Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

sábado, 30 de noviembre de 2013

En un mundo que no quiere o no sabe esperar unos pocos años a que un vino envejezca solo (primero en roble y después en botella) la máquina lo hace de inmediato. Esa y otras trampas hacen en cuestión de semanas lo que en una barrica cuesta años conseguir. Pero el conocedor no se rinde. Seguirá buscando las diferencias que graban el gusto en la memoria.

En vinos, ya no quedan sastres

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Ahora que el consumidor anda buscando botellas, al descorchar lo habrá advertido: en el vino ya no quedan sastres. Solo nos ofrecen fábricas de confección.
No es nuevo. El fenómeno ya se dio en otros hábitos urbanos. De las costureras se pasó alprêt-à-porter (listo para llevar). En los bocados, la prisa sustituyó a mamás y abuelas de millones de estudiantes por neveras. El sabor familiar, lo cambiaron por bolsitas de colores de papel aluminio.
La comida chatarra de las multinacionales ha uniformado el gusto. Millones de personas en centenares de países comen lo mismo, “sabroso”.

I
La globalización del consumo facilitó los intercambios profesionales, los avances técnicos.  Y las trampas. Así hemos llegado hoy a vinos de presencia impecable. Todos parecidos.
Uno siente –cada vez con más frecuencia– que no hay diferencias. La bodega está siendo sustituida por fábricas. Y cuando intenta no ser industrial porque en su origen no lo era, advierte que –si quiere sobrevivir– debe producir “agricultura a la moda”.
Hoy, hasta las carencias y los excesos –a lo sumo– se producen en la vendimia y en la crianza en madera. Pero no en la elaboración. ¿Dónde está entonces la mano del productor, la diferencia que distingue las bodegas? Allí ya no hay sastres ni costureras.
La búsqueda del defecto raya con la caza de brujas. Es fruto de la “enología hospitalaria”: el colmo de la asepsia y “perfección” promovidas por laboratorios americanos y australianos. El genio y el ingenio del productor, del lugareño, se ha borrado. Por eso hay tanto vino parecido. Que se llama igual aunque no tenga nada que ver la copia con el original.
En la actualidad hay máquinas que cambian la naturaleza del vino para los no-conocedores. Para aquellos a los que les gusta un batido de fruta en lugar de vino, la clave está en la microxigenación. El tanque que la produce elimina todos los taninos procedentes de las pepitas, raspones y hollejos de la uva. El vino, como guste en América y en China, no sale de una barrica sino de una tubería.

II
En un mundo que no quiere o no sabe esperar unos pocos años a que un vino envejezca solo (primero en roble y después en botella) la máquina lo hace de inmediato. Esa y otras trampas hacen en cuestión de semanas lo que en una barrica cuesta años conseguir.
Pero el conocedor no se rinde. Seguirá buscando las diferencias que graban el gusto en la memoria.

Sasha Correa junto con Ivanova Decán, reunieron a varios cocineros venezolanos, los pusieron a experimentar las recetas elegidas por ellos del Libro Rojo de Don Armando Scannone en su 25 cumpleaños, y documentaron todo con imágenes y apuntes que se transformaron en un libro que contó con la venia del mismísimo Scannone: "Nuestra cocina a la manera de Caracas".

La nueva cocina de Caracas

Grandes cocineros aceptaron el reto de renovar tradición. Todo está en un libro

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GIULIANA CHIAPPE |  EL UNIVERSAL
sábado 30 de noviembre de 2013  
El primer encuentro de Pascal Chérancé con el libro rojo de Armando Scannone fue a escondidas. Harto de las bromas de sus amigos, que lo tildaban de gran pastelero que no sabía preparar bienmesabe, decidió practicar a solas apoyándose en un libro que, pensó, jamás iba a consultar. Ahora tiene 30 versiones de ese postre.

Como Chérancé, cada cocinero de este patio tiene una historia propia con el libro rojo de Scannone. Mi cocina a la manera de Caracas ha sido consulta permanente tanto en fogones caseros como en hornillas con la mayor tecnología.

Desde enero, además de historias, varios cocineros venezolanos también tienen una experiencia -hecha receta- que contar con el famoso libro. La idea fue de Sasha Correa quien, junto con Ivanova Decán, los reunió, los puso a experimentar y documentó todo con imágenes y apuntes que se transformaron en un libro que contó con la venia del mismísimo Scannone: Nuestra cocina a la manera de Caracas.

Además de Sasha Correa e Ivanova Decán, ambas periodistas de la Academia Venezolana de Gastronomía, el proyecto contó con apoyo de Carlos García quien prestó su restaurante Alto cada tarde, para encuentros y pruebas. En este local se servirá hasta el 15 de diciembre un menú con las recetas de 15 participantes.

"Hace meses que pensaba en la necesidad de documentar una cocina contemporánea, que reinterpretara la tradición. Lo que unió a cocineros tan distintos es que todos admiran ese libro", explica Correa.

Nadie se resiste al libro rojo. Algunos manifiestan gran cercanía, como José Luis Álvarez y Mercedes Oropeza, quienes crecieron como profesionales con sus páginas abiertas. Para otros, como Carlos García y Enrique Limardo supuso un vuelco en sus restaurantes.

Los nombres de quienes participaron son más que conocidos. Alonso Núñez, Carlos García, Edgar Leal, Elías Murciano, Enrique Limardo, Federico Tischler, Héctor Romero, Helena Ibarra, José Luis Álvarez, María Fernanda Di Giacobbe, Mercedes Oropeza, Pascal Chérancé, Sumito Estévez, Tatiana Mora, Andreína Giordani, Víctor Moreno y Wendoly López reinterpretaron en clave de alta cocina, cada uno, tres recetas del libro rojo. Los resultados son inimaginables.

El libro está a la venta en Alto (284.3665) y en las librerías La sopa de letras, Kalathos, Lugar Común, El Buscón y próximamente Tecniciencia, a 1500 bolívares. Además, el sábado a las 5 p.m. en la librería La sopa de letras de Hacienda La Trinidad y el domingo a las 11 a.m., en Kalathos de Los Galpones, Sasha Correa guiará conversatorios sobre el libro, abierto al público. 

