Por ILEANA MATOS | IMATOS@EL-NACIONAL.COM
06 DE AGOSTO DE 2017 12:03 AM
Es redonda y luce sobre su superficie la silueta de la Cruz
de Santiago, la misma que aparece en la concha de vieira que sostiene el león
que aparece en el escudo de Caracas. ¿Más? De color dorado, esponjosa y
granulada, y con sabor a almendras. Así lo exige el registro de Indicación
Geográfica Protegida al que la tarta de Santiago –entre los postres más
tradicionales del recetario gallego– ingresó en marzo de 2006.
Es como queda la de Carmen Caamaño. “Sigo la receta de mi
madre y la horneo en un molde de 28 centímetros de diámetro que permite obtener
18 raciones”, explica la cocinera, que llegó a Caracas hace años, recién casada
y desde la Coruña, y que después de su jubilación y por sugerencia de amigos
comenzó a ofrecer platos gallegos por encargo.
La tarta exige harina de almendras, azúcar y huevos, además
de brandy, ralladura de limón y nevazúcar, con la que se espolvorea la
superficie una vez colocada la plantilla que imita la silueta de la Cruz de
Santiago. “Este adorno lo utilizó por primera vez la compostelana Casa Mora en
1924 y desde entonces no hay tarta de Santiago que no la lleve”, explica
Caamaño, que no revela su receta pero sí dice que uno de los secretos está en
la molienda de la almendra.
El dato
Caamaño ofrece por encargo –además de la tarta de Santiago,
que forma parte del menú de El Mesón de Andrés y Casa Cortés, en Caracas–,
croquetas de atún y de pavo, tortilla con chorizos y pulpo a feira. Encargos a
través de galleguidades.ccs@gmail.com
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