El pequeño municipio en el estado de Bahía apunta a
recuperar el interés de los visitantes con un recorrido a través de la “fruta
de los dioses”
Por ISADORA CAMARGO | EFE
11 DE JUNIO DE 2017 12:20 AM
La ciudad de Ilhéus guarda un importante acervo de la
historia de Brasil en la que el cacao, que perdió espacio por plagas agrícolas,
descuido y sequías, vuelve a ser una motivación de la población para recuperar
el sello del turismo de chocolate y revivir la obra de Jorge Amado.
El objetivo de la población es reencender el cultivo de la
“fruta de los dioses” en la región, trabajando con la recuperación histórica de
locales como el Río do Braço, primer distrito de Ilhéus y antigua estación de
tren de la región, por donde circulaba el cacao entre los años 1920 y 1930.
El lugar está en ruinas y la sequía de 2016 afectó a los
“cacaeros” que todavía tenían plantaciones allí.
Con el propósito de recuperar el espacio como patrimonio
histórico y cultural, el empresario Lucas Kruschewsky lidera un proyecto para
la restauración del Río do Braço.
“Es el primer distrito de Ilheús. Fue escenario de una
novela, de una película, está en las páginas de Jorge Amado y por eso el
trabajo es de rescate cultural e histórico”, explicó el empresario y activista
de la causa.
La primera actividad fue transformar las ruinas del galpón
central por donde llegaban los costales de cacao en un restaurante de comida
típica bahiana, para atraer primero a residentes de los alrededores y, a
continuación, turistas.
Kruschewsky reveló que solo de esta manera será posible
involucrar a la población para proponer una restauración colectiva y voluntaria
en el área y, como consecuencia, recuperar las ganas de los jóvenes productores
en plantar cacao y producir lo que se clasifica como chocolate de origen, aquel
con mayor concentración de la semilla.
Ilhéus es reconocida como la ruta del chocolate, pero en las
últimas décadas esta valorización cayó y los productores están intentando
retomar la marca del chocolate bahiano como el mejor de Brasil, pudiendo ser
comparado con los productos suizos, ya que se utiliza por lo menos más de 30%
de cacao en la composición. Ese porcentaje o superior garantiza la diferencia
del chocolate industrial y el de origen.
Todo por Gabriela. La ciudad
continúa explorando el comercio de productos derivados del cacao, entre ellos
artesanías, productos de belleza e higiene, además de la propia gastronomía que
fue reforzada con la traducción a varios idiomas de Gabriela, una
de las obras célebres de Jorge Amado (1912-2001).
Para la población existe un sentimiento de gratitud al autor
por haber inmortalizado Ilhéus para el mundo.
“Si no fuese por Jorge Amado, tal vez nuestra historia de
las haciendas de cacao y nuestras bellezas naturales, que están tan olvidadas
por el poder público, también serían una ruta ignorada por los turistas”,
comentó la profesora jubilada Ana María Oliveira.
Con el más extenso litoral en Bahía, conocido como Costa del
Cacao, el municipio es uno de los primeros de Brasil, fundado en 1536, y
conserva en la arquitectura del centro de la ciudadela las marcas de la era
colonial portuguesa, como la estatua de la poetisa griega Safo, traída en barco
por los portugueses entre 1924 y 1927.
La estatua es la única de la poetisa en Suramérica y Safo es
registrada en la historia como la primera mujer en luchar por los derechos de
género, como contó el guía turístico Aloísio Souza.
Las fachadas de las casas también mantienen las iniciales de
los “barones del cacao”, como eran llamados los terratenientes y una de ellas
se transformó en la Casa de Cultura y Museo Jorge Amado, donde está la historia
de la ciudad retratada por la colección de objetos cedidos por la familia del
autor.
Fase de transición
De las páginas de los libros a los panfletos de itinerarios
turísticos, Ilhéus pasa por una fase de transición entre los terratenientes de
las décadas de 1920 y 1930 y la tentativa de ser un punto de parada para
turistas brasileños y latinos, especialmente después de la apertura de un
aeropuerto en la ciudad. Pensando en esto, muchos resorts instalados allí, como
el Cana Brava, surgieron de posadas familiares que se transformaron en un motor
para impulsar un turismo más barato en el noreste, con foco en las familias de
otras regiones.
Gabriela, clavo y canela (Gabriela,
Cravo e Canela en portugués) es una de las más célebres novelas del
escritor brasileño Jorge Amado, publicada en 1958.
Representa un momento de cambio en la producción literaria
del autor que hasta entonces abordaba temas sociales. En esta segunda fase,
Jorge Amado hace una crónica costumbrista caracterizada por personajes
populares, poderosos coroneles y mujeres sensuales. Además de Gabriela,
clavo y canela, las novelas Doña Flor y sus dos maridos y Teresa Batista cansada de guerra son
representativas de esta fase.
ARGUMENTO
La obra es un retorno al llamado ciclo del cacao, al
referenciar el universo de coroneles, matones, prostitutas y embusteros de
todo tipo que conformaban la sociedad que giraba alrededor del cultivo de la planta.
En la década de 1920, en la entonces rica y tranquila Ilhéus, donde
el ansia de progreso se unía a una intensa vida nocturna litoral, entre bares y
burdeles, se desarrolla el drama que acaba transformándose en una explosión de
juerga, luz, color, sonido, sexo y risa.
