Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 13 de agosto de 2017

GASTROETC Los gustosos hallazgos de Diana Garrido


Por ROSANNA DI TURI RDITURI@EL-NACIONAL.COM @ROSANNADITURI | FOTOGRAFÍA JAVIER VOLCÁN JDVOLCAN@GMAIL.COM
13 DE AGOSTO DE 2017 12:07 AM
Lo que en principio parece un revés puede transformarse con tenacidad en una exploración con buenos hallazgos. Diana Garrido, la entusiasta cocinera de La casa del viento, en Mérida, puede contarlo en resultados. En febrero de este año supo que sus dos hijos tenían asperger y que esa condición requería una dieta no sólo libre de gluten, también de lácteos, azúcar y colorantes. Ella, que junto a su esposo regenta desde hace cuatro años este amable restaurante en casa, con vista a las montañas merideñas, comenzó la búsqueda con algo claro en mente: “Aunque se trata de una dieta muy restringida, quise lograr que fuese tan rica como cualquier otra comida”. Con la determinación de quienes tienen claro su propósito, empezó a investigar y experimentar.  A estas alturas, siete meses después, comparte con gusto sus descubrimientos que se seguirán multiplicando.
Emprendió el trabajo con harinas de tubérculos para dar con sus secretos. “De todos puedes lograr féculas y almidones”. Así ha descubierto cómo elaborar recetas con harina de yuca, apio, batata, ocumo, papa y auyama. Y no sólo de tubérculos, también de arroz o de trigo sarraceno, que crece en Mérida. “No es propiamente trigo, pero sabe igual. Es una gramínea y no tiene gluten”.  Con esas harinas obtiene rozagantes panes de batata o almojábanas con fécula de apio. La leche de vaca la sustituyó por otras cercanas y viables. “La alternativa que conseguía era de almendras, que es costosa, pero experimentamos con leche de coco o de arroz y ha sido una maravilla. Son más económicas y ricas”.
En los panes con estas harinas alternativas ha descubierto que merecen dinámicas distintas. “Son más hidratados para que no se endurezcan pronto”. En cuanto a postres ha logrado un buen repertorio de posibilidades, entre los que cuenta pies, brownies,  tartaletas y tortas. “Muchas veces no te enteras de que no tienen gluten”.
Garrido ha compartido sus hallazgos a través talleres que ofrece en La casa del viento, en los cuales es viable participar a distancia. El próximo será dictado el 19 de agosto y contará cómo lograr muffinsfrittatas creppes. En su restaurante permanece el menú habitual, pero ahora ofrece la opción del mismo repertorio para quienes lo requieran sin gluten. Sus hijos mejoraron al tercer día de comenzar este nuevo modo de alimentación, que ha servido también para ayudar a muchas otras personas, conservando el gusto. “Estamos descubriendo que puede ser delicioso”.
*La casa del viento está en Mérida.
Instagram: @lacasadelviento 
Teléfonos: (0414) 746 0261

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