La Academia Venezolana de Gastronomía otorgó los premios y menciones Tenedor de Oro y el premio Armando Scannone de 2013. Los máximos ganadores fueron Fundación Bigott, con el Gran Premio Tenedor de Oro 2013 y Héctor Romero, quien obtuvo el Premio Tenedor de Oro al Chef del Año 2013.

En posteriores entradas presento a los ganadores: Chef Héctor Romero, Fundación Bigott, Doña Leonor Peña y Miró Popic.

Héctor Romero ganó premio al Gran Chef Tenedor de Oro 2013

Otros grandes laureados fueron Fundación Bigott y Leonor Peña

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El chef Héctor Romero en plenas labores CORTESÍA
EL UNIVERSAL
sábado 30 de noviembre de 2013  
La Academia Venezolana de Gastronomía otorgó los premios y menciones Tenedor de Oro y el premio Armando Scannone de 2013. Los máximos ganadores fueron Fundación Bigott, con el Gran Premio Tenedor de Oro 2013 y Héctor Romero, quien obtuvo el Premio Tenedor de Oro al Chef del Año 2013.

Cada uno de los premios es decidido por un jurado compuesto por cinco miembros, uno de los cuales es el presidente de la Academia. En el caso de las menciones Tenedor de Oro, el jurado está conformado por los integrantes del consejo directivo de nuestra institución. La normativa del Premio Armando Scannone señala que además del presidente en ejercicio de AVG, el propio Scannone forma parte del jurado.

Ese premio, dedicado a la difusión de la comida local, fue para Leonor Peña, "por su labor de rescate, investigación, documentación y difusión de la culinaria tachirense. Fue seleccionada por Leopoldo López Gil, Armando Scannone, José Rafael Lovera, Antonio Pasquali y, Nelson Ramírez.

Otro ganador fue Miro Popic, también miembro de la Academia, por su libroComer en Venezuela. Recibió el Tenedor de Oro a la Publicación Gastronómica 2013. El jurado estuvo integrado por Leopoldo López Gil, Sergio Dahbar, Ivanova Decán, Fernando Escorcia y Jorge Redmond.

Las menciones Tenedor de Oro, que escoge el consejo directivo, fueron para Margarita Gastronómica Asociación Civil, revista Bienmesabe, lácteos La Guanota y Giuseppe Di Filippo de pastas Ricardo.

MUNDO GOURMET

"Estos libros son joyas que se presentan oportunamente en esta época navideña"

VANESSA BARRADAS |  EL UNIVERSAL
sábado 30 de noviembre de 2013  
Cultura gourmet venezolana 
Solo lo que está escrito permanece en el tiempo. En el caso de la gastronomía se puede hacer énfasis en la historia culinaria, identidad y orígenes, que deben ser resguardados para las futuras generaciones.

Este último trimestre ha sido significativo para la cultura gourmet venezolana y me llena de satisfacción poder decir que he sido testigo de un momento único para todos los amantes del buen comer, principalmente en lo que tiene que ver con nuestra personalidad gastronómica.

Tres libros han sido bautizados recientemente y hoy se los voy a recomendar.

Comer en Venezuela, una historia de la comida para tratar de entender por qué comemos lo que comemos, escrito por Miro Popic. La trayectoria de Popic no es un secreto para nadie, periodista, escritor de vinos, gastrónomo e intenso investigador con publicaciones nacionales e internacionales. En esta publicación nos relata cómo la alimentación ha marcado la historia de nuestro país, desde el gusto de nuestros libertadores hasta lo que fascina en estos días, este libro nos ayuda a entender nuestra historia a través de la mesa compartida.

El legado de Don Armando, de la periodista gastronómica Rosanna Di Turi. "La historia tras los recetarios bestsellers de la cocina criolla" Hablar de cocina venezolana inmediatamente nos lleva a pensar en Don Armando Scannone. Con sus libros han nacido miles de cocineras, salvado matrimonios, consentido a los más pequeños, en fin, son identidad irrefutable de cada hogar venezolano. Di Turi se dio a la tarea de contar las historias tras los platos más emblemáticos, plasmando en líneas el pensar y actuar de Scannone desde su propia cocina. Anécdotas sobre lo que lo llevó a no permitir que la cocina que él recordaba se olvidara en el tiempo, son parte de este hermoso material. 

Nuestra cocina a la manera de Caracas, es un tributo al tradicional libro rojo de Armando Scannone, concebido por Sasha Correa. Esta reconocida periodista organizó un encuentro entre los mejores cocineros de Venezuela al que todos acudieron y partiendo del libro rojo, cada uno realizó una aproximación personal de tres recetas seleccionadas por ellos elaborándolas a su manera. Como resultado quedaron entre líneas, recetas e historias que nos ayudarán a entender a Don Armando desde otra perspectiva, la de sus seguidores y admiradores.

Sólo me queda decir que estos libros son joyas que se presentan oportunamente en esta época navideña y que como regalo nunca los dejaran mal. 

@Vanesommelier

Juan Francisco Pérez Palacios, conocido cariñosamente como la Garza, ha trabajado por más de 40 años en la preparación y empaque de las hojas para hallacas. Antes de las 6:00 am sale de su vivienda, en Barlovento, y con su fiel perra, Azabache, cruza el río hasta llegar al lugar de la plantación.De la labor, que aprendió a querer, se hizo un especialista a los pocos años. Decidió entonces sembrar cerca de su casa el plátano para generar ingresos independientes. Las primeras hojas las vendía a 2 bolívares el kilo. La jornada de preparación de este tradicional empaque puede tardar más de 12 horas, pero antes, sin excepción, deben darse un baño en el río con todo y ropa. “Así no nos quemamos cuando se estén ahumando”, relató la Garza.