La obra, que narra la relación amorosa entre el árabe Nacib
y la agreste Gabriela, tiene como telón de fondo el período áureo del cacao en
la región de Ilhéus. En la misma se describen los profundos cambios en la vida
social de Bahía en la década de
1920, que incluyen la apertura del puerto a los grandes navíos, lo que
lleva al ascenso de los exportadores cariocas, como Mundinho Falcão, y a la
decadencia de los coroneles como Ramiro Bastos. Gabriela personifica las
transformaciones de una sociedad patriarcal, arcaica y autoritaria, afectada
por los vientos de renovación cultural, política y económica.
Resumen histórico
El libro fue concluido en Petrópolis, Río de Janeiro, en el mes de mayo de 1958.
Su primera edición fue lanzada por Librería Martins Editora, São Paulo, 1958, con 453 páginas, portada de Clóvis Graciano e ilustraciones de Di
Cavalcanti.
Fue tal el éxito que en diciembre del mismo año se lanzó la
sexta edición, que pasó a formar parte de la colección Obras Ilustradas
de Jorge Amado como tomo decimocuarto, volumen XIX. En siguientes y
sucesivas ediciones llegó hasta la número cincuenta en 1975.
Ese mismo año fue publicada otra edición, fuera de la
colección, mediante un convenio entre Librería Martins Editora y la
Distribuidora Record, de Río de Janeiro, la quincuagésimo primera edición, con
portada de Di Cavalcanti, y que conservó las ilustraciones anteriores; esta vez
con 363 páginas y el retrato del autor por Carlos Bastos y foto por Zélia
Gattai.
A partir de entonces la Editora Record, Río de Janeiro,
obtuvo los derechos editoriales de la quincuagésimo segunda edición en adelante
hasta la última y más reciente, la número 80, en 1999, cuyo texto fue corregido
por Paloma Jorge Amado y Pedro Costa. La portada de esta
última edición es de Pedro Costa con ilustración de Di Cavalcanti,
sobrecubierta e ilustraciones de Di Cavalcanti y viñetas de Pedro Costa,
retrato del autor por Jordão de Oliveira y
foto de Zélia Gattai.
Actualmente los derechos pertenecen a la casa editora Compañía de las Letras, que está relanzando
todos los libros del autor.
Jorge Amado (Itabuna, 10 de
agosto de 1912-Salvador de Bahía, 6 de
agosto de 2001) fue un escritor brasileño, miembro
de la Academia Brasileña de Letras.
Nació en la Hacienda de Auricídia, en el municipio de Itabuna, al sur
del estado de Bahía. Su padre era dueño de la hacienda. Cuando
tenía un año su familia se estableció en la población de Ilhéus, en el
litoral de Bahía, donde Jorge pasó su infancia. Hizo los estudios secundarios
en la ciudad de Salvador, capital del estado. En este periodo
comenzó a trabajar en periódicos y a participar de la vida literaria y fue uno
de los fundadores de la llamada Academia de los Rebeldes.
Jorge publicó su primera novela, llamada El País del
Carnaval, en 1931, a los 18 años. Se casó con Matilde García Rosa dos años
después, y con ella tuvo una hija, Lila, que nació en 1933, año en que publicó
su segunda novela, Cacao.
Se graduó en la Faculdad Nacional de Derecho en Río de Janeiro en 1935. Militante comunista,
fue obligado a exiliarse en Argentina y Uruguay entre
1941 y 1942, período en que hizo un viaje por América
Latina. Al regresar a Brasil se separó de Matilde García Rosa.
En 1945 fue electo miembro de la Asamblea Nacional
Constituyente por el Partido Comunista Brasileño (PCB), siendo el diputado más
votado del estado de São Paulo. Como diputado fue autor de
la ley que asegura la libertad de culto religioso. En este mismo año se casa
con la también escritora Zélia Gattai.
En 1947, año en que nació João Jorge, su primer hijo con
Zélia, el partido fue declarado ilegal y sus miembros fueron perseguidos y
apresados. Jorge tuvo que exiliarse en Francia, donde
se quedó hasta 1950. Su primera hija, Lila, murió en 1949. Entre 1950 y 1952,
Amado residió en Checoslovaquia, donde nació su hija Paloma.
Al volver a Brasil, en 1955, Jorge Amado se distanció de la
militancia política, pero sin dejar el Partido Comunista. Se dedicó desde
entonces integralmente a la literatura. Fue electo el 6 de abril de 1961 a la
Academia Brasileña de Letras. Recibió el título de doctor honoris causa por
diversas universidades. También recibió el título de Obá de Xangô en
la religión Candomblé.
Su obra ha sido adaptada al cine, al teatro y a la televisión,
y también ha sido tema de varios trabajos de escuelas
de samba en el Carnaval brasileño. Sus libros están traducidos a 49
idiomas y publicados en 55 países. Existen también publicaciones en Braille y
cintas de audio grabadas para ciegos.
En 1987 se inauguró en el Largo do Pelourinho,
en la ciudad de Salvador de Bahía, la Fundación Casa de Jorge Amado,
que abriga y preserva su acervo para investigadores. La fundación también ayuda
el desarrollo de actividades culturales en el estado de Bahía.
Jorge Amado murió en la ciudad de Salvador el 6 de
agosto de 2001. Fue cremado y sus cenizas fueron enterradas en el
jardín de su casa el día 10 de agosto, cuando hubiera cumplido 89 años.
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