Chávez
solicitó incluir carrera de gastronomía en educación universitaria bolivariana
20 / Nov / 2010
Foto: AVN/
Zurimar Campos
El presidente Hugo Chávez solicitó al ministerio del Poder
Popular para la Educación Universitaria (MPPEU), incluir a carrera de
gastronomía dentro de las ofertas que ofrece
el gobierno
bolivariano en este nivel educativo.
Chávez instó al titular de MPPEU, Edgardo Ramírez, hacer un estudio para
incluir esta carrera en la Universidad Bolivariana de Venezuela, la Misión Sucre y en
otras actividades educativas, a fin de formar profesionales que trabajen el
tema de la cultura alimentaria para el rescate de la tradición culinaria.
El Primer Mandatario sugirió que el Instituto Nacional de Nutrición (INN), organismo que ahora
forma parte del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación,
en conjunto con el MPPEU conformen una red nacional de promotores de la buena
alimentación con el propósito de que orienten a todas las personas, sobre todo
en los sectores populares.
Destacó que los productos hechos en Venezuela serán exportados debido a la
alta demanda en otros paises. Refirió el caso de Siria, país donde
solicitan la harina de maíz venezolana. Igualmente, señaló que próximamente se
exportará plátano a Rusia.
“Esto para que cada día tengamos más conciencia y, por tanto, una alimentación
buena y bonita. Esto es parte del socialismo, que no es el demonio, como decían
en el Congreso de los Estados Unidos”, expresó.
Vía AVN
Recomienda
no consumir alimentos “chatarra”
Cortesía
de Globovisión (20/11/2010)
El
presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, recomendó
este sábado a la población de su país no consumir alimentos “chatarra” y
criticó al pueblo de los Estados Unidos por
ser uno de los países con mayor obesidad del mundo.
“La
comida chatarra es una de las causas de la obesidad. ¿Ustedes saben cuál es uno
de los pueblos con más obesidad en el mundo? El norteamericano, es tan
grave que en Estados Unidos tuvieron que modificar los asientos de los
autobuses,!Guerra contra la obesidad!” concluyó el
primer mandatario nacional.
Foto:
Zurimar Campos / AVN
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El fuerte olor en los quesos madurados es señal de buena salud
José María Padial dirigió una cata con cinco tipos de sus quesos de Turgua
Los llamados "quesos de Turgua" son una exquisitez CORTESÍA @VROLFINI
EL UNIVERSAL
sábado 23 de febrero de 2013 12:00 AM
"Mis quesos van de la tierra o el conuco, a la mesa", dice el productor de quesos de cabra, José María Padial, quien junto con su esposa Eva Guerón es responsable de un producto que, según Jean Paul Coupal, propietario del restaurante DOC, es "comparable con los mejores de cualquier país".
Fue hace más de una década que, en vista de que su nieto tenía problemas con la leche de vaca, Eva y José María compraron una cabra. Más pronto que tarde el excedente se convirtió en queso.
Los primeros, recuerdan ambos, eran "incomibles". Y ello a pesar de haber adquirido un libro en el que se reseñaba el proceso de realización de los mejores quesos del mundo. "Pero como sucede con las recetas de las abuelas, terminaban siendo un desastre", dijo José María, en una degustación a casa llena en el restaurant DOC.
Reveló, con orgullo, que el proceso de hacer buenos quesos empieza con la leche. O mejor aún: con el cuidado del rebaño, que en su caso se trata de unos 150 animales, la mayoría descendientes de los especímenes que Carlos Pérez importara en los setenta.
"Es como cuidar a la familia", confiesa Padial, quien está consciente de que los quesos de Turgua se han convertido en una verdadera exquisitez local. Tanto que se venden en restaurantes refinados, bodegones y ferias de artesanos. En el restaurante DOC, por ejemplo, se realizó una cata con diversas variedades: tronco con cenizas y "tepuy" (versión de las pirámides francesas) de leche de cabra; el "estrella", de leche de vaca y adornado con anís estrellado y el "lingote" con los dos tipos de lácteos. La sorpresa fue un tepuy añejado con tres meses en finca.