“La gente se vuelve loca con estas hojas”

Con Azabache, su fiel perra, Juan Francisco Pérez Palacios, la Garza, sale a buscar diariamente las mejores hojas de hallacas

Juan Francisco Pérez Palacios, conocido cariñosamente como la Garza, ha trabajado por más de 40 años en la preparación y empaque de las hojas para hallacas. Antes de las 6:00 am sale de su vivienda, en Barlovento, y con su fiel perra, Azabache, cruza el río hasta llegar al lugar de la plantación.
Su dedicación ha logrado que personas de toda Venezuela conozcan las hojas de la Garza. Desde octubre anota en un viejo cuaderno los pedidos que recogerán en diciembre, justo antes de preparar el delicioso plato típico.
Su madre murió cuando tenía pocos meses de nacido y fue viviendo en varias casas de familiares mientras crecía. Cerca de los años setenta se dirigió a la hacienda Las Martínez donde se enamoró, y comenzó a cortar hojas con su primer maestro, Juan Agustín Blanco. En aquel momento le incomodaba todo el proceso.
De la labor, que aprendió a querer, se hizo un especialista a los pocos años. Decidió entonces sembrar cerca de su casa el plátano para generar ingresos independientes. Las primeras hojas las vendía a 2 bolívares el kilo.
La jornada de preparación de este tradicional empaque puede tardar más de 12 horas, pero antes, sin excepción, deben darse un baño en el río con todo y ropa. “Así no nos quemamos cuando se estén ahumando”, relató la Garza.
Lo primero es elegirlas y para ello se debe tomar en cuenta que sean amplias y grandes. Luego deben ahumarlas, tallarlas, separarlas de acuerdo con el tamaño y empaquetarlas. El ahumado se realiza solamente con bambú, cortado también ese mismo día. El grupo ideal para el trabajo debe estar integrado por cuatro personas.
“Navidad es una época muy feliz para mí. Tengo tantos clientes que se acercan y saludan con tanto cariño. Diciembre sin hallacas, no es diciembre. Aunque la situación esté difícil, uno siempre hará el sacrificio para buscar el dinero y hacerlas”, dijo justo antes de salir a una nueva jornada junto con Azabache.

Personas de Mamporal, Maturín, Acarigua, Caracas y Margarita se acercan cada año a Barlovento para encargar a Juan Francisco Pérez, la Garza, sus famosas hojas de hallaca que han llegado hasta España.

Bill Buford (Baton Rouge, Louisiana, 1954) es el cronista de nuestro apetito y, por extensión, el cronista de lo que somos.

Periodismo gonzo para tragones

Bill Buford | Archivo
Bill Buford | Archivo
Calor es el ejercicio de periodismo gonzo más lúcido desde los tiempos de Hunter S. Thompson, sólo que sustituyendo drogas por comida. O para ser más precisos, por pasta y cerdo y carne de res

Convivir durante años entre los peores hooligans de Inglaterra. Ser editor de ficción en The New Yorker, contrato millonario incluido. Escribir uno de los libros de no ficción más importantes de la última década. Ese es el currículo minimalista del estadounidense Bill Buford.

El libro se llama Calor.

Se dice que es, al mismo tiempo, un perfil del chef Mario Batali (VER NOTA AL FINAL), un relato en primera persona desde el infierno de un restaurante famoso, una crónica de viajes por la Toscana, un ensayo sobre la cocina italiana.

Y Calor es todas esas cosas, pero prefiero verlo como el ejercicio de periodismo gonzo más lúcido desde los tiempos de Hunter S. Thompson, sólo que sustituyendo drogas por comida. O para ser más precisos, por pasta y cerdo y carne de res.

Thompson hizo suya ­y, posiblemente, exclusiva­ aquella etiqueta de lo gonzo para referirse al periodismo donde un yo magnificado atraviesa la historia por contar, mediada por la inmersión del autor en un mundo ajeno, al que se llega por experiencias extremas para el cuerpo y para la psique.

O algo así. Por eso terminó en cunetas, golpeado por motorizados de los Hells Angels, o inconsciente cada mañana de su vida. Aunque escribió sobre el alcohol tantas veces, todas las veces, hizo pocas menciones a la comida y la más relevante está en su autobiografía La gran caza del tiburón. Ahí dice que el desayuno le importa mucho más que el almuerzo y la cena, que necesita hacerlo ­sorpresa­ antes del mediodía y que debe ser pesado porque a menudo es su única comida decente: "Dos Bloody Marys, dos toronjas, una jarra de café, crepes, media libra de salchicha o tocineta o carne con chile, un omelette español o huevos benedictinos, un cuarto de leche, un limón picado para sazonar, un trozo de pie de limón, dos margaritas y seis rayas de la mejor cocaína para el postre (...)".

Hasta 2006 eso fue todo lo que supimos del periodismo gonzo y la comida. Entonces llegó Calor.

En 2002 Buford decidió escribir un perfil sobre Mario Batali para The New Yorker y no se le ocurrió nada mejor que dejar su cómoda oficina de Midtown para entrar en la cocina del restaurante Babo, dirigido por Batali. Babo era entonces el indiscutido gran italiano de Nueva York ­hoy en día desplazado en fama por Marea­ y por "entrar en la cocina" hay que entender comprar Crocs, uniforme blanco y sudar y sufrir cortando zanahorias, pelando papas, botando la basura, quemando trozos de carne y así error tras error hasta perfeccionar las técnicas necesarias para ser parte de la línea de trabajo de cualquier gran restaurante.

La tortura duró un año, hasta que el chef lo despidió.

Buford volvió al trabajo y a su apartamento en Gramercy Park y supo que para entender a Batali había que ir un poco más lejos. A Italia, a la Toscana. Lo que ya era una típica historia gonzo de inmersión y daños físicos ­se quemó terriblemente con llamas y aceite caliente­ se convierte en un choque de egos porque el autor no sólo viaja a Italia para investigar mejor, va para aprender algo que Batali no sepa. Pero Buford no es Hunter S. Thompson y es aquí donde lo supera: su ego es sutil, no distorsiona hasta el absurdo y entonces sus personajes aparecen en una dimensión muchos más profunda, menos caricaturesca. Eso y que Buford no está drogado hasta la médula.

El viaje a Italia debía durar unos meses y se prolongó un par de años en los que Buford se llevó a su familia. Su esposa, Jessica, habla italiano así que se convirtió en una importante adición al proyecto, que terminó publicándose en 2006 entre la expectación de toda Nueva York. Y es una maravilla, Calor, una especie de Comer, rezar, amar para gordos italofílicos porque su origen, por cursi que parezca, está en línea con la crisis de Julia Roberts. ¿Quién no ha pensado en dejarlo todo y perseguir, por una vez, esa pasión soterrada que los años magulla? Esta es la parte donde lo gonzo se convierte en proyecto familiar.

