Deliciosas y reales roscas
El último condumio navideño se disfruta el 6 de enero. Existen varias opciones
Existen diversas versiones de las roscas de reyes, con toppings y rellenos CORTESÍA JUAN CARLOS BRUZUAL
EL UNIVERSAL
sábado 4 de enero de 2014
La rosca de reyes es el último
de los condumios navideños. Es una tradición que, como otras, llega a
Latinoamérica desde España, donde se come sin falta el 6 de enero.
Su origen se ubica fuera de las fronteras ibéricas. La mayoría de los investigadores encuentra su antecedente en las fiestas romanas en honor a Saturno que celebraban el fin del trabajo en el campo y el inicio de días más largos tras el solsticio de invierno. Para esas fiestas elaboraban panes redondos con dátiles, higos y miel.
En años posteriores, ese pan dulce fue adoptado por los europeos para el día de reyes y se le incluyó la sorpresa adentro, que comenzó siendo una moneda y ahora suele ser, al menos en España, una figura de cerámica y un haba, frijol grande.
Aunque la rosca tradicional lleva sólo topping de mermelada, azúcar, frutas escarchadas o confitadas o almendras, existen otras versiones rellenas de cremas chantilly, pastelera o de chocolate. Los galos las rellenan con almendras molidas, yema, mantequilla y azúcar.
En España le dicen roscón, en Latinoamérica, rosca y en Francia, corona de reyes. En Venezuela, algunas pastelerías las preparan en la forma tradicional, como la Ángela, en La Candelaria; Doris, en Santa Eduvigis; Sabrina en Bello Monte y El Parque, en Chacao. En Venezuela no suelen hornearse con la sorpresa pero cada cual puede colocarla por debajo. Una idea "criolla": en vez de una figurita o de un haba puede ponerse un Toronto, sin papel por supuesto.
En los últimos años, las roscas más famosas de Caracas son las del Instituto Europeo del Pan en Chacao (teléfono 415.5333) que hace todo un festival, con sabores dulces y salados con precios entre 265 y 350 bolívares. La tradicional es de masa brioche y frutillas importadas.
Las otras roscas dulces que ofrecen son de Nutella, con cambur caramelizado con canela, avellanas y chocolate; la negra, con cacao, papelón y azúcar glasé y relleno de apricot, ciruela, manzana, naranja y cidra maceradas en ron y miel; la rubia, con almendras y relleno de chocolate, avellanas y pasas rubias y la de Ponche Crema, con ese licor, pasas y glaseado de ron.
Sus roscas saladas son la criolla, de jojoto con relleno de queso blanco, tocineta, mojito de cilantro y ají dulce; del mercado de París, con Emmental y cebollas caramelizadas; la italiana, con tomate seco, queso de cabra, berenjena y alcaparritas; la azul, con queso azul, tocineta y ajo porro, pimienta y sal gruesa y la española, con ajo asado y rellena con chorizo, Manchego y pimientos asados.
La tradición es acompañar las roscas con chocolate caliente pero una buena opción, para adultos, es armonizar con vinos Late Harvest u Oporto.
Su origen se ubica fuera de las fronteras ibéricas. La mayoría de los investigadores encuentra su antecedente en las fiestas romanas en honor a Saturno que celebraban el fin del trabajo en el campo y el inicio de días más largos tras el solsticio de invierno. Para esas fiestas elaboraban panes redondos con dátiles, higos y miel.
En años posteriores, ese pan dulce fue adoptado por los europeos para el día de reyes y se le incluyó la sorpresa adentro, que comenzó siendo una moneda y ahora suele ser, al menos en España, una figura de cerámica y un haba, frijol grande.
Aunque la rosca tradicional lleva sólo topping de mermelada, azúcar, frutas escarchadas o confitadas o almendras, existen otras versiones rellenas de cremas chantilly, pastelera o de chocolate. Los galos las rellenan con almendras molidas, yema, mantequilla y azúcar.
En España le dicen roscón, en Latinoamérica, rosca y en Francia, corona de reyes. En Venezuela, algunas pastelerías las preparan en la forma tradicional, como la Ángela, en La Candelaria; Doris, en Santa Eduvigis; Sabrina en Bello Monte y El Parque, en Chacao. En Venezuela no suelen hornearse con la sorpresa pero cada cual puede colocarla por debajo. Una idea "criolla": en vez de una figurita o de un haba puede ponerse un Toronto, sin papel por supuesto.
En los últimos años, las roscas más famosas de Caracas son las del Instituto Europeo del Pan en Chacao (teléfono 415.5333) que hace todo un festival, con sabores dulces y salados con precios entre 265 y 350 bolívares. La tradicional es de masa brioche y frutillas importadas.
Las otras roscas dulces que ofrecen son de Nutella, con cambur caramelizado con canela, avellanas y chocolate; la negra, con cacao, papelón y azúcar glasé y relleno de apricot, ciruela, manzana, naranja y cidra maceradas en ron y miel; la rubia, con almendras y relleno de chocolate, avellanas y pasas rubias y la de Ponche Crema, con ese licor, pasas y glaseado de ron.
Sus roscas saladas son la criolla, de jojoto con relleno de queso blanco, tocineta, mojito de cilantro y ají dulce; del mercado de París, con Emmental y cebollas caramelizadas; la italiana, con tomate seco, queso de cabra, berenjena y alcaparritas; la azul, con queso azul, tocineta y ajo porro, pimienta y sal gruesa y la española, con ajo asado y rellena con chorizo, Manchego y pimientos asados.
La tradición es acompañar las roscas con chocolate caliente pero una buena opción, para adultos, es armonizar con vinos Late Harvest u Oporto.
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