El olor fuerte de los quesos, dice Padial, es señal de buena salud, porque son madurados gracias a la ayuda de un organismo vivo con bacterias. "Así que cuando alguien me dice que hiede, le digo que lo pruebe antes de botarlo, que están exquisitos, como gusta a los franceses". Vanessa Rolfini
Fue hace más de una década que, en vista de que su nieto tenía problemas con la leche de vaca, Eva y José María compraron una cabra. Más pronto que tarde el excedente se convirtió en queso.
Los primeros, recuerdan ambos, eran "incomibles". Y ello a pesar de haber adquirido un libro en el que se reseñaba el proceso de realización de los mejores quesos del mundo. "Pero como sucede con las recetas de las abuelas, terminaban siendo un desastre", dijo José María, en una degustación a casa llena en el restaurant DOC.
Reveló, con orgullo, que el proceso de hacer buenos quesos empieza con la leche. O mejor aún: con el cuidado del rebaño, que en su caso se trata de unos 150 animales, la mayoría descendientes de los especímenes que Carlos Pérez importara en los setenta.
"Es como cuidar a la familia", confiesa Padial, quien está consciente de que los quesos de Turgua se han convertido en una verdadera exquisitez local. Tanto que se venden en restaurantes refinados, bodegones y ferias de artesanos. En el restaurante DOC, por ejemplo, se realizó una cata con diversas variedades: tronco con cenizas y "tepuy" (versión de las pirámides francesas) de leche de cabra; el "estrella", de leche de vaca y adornado con anís estrellado y el "lingote" con los dos tipos de lácteos. La sorpresa fue un tepuy añejado con tres meses en finca.
El olor fuerte de los quesos, dice Padial, es señal de buena salud, porque son madurados gracias a la ayuda de un organismo vivo con bacterias. "Así que cuando alguien me dice que hiede, le digo que lo pruebe antes de botarlo, que están exquisitos, como gusta a los franceses". Vanessa Rolfini
En el Estado Yaracuy se hacen quesos como en Francia
Producen los únicos Roi du Roi, Brie y Camembert hechos con leche de búfala
Los quesos son tipo Roi du Roi, Brie y Camembert, entre otros
VANESSA ROLFINI | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 2 de marzo de 2013 12:00 AM
Sociètè Du Château elabora quesos franceses tipo Camembert, Brie, Roi Du Roi, Sainte Maure y Reblochón en Cumaripa, Estado Yaracuy. Exquisiteces lácteas asociadas tradicionalmente a la importación, se pueden disfrutar en los anaqueles nacionales, gracias a los esposos Thelvis y Luis Rodríguez.
En el caso de los quesos venezolanos, son elaborados con leche de búfala. Toda una innovación porque los galos están hechos con leche de vaca. "Somos los únicos en el mundo que utilizamos este tipo de materia prima. Esta decisión obedece a que se adapta mejor a nuestras condiciones", puntualizó Luis Rodríguez durante una cata realizada en el restaurante D.O.C. de Los Palos Grandes, como parte de la serie de degustaciones guiadas por los propios queseros.
La leche de búfala posee bondades poco conocidas: 83% menos de colesterol que la de vaca y 27% menos que la de cabra. Carece de mal olor, arroja mejor color, es más nutritiva, pero sorprendentemente más grasosa. "Simplemente, da la textura perfecta", explicó Thelvis, quien estudió en Francia ingeniería de industrias lácteas.
Ante la confusión entre los quesos Camembert y Brie, explican que el primero es más grasoso, derrite y posee un aroma más fuerte. En cambio, "el Brie mantiene su estructura, no chorrea. Se utilizan fermentos distintos", enfatizó Luis Rodríguez, ingeniero agrónomo egresado en tierras galas.
Afinar y esperar
Los quesos se empacan en cajitas de madera hechas a mano y envueltos en papel perforado, que deja respirar a los microorganismos. La leche se pasteuriza lentamente, como se hacía en Francia, permitiendo la presencia de nutrientes y la evolución de sus características organolépticas. De lo contrarío, sería un producto inerte.