Calor fue un éxito comercial y de crítica, pero algo en la mecánica interna de Buford cambió ­en su apariencia también, porque engordó y tuvo problemas de colesterol. Ahora que había aprendido tantas cosas sobre la carne y la pasta, miró el mapa de Europa, releyó al patriarca de la escritura gastronómica, Jean Anthelme Brillat-Savarin, y decidió que el próximo libro tendría que ser sobre Francia.

Esa es su promesa desde el final de Calor y aquí lo seguimos esperando.

A finales de 2010 le escribí preguntando por el nuevo libro y me contó que llevaba casi tres años viviendo en Lyon con su esposa y sus dos hijos. El menor tendría cinco años, así que era más francés que estadounidense. Jessica aceptó mudarse con la condición de no pasar más de dos años, pero Buford es famoso por su particular comprensión del tiempo. Dicen que en su época como editor de la revista literaria Granta podía pasar tres años con el manuscrito de un cuento y excusarse con el autor diciendo que el texto se le había traspapelado, que el error era suyo, que lo disculpara, que lo publicaba en el próximo número de la revista. No sé qué le habrá dicho a Jennifer porque recién el 22 de enero de este año me dijo que se habían instalado de vuelta en Nueva York, pero que dejaban abierto el apartamento de Lyon por si acaso.

Para que sus hijos no extrañen tanto la frugalidad de los mercados callejeros franceses, Buford hace todo lo que puede para llevarlos a los disminuidos equivalentes de la Gran Manzana. Eligieron Lyon porque es ahí donde empezó el gran movimiento de la nouvelle cuisine, bajo la guía de Paul Bocuse, y es ahí también donde han nacido varios de los grandes cocineros franceses más jóvenes. Daniel Boulud, entre ellos.

El 29 de julio de este año Buford publicó en The New Yorker un perfil sobre Boulud. Cinco años en Francia no pasan en vano y si el próximo libro, como Calor, empieza con un texto así es porque cabe esperar otro viaje frenético a un país con cuatrocientas variedades de quesos. El reto no le queda grande. Buford es el cronista de nuestro apetito y, por extensión, el cronista de lo que somos.


