
Pero no son helados comunes y corrientes. Los de Dulce Obsesión están hechos artesanalmente. Esto es, según Castellano, son elaborados sin "grasa vegetal", "sin saborizantes ni conservantes" y "con ingredientes ciento por ciento naturales".
Hasta los conos de las barquillas son preparados en Dulce obsesión, lo que le permite al cliente disfrutar de un producto sumamente crujiente y fresco.
Los sabores varían. Algunos están hechos a base de frutas naturales, como el de piña, guanábana, limón, parchita, y tomate de árbol. Mientras que otros está hechos con crema, como el de chocolate, mantecado con galleta Óreo o Cocosete, chiclet, Bati bati -son los únicos que llevan saborizantes artificiales-, y hasta de quesillo casero.
Los helados vienen en tres presentaciones, básicamente: las barquillas y tinitas, que suelen ser sumamente generosas en las porciones y tienen un costo de 120 bolívares (un solo sabor); las mini barquillas con capa de chocolate o con lluvia de caramelos; y las paletas, que tienen un costo de 65 bolívares.
Pero Bernardo Castellano, que quedó encantado con Napoli, incluyó en el menú uno de los postres más famosos del sur de Italia: el cannoli, que es en una masa crujiente en forma de tubo, relleno de helado de mantecado, pero que se puede encargar con cualquiera de los sabores.
Aunque la heladería abre al público a partir de las 11:00 de la mañana, y cierra a las 7:00 de la noche, los trabajadores comienzan su jornada muy temprano, pues se encargan de procesar las frutas que luego el público tendrá la oportunidad de probar.
"El éxito está en garantizar una supervisión diaria de todos los procesos, porque esto, más que un oficio, es un arte (...). Lo que se busca es que los clientes regresen con ganas de seguir probando helados", dice orgullo Castellano, que ya puede decir que cumplió su sueño
En Napoli hizo un curso para aprender a elaborar helados y, a su regreso a Caracas, abrió Dulce obsesión, una heladería artesanal que ya cuenta con dos tiendas en la ciudad de Caracas.
La primera, que ya tiene un año, está ubicada en la zona popular de Caricuao. Y la segunda está en pleno centro de la ciudad capital, en la avenida Urdaneta, para ser más exactos, frente al Puente Fuerzas Armadas, y tiene apenas seis meses.
Pero no son helados comunes y corrientes. Los de Dulce Obsesión están hechos artesanalmente. Esto es, según Castellano, son elaborados sin "grasa vegetal", "sin saborizantes ni conservantes" y "con ingredientes ciento por ciento naturales".
Hasta los conos de las barquillas son preparados en Dulce obsesión, lo que le permite al cliente disfrutar de un producto sumamente crujiente y fresco.
Los sabores varían. Algunos están hechos a base de frutas naturales, como el de piña, guanábana, limón, parchita, y tomate de árbol. Mientras que otros está hechos con crema, como el de chocolate, mantecado con galleta Óreo o Cocosete, chiclet, Bati bati -son los únicos que llevan saborizantes artificiales-, y hasta de quesillo casero.
Los helados vienen en tres presentaciones, básicamente: las barquillas y tinitas, que suelen ser sumamente generosas en las porciones y tienen un costo de 120 bolívares (un solo sabor); las mini barquillas con capa de chocolate o con lluvia de caramelos; y las paletas, que tienen un costo de 65 bolívares.
Pero Bernardo Castellano, que quedó encantado con Napoli, incluyó en el menú uno de los postres más famosos del sur de Italia: el cannoli, que es en una masa crujiente en forma de tubo, relleno de helado de mantecado, pero que se puede encargar con cualquiera de los sabores.
Aunque la heladería abre al público a partir de las 11:00 de la mañana, y cierra a las 7:00 de la noche, los trabajadores comienzan su jornada muy temprano, pues se encargan de procesar las frutas que luego el público tendrá la oportunidad de probar.
"El éxito está en garantizar una supervisión diaria de todos los procesos, porque esto, más que un oficio, es un arte (...). Lo que se busca es que los clientes regresen con ganas de seguir probando helados", dice orgullo Castellano, que ya puede decir que cumplió su sueño
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