Actualmente, Sociètè Du Château ofrece once etiquetas: Sainte Maure, envuelto en bolsita plástica al vacío, sabores natural, ceniza, finas hierbas, ajonjolí, pimienta, orégano y albahaca; Roi du Roi; Camembert; Brie y, próximamente, Reblochón, que en principio solo podrá adquirirse en la tienda de quesos de D.O.C.
Thelvis aconseja no consumirlos apenas se compran. "Si se quiere el queso en estado óptimo, debe afinarse lentamente, colocándolo a 12 a 18 grados centígrados y darle vuelta de vez en cuando, por una o dos semanas. El punto del Camembert es cuando aparecen sobre su piel pequitas naranjas o amarillas".
Sin embargo, se trata de quesos con tiempo de vida de cinco meses, por lo que sugieren ver la fecha de fabricación. Al consumirlos, sacarlos con antelación de la nevera, porque el frio no le hace justicia a su textura y sabor. "Mis quesos son biorgánicos. Se utiliza leche de primera calidad procedente del mismo productor, sin químicos. Varía a diario y exige ajustes constantes. No es una receta de cocina. Tampoco producto del ensayo y error. Se trata de conocer este arte", apuntó.
En el caso de los quesos venezolanos, son elaborados con leche de búfala. Toda una innovación porque los galos están hechos con leche de vaca. "Somos los únicos en el mundo que utilizamos este tipo de materia prima. Esta decisión obedece a que se adapta mejor a nuestras condiciones", puntualizó Luis Rodríguez durante una cata realizada en el restaurante D.O.C. de Los Palos Grandes, como parte de la serie de degustaciones guiadas por los propios queseros.
La leche de búfala posee bondades poco conocidas: 83% menos de colesterol que la de vaca y 27% menos que la de cabra. Carece de mal olor, arroja mejor color, es más nutritiva, pero sorprendentemente más grasosa. "Simplemente, da la textura perfecta", explicó Thelvis, quien estudió en Francia ingeniería de industrias lácteas.
Ante la confusión entre los quesos Camembert y Brie, explican que el primero es más grasoso, derrite y posee un aroma más fuerte. En cambio, "el Brie mantiene su estructura, no chorrea. Se utilizan fermentos distintos", enfatizó Luis Rodríguez, ingeniero agrónomo egresado en tierras galas.
Afinar y esperar
Los quesos se empacan en cajitas de madera hechas a mano y envueltos en papel perforado, que deja respirar a los microorganismos. La leche se pasteuriza lentamente, como se hacía en Francia, permitiendo la presencia de nutrientes y la evolución de sus características organolépticas. De lo contrarío, sería un producto inerte.
Actualmente, Sociètè Du Château ofrece once etiquetas: Sainte Maure, envuelto en bolsita plástica al vacío, sabores natural, ceniza, finas hierbas, ajonjolí, pimienta, orégano y albahaca; Roi du Roi; Camembert; Brie y, próximamente, Reblochón, que en principio solo podrá adquirirse en la tienda de quesos de D.O.C.
Thelvis aconseja no consumirlos apenas se compran. "Si se quiere el queso en estado óptimo, debe afinarse lentamente, colocándolo a 12 a 18 grados centígrados y darle vuelta de vez en cuando, por una o dos semanas. El punto del Camembert es cuando aparecen sobre su piel pequitas naranjas o amarillas".
Sin embargo, se trata de quesos con tiempo de vida de cinco meses, por lo que sugieren ver la fecha de fabricación. Al consumirlos, sacarlos con antelación de la nevera, porque el frio no le hace justicia a su textura y sabor. "Mis quesos son biorgánicos. Se utiliza leche de primera calidad procedente del mismo productor, sin químicos. Varía a diario y exige ajustes constantes. No es una receta de cocina. Tampoco producto del ensayo y error. Se trata de conocer este arte", apuntó.
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