NOTA:
Book Cover Heat
Calor
Por Bill Buford

La primera visión que tuve de lo que los amigos de Mario Batali me habían descrito como el "mito de Mario" Fue en una fría noche de sábado en enero de 2002, cuando lo invitaron a una cena de cumpleaños. Batali, el chef y co-propietario de Babbo, un restaurante italiano en Manhattan, es un famoso y hábil cocinera que él rara vez se invitó a los hogares de las personas para una comida, me dijo, y salió de su manera de ser un agradecido invitado. Llegó lleva su propia grappa membrillo con sabor (los zumos en bruto, destilado de final de la cosecha de uva representan casi potable mediante la adición de la fruta), un frasco de nocino casera (mismo principio, pero con nueces); una brazada de vino , y una blanca, densa losa de lardo - literalmente, la prima de vuelta "mantecados" de un cerdo muy gordo, que él había curado a sí mismo con las hierbas y la sal. Yo era lo que podría generosamente ser descrito como un cocinero entusiasta, más confianza que competente (es decir, entusiasta, pero fundamentalmente tiene ni idea), y para el día de hoy me sorprende que tuve el valor de preguntarle sobre alguien de la reputación de Batali, junto con seis personas que pensaron que tendrían una noche divertida de presenciar mi humillación. (Mario era un amigo del cumpleaños del amigo, así que había pensado - ¿por qué no lo invitan, también - pero cuando, maravilla de maravillas, luego aceptó y le dije a mi esposa, Jessica, ella era de apoplejía con asombro: "¿Qué en el mundo estabas pensando, invitando a un chef famoso a nuestro apartamento para cenar? Ahora, ¿qué vamos a hacer? ")
En el evento, hubo poca comedia, sobre todo porque Mario no me dio una oportunidad. Poco después de mi ser instruido que sólo un imbécil dejaría que su reposar la carne envolviéndolo en papel de aluminio después de la cocción, yo alegremente rendí y dejé Batali dime qué hacer. Para entonces, ya había asumido el control de la noche, de todos modos. No mucho tiempo en ella, se había cortado el lardo en rodajas finas y, con un gesto sorprendente de la intimidad, los puso individualmente en nuestras lenguas, susurrando que teníamos que dejar que la masa fundida de grasa en la boca para apreciar su intensidad. El lardo era de un cerdo que, en los últimos meses de su setecientos y cincuenta libras vida, había vivido en manzanas, nueces y crema ("La mejor canción cantada en clave de cerdo"), y Mario nos convenció de que, como la grasa disuelta, nos gustaría detectar los sabores de la del animal feliz dieta allí, en la parte posterior de la boca. Nadie esa noche se había comido a sabiendas pura grasa antes ("En el restaurante, le digo a los camareros llamarlo bianco prosciutto"), y por el tiempo Mario nos había persuadido de corazón tercio de todo el mundo ayudando estaba corriendo. Batali fue un impresionante dedicado bebedor-mencionó de pasada que, en viajes a Italia hizo con su co-propietario de Babbo, Joe Bastianich, los dos de ellos se habían conocido a guardar una caja de vino durante una comida de la noche - y mientras yo no creo que ninguno de nosotros bebió nada de eso, estábamos, por ahora, mucha sed (el lardo, la sal, el calor humano de tanta jovialidad) y, de ánimo por, encontraron que que derriba a más y más. No se. Yo no me acuerdo. Había también la grappa y el nocino, y una de mis últimas imágenes son de Batali a las tres de la mañana - un hombre con firmeza redonda con la espalda arqueada peligrosamente, con los ojos cerrados, una cola de caballo rojo largo balanceándose rítmicamente detrás de él, un cigarrillo apagado colgando de la boca, su rojo Converse Alto-tops golpeando el suelo - tocar la guitarra de aire para Neil Young "Southern Man". Batali tenía cuarenta y un años, y recuerdo pensando que había pasado mucho tiempo desde que había visto a un hombre adulto tocar la guitarra de aire. Luego encontró la banda sonora de Buena Vista Social Club, trató de salsa con uno de los invitados de las mujeres (que rápidamente cayeron en un sofá), se trasladó a su novio, que no respondía, se puso un CD de Tom Waits en su lugar, y cantó a lo largo de mientras lavaba los platos y barrió el suelo. Me recordaba a un acuerdo que habíamos hecho para el día siguiente - cuando me invitaron a cenar Batali, que había correspondido al pedirme que unirse a él en un partido de fútbol New York Giants, entradas cortesía del comisionado de la NFL , que acababa de comer en Babbo - y luego desapareció con tres de mis amigos, y les aseguró que, de espaldas-de-la-mano conocimiento de los establecimientos del centro abren hasta las cinco, que iba a encontrar un lugar para continuar la noche.Terminaron a Marylou está en el pueblo - la descripción de Batali, "un trozo de sabelotodo donde usted puede conseguir cualquier cosa en cualquier momento de la noche, y nada de eso bueno."
Era de día cuando llegó a su casa Batali. Esto lo aprendí de su superintendente del edificio a la mañana siguiente, ya que los dos de nosotros tratamos de conseguir Batali despertar - conductor del comisionado estaba esperando fuera. Cuando Batali finalmente apareció, a cuarenta y cinco minutos después, fue momentáneamente perplejo, de pie en la puerta de su apartamento en su ropa interior y se preguntaba por qué estaba allí, también. (. Batali tiene un grosor notable, y fue sorprendente verlo vestido así) Luego, en cuestión de minutos, se transformó en lo que iba a llegar a conocer como la mirada Batali: los pantalones cortos, los zuecos, los anteojos de sol, el rojo pelo recogido en su cola de caballo. Un momento, un Clark Kent rotunda en calzoncillos, y al siguiente, "Molto Mario" - el nombre inteligente, con muchas capas de su programa de televisión de cocción, que, en uno de sus sentidos, significa literalmente Muy Mario (es decir, una intensificación Mario, un exagerado Mario) - y una figura cuya fama no me gustó hasta que, como invitados del comisionado, se nos permitió a la cancha antes del partido. Los aficionados de los Gigantes de Nueva York son tan famosamente brutal como para ser dibujos animados (el torso desnudo en una mañana de invierno o usar cascos, en todo caso, no chicos poniendo a su deber doméstico en la cocina), y yo estaba sorprendido por la cantidad de reconocido chef con coleta, que estaba de pie frente a ellos, con los brazos cruzados sobre el pecho, radiante. "Hey, Molto!" , gritaban. "¿Qué se está cocinando, Mario?" "Mario, me hacen una pasta!" En ese momento, Molto Mario se mostró por la tarde en la televisión por cable, y me encontré con un cuadro complejo del macho metropolitana de trabajo emergente, uno corriendo a casa en el momento de su turno terminó a coger clases de estofado su brócoli rabe y conseguir la textura correcta bifurcada en su orecchiette casera. Me puse de vuelta con una de las personas de seguridad, teniendo en el espectáculo (por ahora los miembros de la multitud estaban cantando "Molto, Molto, Molto") - este hombre muy redondo, cuya forma y vestido dijo: "Amigo, ¿dónde es la fiesta? "
"Me encanta este hombre", dijo el hombre de seguridad. "Just lookin en él me da hambre."
