Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

miércoles, 19 de abril de 2017

Vinos, una nueva revolución roja en LA OPINIÓN DE Beatriz De Majo


El Nacional 19 DE ABRIL DE 2017 12:41 AM
Desde hace ya varios años China lidera el crecimiento de la industria del vino en el mundo entero. La expansión del consumo en el Imperio del Medio, la que en los 5 últimos años ha superado un promedio de 100% interanual, es la responsable de que los ojos de los mercaderes del vino se hayan vuelto hacia Asia para planificar su estrategia de atención al mercado, tanto desde el punto de vista de cantidades como de calidades.
Es que mientras que un francés consume más de 48 litros de vinos al año,en la China de hoy aun no alcanzan a 1,5 litros por cabeza, pero la velocidad del crecimiento es tal que es mejor darse prisa a entender a cabalidad el mercado de consumidores de esta vastísima región del planeta, antes de que los competidores lo hagan.
De esta manera los cuatro grandes productores mundiales ubicados en Francia, Italia y España y Estados Unidos, se han puesto los guantes para captar una porción del promisor mercado asiático. La producción de estos cuatrosupera dos tercios de las botellas que ruedan por el mundo. Otros 70 países en el orbe, productores comerciales de vinos, tienen débiles posibilidades de atender eficientemente la monumental demanda de los chinos.  
De los 250 millones de hectolitros que se pusieron en el mercado en el año 2015, China recibió 18 millones y ya para el año pasado se ubicó como el primer consumidor mundial.
Pero si el mercado masivo es tentador por sus colosales cifras, la calidad, a partir de este momento debe ser seriamente atendida y muchos productores se interrogan si la masividad debe seguir siendo privilegiada por encima de la calidad, o ha llegado el momento de educar el paladar de tan vasto mercado.
La tarea no puede ser más compleja. El consumidor chino bebe vino desde épocas inmemoriales. Estamos hablando de 4600 años atrás.  Pero se trataba de vino de arroz. La moda del consumo del vino de uva proveniente de otros mercados, en cifras significativas,es cosa de apenas el siglo pasado y, desde el advenimiento de la modernidad occidentalizante, la tendencia comenzó a ser exponencial: se triplicó en la última década. Hoy cuenta por 155 millones de cajas importadas.
Pero este consumidor recién llegado está fuertemente influenciado por temas sobre los que hay poco control. El Vino tinto es mucho más requerido que el blanco. Mejor dicho, aun el vino blanco solo alcanza al gusto femenino. Los hombres ven en el color rojo varios elementos que lo transforman en el preferido. El rojo está vinculado a los colores nacionales, al poder y al lujo.Aun el vino se bebe en eventos y celebraciones especiales como aniversarios y matrimonios.  Pero dentro de la frugalidad que los caracteriza, es muy elevado el componente de ciudadanos que se enorgullecen de declarar que no consumen  ni una gota de alcohol: 4 de cada diez.
Así pues, entender el comportamiento social chino, sus variantes culturales, y temas tan pedestres como la estructura de los presupuestos familiares es vital para poderse insertar en este exigente mercado donde los productores locales ya están igualmente dando la batalla.   Hasta el diseño de las etiquetas de las botellas debe tener un componente asiático que no catalogue a su consumidor, como favorecedor de otras culturas.

Estamos, pues, hablando de un mercado regional que está demandando más de 500 millones de dólares solo a través de la bolsa de vinos de Hong Kong. Hay, en esa torta, espacio para mucha innovación, pero también es posible equivocarse frontalmente.

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