Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 30 de julio de 2017

Enrique Limardo: El chef venezolano que sirve chucho en Baltimore Al frente de Alma Cocina Latina, describe lo que hace como "cocina participativa, de columna vertebral venezolana, redescubrimiento latinoamericano e inspiración global".


La pasta con salsa de tomate, preparada por hambre y a falta de algo más, es el primer plato que recuerda haber elaborado el chef venezolano Enrique Limardo, quien hoy está al frente de los fogones de Alma Cocina Latina, en Baltimore, Estados Unidos.
Esos juegos infantiles en compañía de su abuela paterna, Mercedes Limardo, marcaron la memoria gustativa, que ahora expresa en una propuesta venezolana con pinceladas multiculturales Enrique Limardo.
El paso por las aulas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad José María Vargas, los estudios en el Instituto de Diseño de Caracas o los de pintura con Federico Brandt, solo sirvieron como ingredientes en la alquimia culinaria que cristalizó en la formación profesional de Limardo en la Escuela de Hotelería y Turismo de Sant Pol de Mar en  Barcelona, España.
Los dos años de estudio fueron una experiencia de descubrimiento y encuentros memorables con los grandes nombres de la cocina española de vanguardia, proceso que lo llevó a las cocinas del Celler de Can Roca, considerado uno de los mejores restaurantes del planeta, en esos momentos y hoy en día.
El amor, ya en ese momento Limardo había decidido compartir vida y cocina con Tatiana Mora, y la falta de liquidez lo trajeron de vuelta a la patria. A su regreso iniciaron una primera cocina pública: Paprika, con marcada influencia catalana y que al poco tiempo cerró sus puertas.
Poco después encendieron fogones en el memorable Yantar, Limardo afirma que allí “se fue creando y moldeando un estilo muy particular en el que empecé asociando las columna vertebral catalana que había aprendido y redescubriendo mi propia memoria gustativa que había olvidado por años, conceptualizando en un estilo de cocina venezolana contemporánea universal, fusionando técnicas e ingredientes”.
El cierre de este ciclo llegó al momento de apagar definitivamente los fogones de Yantar, para iniciar nuevos proyectos, con lo que se dedicó por unos años al trabajo como chef privado, hasta que recibió, de parte de su colega y amigo Carlos García, la invitación a formar parte de un proyecto que viene gestándose en los Estados Unidos, específicamente en Baltimore.
 
Irena Stein es la impulsadora de esta propuesta que se convirtió en Alma Cocina Latina y que, explica el cocinero venezolano, “estuvo cosechando por mucho tiempo. Ella tiene dos cafés aquí  en la ciudad de Baltimore, pero su necesidad creativa  la impulso a aventurarse en el concepto de un restaurante como tal,  mucho más formal”.
Alma es un restaurante latino, de concepto y raíces 100% venezolanas, sin descartar todo el abanico y las posibilidades culinarias que nos ofrece el resto de los países  de América Latina” insiste el chef venezolano, hablando desde Baltimore.
“La mía es una cocina participativa, de columna vertebral venezolana, de redescubrimiento suramericano y de inspiración global” explica, y lo demuestra con preparaciones como Raviolis de chucho, uno de los grandes favoritos de los comensales del  local  y que ha merecido el reconocimiento de críticos culinarios como Tom Sietsema del diario Washington Post.
Estos raviolis son la versión personalísima que el chef hace del tradicional pastel de chucho del oriente venezolano: “Elaboramos masa de plátano  caramelizado que rellenamos con guiso de raya y luego napamos en  salsa de queso telita y, como eso siempre se acompaña de una ensalada, se sirve con una hecha en polvo”, describe.
Otro de los platillos populares de Alma, y que representa la esencia de la propuesta de Enrique Limardo, son los Médanos de Falcón, con una ambiciosa combinación: caraotas sofritas con coco, chicharrón de papel de arroz, “salicornea”, bicuyes –que son las flores del ágave de donde sale el cocuy- en escabeche, polvo de queso de año, crema de leche de cabra y aguacate fresco. Todo logra una explosión de sabores y de texturas para homenajear la zona más desértica de nuestro país.
Con una clientela variopinta, y de diversas procedencias étnicas, Alma Cocina Latina, de la mano de Limardo, continúa fortaleciendo su propuesta. Por segundo año consecutivo ha sido seleccionado entre los mejores restaurantes de esa ciudad norteamericana.
El chef asegura que “vienen nuevos proyectos para continuar mostrando las maravillas de la cocina venezolana”.
No en balde el Washington Post definió a Enrique Limardo, junto a Irena Stein, como los mejores embajadores de Venezuela en Estados Unidos.

El pollo y el whisky se confabulan en Washington
El cocinero venezolano Enrique Limardo, chef de Alma Cocina Latina, creó el menú de Chicken + Whiskey, donde el plato estrella es el ave a la brasa 
Por ILEANA MATOS | IMATOS@EL-NACIONAL.COM
30 DE JULIO DE 2017 12:20 AM
Chicken + Whiskey sorprende a los comensales con el sabor de su pollo en brasa. También con los contornos con los que se acompaña y con la forma de asarlo: como se hace en las polleras venezolanas, insertado en una vara que no deja de dar vueltas, en horno de carbón. Lo explica Enrique Limardo, cocinero venezolano que no ha dejado de ganar fama en Estados Unidos. Primero en Baltimore, como chef de Alma Cocina Latina, y ahora en Washington D.C., gracias al menú que desarrolló para este local, que abrió sus puertas el pasado 30 de junio por iniciativa de Star Group Restaurant.
 “Es pollo orgánico y se marina en cerveza, ajo y vinagre por 12 horas”, agrega el chef ejecutivo de Chicken + Whisky, orgulloso de que sus sugerencias  hayan dado resultado en este restaurante, iniciativa de uno de sus socios, convencido de que el futuro de la gastronomía está en los sabores de Latinoamérica. 
 Inicialmente el plan estaba orientado hacia los sabores peruanos pero a Limardo no le llevó mucho tiempo demostrar que valía la pena incluir el del pollo en brasa al estilo venezolano.
La combinación de sabores ya despertó interés entre una clientela que también valora los contornos elegidos para acompañar al plato estrella del local. La lista está compuesta por arepitas de chicharrón, tajadas de plátano en dulce al estilo caraqueño, yuca frita, ensalada rallada, caraotas y guasacaca.
 ¿Más? La única arepa del menú, que lleva por nombre La Reina del Chicharrón, y que se rellena de pollo esmechado, con trozos de piel crujiente, mojito, aguacate y mayonesa; alitas, que se ofrecen en tres sabores, uno de ellos a chipotle ahumado; sándwiches y  sopa;  un plato chifa –fideos de arroz, pollo y camarón, mango, maní, plátano verde y menta fresca– y, por supuesto, ensaladas, una de ellas de  quinoa, pepinos y queso tofu.
 ¿Whiskys? La lista suma 66 tipos, que pueden disfrutarse de distintas maneras, incluso como ingredientes de cocteles old fashion de la casa, explica Limardo, quien no deja de recordar a quien pregunta por la armonía elegida para el pollo en brasa y sus contornos,  conque en Venezuela, como en el resto del Caribe, el destilado es la armonía que más gusta para acompañar el plato.
El dato
Localizado en el 1738 de la calle 14, Washington D.C.
Teléfono (202) 667 2456. Horario: Domingo a jueves, de 11:00 am a 11:00 pm; viernes y sábado de 11:00 am a 3:00 am.

IG: chickenandwhiskey

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