Mario Batali es el chef más reconocido en una ciudad con más chefs que cualquier otra ciudad en el mundo. Además de televisión show-y sus apariciones de Batali promoviendo, por ejemplo, la pista de carreras de NASCAR en Delaware, él era simplemente y energéticamente omnipresente. Sería seguro decir que ningún chef de Nueva York comían más, bebió más y estaba fuera de casa la mayor cantidad. Si usted vive en la ciudad de Nueva York, lo verán con el tiempo (o antes, si las noches se ponen en marcha en torno a las dos de la mañana). Con su socio, Joe, Batali también poseía otros dos restaurantes, Esca y Lupa, y una tienda de vinos en Italia, y, cuando nos conocimos, que estaban hablando de la apertura de una pizzería y la compra de un viñedo en la Toscana. Pero Babbo fue el corazón de la empresa, aplastada en lo que era originalmente una casa de postas del siglo XIX, junto a Washington Square, en Greenwich Village. El edificio era estrecho, el espacio estaba lleno, jostly, y en voz alta, y la comida, estudiadamente italiano, en lugar de italo-americana, se caracterizó por un broche de oro over-the-top que parecía ser expresamente Batali de. La gente iba allí a la espera de exceso. A veces me preguntaba si Batali fue menos un cocinero convencional que un defensor de una empresa más turbio de estimular los apetitos extravagantes (cualesquiera que sean) y satisfacerlas intensamente (por cualquier medio). Un amigo mío, que una vez había dejado caer por el bar para tomar una copa y luego se alimentó personalmente por Batali para las próximas seis horas, fue en una dieta de la fruta suave y agua para tres días. "Este hombre no conoce el término medio es sólo el exceso en un nivel que nunca he conocido antes -. Es la comida y la bebida, la comida y la bebida, la comida y la bebida, hasta que sientas que estás en las drogas." Chefs que eran visitantes regulares fueron sometidos a versiones extremas de lo que ya era una experiencia extrema. "Vamos a matarlo", dijo Batali a mí con alegría maníaca mientras se preparaba una comida para un rival que había ordenado inocentemente un menú degustación de siete platos, a la que Batali añadió una serie letal de cursos adicionales. Los entrantes (todos los movimientos habidos durante el cerdo) incluidos Lonza (la cintura curado de la manada de crema de manzana y nuez), coppa (desde el hombro), un pie frito, un hongo porcini asado con propia panceta de Batali (el vientre), más ("por el placer de hacerlo"), una de pasta rematado con guanciale (papada). Este año, Mario estaba probando un nuevo lema: "exceso Miserable es apenas suficiente."
Batali nació en 1960 y creció en las afueras de Seattle: un chico de los suburbios con una sólida Dejar it to Beaver crianza. Su madre, Marilyn, es el Inglés y francés canadiense - de ella proviene el pelo rojo llameante de su hijo y una tez un-italiano justo. El italiano es de su padre, Armandino, nieto de inmigrantes que llegaron en la década de 1890. Cuando Mario crecía, su padre era un ejecutivo de Boeing bien remunerado a cargo de la adquisición de piezas de aviones fabricados en el extranjero, y en 1975, después de haber sido enviado a Europa, para supervisar la fabricación de close-up, se mudó con su familia a España. Que, de acuerdo con Gina, hermano menor de Mario, fue cuando Mario cambió. ("Él ya estaba empujando los límites.") Madrid, en los años post-Franco (bares con una edad mínima, lugares de reunión de hash, profesión más antigua del mundo de repente legalizado), era un lugar de emocionantes licencia, y Mario parece haber experimentado un poco de todo en oferta. Fue capturado el cultivo de marihuana en la azotea del edificio de apartamentos de su padre (el primer incidente de lo que se convertiría en un tema - Batali más tarde fue expulsado de su residencia de estudiantes en la universidad, que se sospecha que se trata, y, más tarde, hubo algunos problemas en Tijuana que de hecho le llevó a la cárcel). La asociación de la marihuana también evoca el recuerdo de las primeras comidas Batali recuerda preparar, panini tarde-noche con cebollas caramelizadas cultivados localmente, un queso de leche de vaca española local, y las rebanadas finas como el papel de chorizo: "La mejor stoner Munch se puede imaginar; yo y mi hermano menor Dana eran sólo clásicos niños stoner - estábamos tan contentos ".
En el momento en Batali volvió a los Estados Unidos en 1978 para estudiar en la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, estaba decidido a volver a Europa ("Yo quería ser un banquero español - Me encantó la idea de hacer un montón de dinero y la vida una vida de lujo en Madrid "), y su poco probable doble licenciatura fue en la gestión empresarial y el teatro español. Pero después de ser echado de su dormitorio, Batali consiguió trabajo como lavaplatos en una pizzería llamada Cosas Yer Face (en su nombre por sí solo, el destino estaba llamando), y su vida cambió. Fue ascendido a cocinar, luego cocinar línea (que trabaja en una "estación" en una "línea" de las estaciones, por lo que una cosa), y luego pidió que fuera gerente, una oferta que él rechazó. Él no quería la responsabilidad, él estaba teniendo un tiempo demasiado bueno.La vida en la materia Yer Face era rápido (a veinte y cinco años después, todavía afirma que tiene el récord de la mayor cantidad de pizzas hechas en una hora), atractivo ("Las camareras más booooootiful en la ciudad"), y muy ajetreado ("I no quiere salir como un gran druggy, pero cuando un hombre entra en la cocina con una bandeja para pizza al revés, cubierta con líneas de crack, ¿cómo se puede decir que no? "). Cuando, en su tercer año de secundaria, asistió a una conferencia de la carrera organizada por representantes de las principales empresas, Batali dio cuenta de que se había equivocado, nunca iba a ser un banquero. Iba a ser un chef.
"Mi madre y mi abuela siempre me habían dicho que yo debería ser un cocinero. De hecho, cuando me estaba preparando mis solicitudes para la universidad, mi madre había sugerido la escuela de cocina. Pero me dijo: 'Ma, eso es muy gay. No lo hago quiero ir a la cocina de la escuela, eso es para maricones ". Cinco años después, Batali estaba de vuelta en Europa, asistiendo a la Cordon Bleu de Londres.
Su padre, siendo la supervisión de las operaciones extranjeras de Boeing, ahora tenía su sede en Inglaterra. Gina Batali también estaba allí, y recuerda ver a su hermano mayor, cuando se estaba preparando para la escuela y cuando regresaba de sus escapadas de toda la noche después de asistir a las clases durante el día y luego trabajar en un pub. El pub era las seis Campanas, en la calle del Rey, en Chelsea. Mario había sido el servir en el llamado bar americano ("No tengo idea de lo que estaba haciendo"), cuando una habitación de alto precio del comedor se abrió en la parte trasera y un cocinero fue contratado para ejecutarlo, un hombre de Yorkshire llamado Marco Pierre White. Batali, aburrido por el ritmo de la escuela de cocina, fue contratado para ser el esclavo de la nueva chef.
Hoy en día, Marco Pierre White es considerado como uno de los chefs más influyentes en el Reino Unido (así como el más templado falta-, más voluble, y la mayoría bullying), y es un hecho fortuito extraordinario que estos dos hombres, ambos de veinte años, se encontraron en una pequeña cocina pub juntos. Batali no entendía lo que estaba presenciando: la experiencia del restaurante había estado haciendo strombolis en Nueva Brunswick. "Asumí que estaba viendo lo que todos ya lo sabía. No me sentía como si estuviera en la cúspide de una revolución. Y sin embargo, mientras que no tenía ni idea de que este tipo estaba a punto de llegar a ser tan famoso, pude ver que estaba preparando alimentos desde fuera del área. Él era un genio en el plato. Nunca había trabajado en la presentación. Acabo de poner la mierda en el plato. " Describió Blanco de hacer una profunda puré verde de hojas de albahaca y luego una salsa de mantequilla blanca, luego girar el salsa verde en una dirección, y la salsa blanca en la otra, y trazando una línea desviarse por el centro de la placa. "Nunca había visto a nadie dibujar líneas de mierda con dos salsas." Blanco ordenaría Batali a seguirlo en el mercado ("Yo era su cabeza de turco - 'Sí, señor-me contesto," lo que usted diga, señor' ") y habían regresar con las aves de caza o ingredientes para algunos de los platos más improbables en ser servido en un pub Inglés: Ecrevisses en salsa de langosta reducida, ostras con caviar, ortolan asado (un raro pájaro minúsculo sirve prácticamente para respirar, tragó, tripas y todo, como un crustáceo crudo) - " todo el menú escrito en el maldito francés. "
Extraído de calor por Bill Buford Copyright © 2006 por Bill Buford. Tomado con permiso de la vendimia, una división de Random House, Inc. Todos los derechos reservados.Ninguna parte de este extracto puede ser reproducida o reproducirse sin el permiso por escrito del editor.
Mario Batali

Mario Batali, 05 de mayo 2005
NacidoMario Batali Francesco [ 1 ]
19 de septiembre 1960 (53 años)
Seattle, Washington, Estados Unidos
Estilo de cocinaItaliano
EducaciónUniversidad Rutgers 
Le Cordon Bleu

Mario Francesco Batali (nacido 19 de septiembre 1960) [ 2 ] es un americano cocinero , escritor, restaurador y personalidad de los medios. Además de su formación culinaria clásica, él es un experto en la historia y la cultura de la cocina italiana , incluyendo las variaciones regionales y locales. Batali es co-propietario de restaurantes en la ciudad de Nueva York , Las Vegas , Los Ángeles , Singapur , Hong Kong [ 3 ] y Westport, Connecticut . [ 4 ] estilo de la firma de ropa de Batali incluye pantalones cortos y naranjaCrocs . [ 5 ] También se le conoce como " Molto Mario ".Durante la universidad Batali trabajó como lavaplatos en el restaurante "Las cosas Yer Face" en New Brunswick, Nueva Jersey , moviéndose rápidamente hasta Stromboli y el fabricante de la pizza. [ 11 ] Batali pasó a servir como ayudante en las cocinas de los "Six Bells" casa pública en el Kings Road , Chelsea , bajo Marco Pierre White , [ 12 ] La Tour d'Argent en París , Moulin de Mougins, enla Provenza , y el Waterside Inn, en las afueras de Londres . En 1985 trabajó como sous chef en el hotel Four Seasons Clift en San Francisco antes de ser promovido para dirigir La Marina restaurante del Four Seasons Biltmore de hotel en Santa Barbara . [ 13 ] A los veintisiete años, Batali fue el chef joven mejor pagada del . empresa [ 14 ] En 1989, renunció y se trasladó al norte de la aldea italiana de Borgo Capanne al aprendiz en la cocina de La Volta, donde trató de dominar un estilo tradicional de la cocina italiana inspirada por su abuela, Leonetta Merlino.
En 1993, Batali abrirá "Po". En 1998, con su socio José Bastianich (hijo de Lidia Bastianich ), pasó a empezar "Babbo Ristorante e Enoteca". La pareja ha abierto desde entonces siete restaurantes, [ 15 ] Lupa (1999), Esca (2000), Otto Enoteca Pizzeria (2003), Casa Mono (2004), Bar Jamon (2004), Bistro Du Vent (2004, cerrado en 2006 ), Del Posto (2005), Enoteca San Marco (2007 en Las Vegas, Nevada , más tarde llamado Otto), B & B Ristorante (2007 en Las Vegas, Nevada), Tarry Lodge (en Port Chester, Nueva York), Carnevino (2008 en Las Vegas, Nevada), Tarry Lodge en Westport, CT (2011), [ 4 ] [ 16 ] y una tienda llamada Tienda de vinos italianos (1999) que ya no está bajo la propiedad de Batali.
El New York Post informó en septiembre de 2007 que el contrato de Batali con la red de alimentos no sería renovado, y que ya no se ofrece en su Iron Chef America series. El artículo informó, además, que aunque en un principio no Batali había sido despedido de Iron Chef America , decidió no hacer apariciones más en el programa después de la red tomó la decisión de cancelar su programa de cocina, Molto Mario , que había sido emitido en la red de alimentos desde 1997. [ 17 ] Un portavoz de Food Network confirmó a ABC News que Molto Mario ya no se emitirá, pero dijo que "Mario Batali sigue siendo parte de la familia de Food Network. A veces los miembros de la familia se van y hacen otras cosas. Estamos totalmente bendecido su decisión de ir a PBS ... Él todavía va a aparecer en Iron Chef America. " [ 18 ] No hay nuevos episodios de Molto Mario se han filmado desde 2004, pero la red continuó transmitiendo repeticiones, con repeticiones a emitirse inicialmente en Fine Living y en la actualidad en el canal de sustitución de cocina de Fine Living. Batali estuvo ausente en la temporada finalé de The Next Iron Chef , pero él apareció dos veces durante de Iron Chef Americatemporada de 2008, y su imagen ha sido licenciada a aparecer en el juego de Nintendo Iron Chef America: Supreme cocina . A partir de los episodios a transmitirse en 2010, el nombre e imagen de Batali no aparecen en los créditos de apertura de la serie.
Batali aparece en PBS espectáculo España ... en el camino otra vez , con Gwyneth Paltrow , Mark Bittman (de The New York Times ) y Claudia Bassols (una actriz española) que ofrece cocina española . La serie de 13 episodios fue filmado desde octubre de 2007 hasta principios de 2008. [ 19 ] Esta será la primera de una serie de espectáculos que se desarrollarán para PBS en los próximos años. Batali también está en negociaciones con Travel Channel para desarrollar una serie sobre la cocina italiana y la cultura con Anthony Bourdain, que al parecer será una "exhaustiva, series Italia definitivo con el tipo de valores de producción que el planeta Tierra tiene ". [ 20 ]
Batali se asoció con el productor baqueta premium Vic Firth para crear herramientas de cocina a medida. Juntos diseñaron una línea de madera palos de amasar , molinillos de pimienta y molinos de sal. [ 21 ]
En 2009, Batali anunció la creación de la Fundación Batali Mario "para educar, capacitar y motivar a los niños". [ 22 ] La fundación es un recaudador de fondos basada en eventos para la investigación de los niños de la enfermedad, aliviar el hambre de los niños, y los programas de alfabetización. [ 23 ]
Batali ha sido crítico de compañero chef internacional Gordon Ramsay , llamando a sus estilos de cocina anticuada y aburrida. Aunque el New York Post informó, en 2009, de una disputa entre Ramsay y Batali, [ 24 ] Batali ha declarado: "Realmente no sabemos el uno al otro .... Me encantaría salir con él." [ 25 ]
En 2009, Batali hizo su debut cinematográfico en Wes Anderson 's Fantastic Mr. Fox . [ 26 ]
En 2010, se asoció con Batali High Five Labs para crear su propia aplicación para el iPhone llamado Mario Batali Cooks! . Al año siguiente, se convirtió en un Batali co-anfitrión del día de la ABC-TV muestra El Chew .
Batali acaba de perder 45 libras, con la esperanza de arrojar unas 80 libras en total. Batali dijo que decidió bajar de peso después de haber visto una foto suya. Él cuenta con ejercicio ligero y el control de porciones para perder el peso. Batali dijo: "Es realmente acerca de la ingesta de calorías y el descarte de calorías. Sólo tienes que comer lo suficiente para llegar a la próxima comida". [ 27 ]
Mario aparece también en el MMORPG World of Warcraft: Cataclysm : en Ciudad de Ventormenta está la NPC Bario Matalli que se considera como "Sous Chef" y cuentan con las recetas de cocina de más alto nivel disponibles.
En 2012, Mario Batali previsto abrir 3 restaurantes en Hong Kong . [ 5 ]
Batali es un crítico de la fracturación hidráulica , comúnmente conocido como fracking, un método intensivo de energía de gas naturalde extracción. Ha firmado la causa de Chefs para el Marcelo, cuya misión es "proteger cuenca alimentaria regional [de Nueva York] de los peligros de la fracturación hidráulica para el gas natural (fracking)". [ 28 [ 29 ] En mayo de 2013, Batali co -escribió un artículo de opinión con el chef Bill Telepan para el New York Daily News , en la que los dos escribió que "Fracking ... podría hacer un daño grave a la producción agrícola [de Nueva York] y herir las empresas, como la nuestra, que dependen de la seguridad, , los alimentos sanos de origen local ". [ 30 ]
Mientras asistía a un evento para el Tiempo el 8 de noviembre de 2011, Batali declaró "La forma en que los banqueros han derrocado a la forma se distribuye el dinero - y llevado la mayor parte de ella en sus propias manos - es tan bueno como Stalin o Hitler y los chicos malos". A raíz de los comentarios de Batali, los usuarios de Bloomberg DINE función publicadas crítica de Batali, y llamaron a un boicot de restaurante Batali. [ 31 [ 32 ] Batali más tarde declaró a través de Twitter "Para eliminar cualquier ambigüedad acerca de mi aparición en el día de ayer Tiempo Persona del panel de Año , quiero pedir disculpas por mis comentarios. Nunca fue mi intención de equiparar nuestra industria bancaria con Hitler y Stalin, dos de los dictadores más brutales del mal, de la historia moderna ".
Mario está en la junta directiva de El Fondo Lunchbox , una organización sin fines de lucro que ofrece una comida diaria a los estudiantes de las escuelas del municipio de Soweto de África del Sur .En marzo de 2012, Batali y sus socios acordaron pagar $ 5250000 restitución con el fin de resolver una demanda presentada en 2010 por ex-empleados. La demanda contra el Sr. Batali, presentada en 2010, dijo que él y un socio, Joseph Bastianich , y sus restaurantes tenía una política de la deducción de una cantidad equivalente a 4 a 5 por ciento de las ventas totales de vino al final de cada noche de la punta piscina y quedarse con el dinero. [ 33 ]
Un camarero se le dijo que "era una política a través de la cadena de restaurantes Batali" y que el dinero "fue a la casa", un juez, Richard J. Holwell, escribió en un fallo de mayo de 2011. En Tarry Lodge, Port Chester, NY, una hoja de cálculo divide consejos de una noche entre camareros y documentó una deducción del 4 por ciento, el juez Holwell señaló. En una reunión de personal, un ejecutivo "se negó a justificar la política y dijo que no iba a cambiar", escribió el juez. [ 33 ]
Los empleados se les dijo que el dinero era para cubrir los gastos relacionados con la investigación del vino y para cubrir la cristalería rota, el juez añadió. Él no formuló ninguna constatación sobre el fondo del caso.
Otros restaurantes Batali mencionados en la demanda incluyen Babbo, Del Posto, Casa Mono, Bar Jamón, Esca, Lupa y Otto, todos en Manhattan. [ 33 ]

PREMIOS
  • Babbo, Guía Michelin , One Star [ 39 ]
  • Tres estrellas de The New York Times para "Babbo Ristorante e Enoteca"
  • "Mejor Restaurante Nuevo de 1998" de la Fundación James Beard para "Babbo Ristorante e Enoteca"
  • "Hombre del Año" en la GQ categoría chef en 1999
  • D'Artagnan Cervena Quién es Quién de Alimentación y bebidas en Estados Unidos en 2001
  • "Mejor Chef: la ciudad de Nueva York" de la Fundación James Beard en 2002
  • "All-Clad utensilios de cocina Premio Outstanding Chef" de la Fundación James Beard en 2005 (premio nacional)
  • "Mejor Restaurador" de la Fundación James Beard en 2002
Acerca de Mario Batali:
Mario Batali es un aclamado chef, restaurador, el galardonado autor y personalidad de la televisión. Con su socio Joe Bastianich, Mario ha creado un restaurante de éxito y el imperio culinario en Nueva York, Los Ángeles, Las Vegas y Singapur.
Criado en Seattle, Batali estudió la edad de oro del teatro español en la Universidad de Rutgers. Poco después de graduarse, él tomó su primer bocado de formación culinaria en Le Cordon Bleu en Londres, pero se retiró casi de inmediato debido a una "falta de interés". Un aprendizaje con el legendario chef de Londres Marco Pierre White y tres años de intensa formación culinaria en el pueblo del norte de Italia de Borgo Capanne dio Mario las habilidades y conocimientos esenciales para regresar a su país natal, EE.UU., deseosos de plantar firmemente su pie de color naranja-obstruido en el trasero del establecimiento restaurante italiano a cuadros mantel.
Entre sus muchos reconocimientos, Mario fue nombrado "Hombre del Año" en la categoría de jefe de cocina por la revista GQ en 1999. En 2002, ganó "Mejor Chef: la ciudad de Nueva York" de la Fundación James Beard premio, y en 2005 la Fundación James Beard galardonado Mario la designación de "Outstanding Chef del Año." Mario también fue galardonado con el 2001 D'Artagnan Cervena "Quién es Quién de Alimentación y bebidas en Estados Unidos," una industria alimentaria prestigioso premio por su trayectoria.
A partir de septiembre de 2011, Mario protagoniza "The Chew", un talk show diurno de ABC que celebra y explora la vida a través de los alimentos. El Chew se transmite de lunes a viernes a las 13:00 EST por la cadena ABC. Mario también ha organizado una serie de programas de televisión para la red de alimentos, incluyendo Ciao America, Molto Mario y Iron Chef America. En el otoño de 2008, Mario protagonizó una serie de PBS junto a Mark Bittman, Gwyneth Paltrow, y la actriz española Claudia Bassols. España ... On the Road Again siguió las aventuras del cuarteto, ya que viajó y comió su camino a través de España. Mario también es un invitado frecuente en The Today Show, Good Morning America, CBS Early Show, MARTHA y Late Night with Jimmy Fallon. Él apareció recientemente en The Daily Show con Jon Stewart y Charlie Rose.
En 2008, fundó la Fundación Mario Mario Batali, con la misión de alimentar, educar y capacitar a la protección de los niños. Para obtener más información sobre la misión de Mario, visite www.mariobatalifoundation.org .
Para más información: www.mariobatali.com / about_biography.cfm