LA OPINIÓN DEAlberto Soria@Albertosoria
El Nacional 09 DE MARZO DE 2017 12:17 AM
Su frialdad lo deja a uno helado. Parece un espacio para
dispositivos, no para la gente. Como primera impresión se tiene la sensación de
haber ingresado a un espacio futurista, anónimo. Sin identidad y sin herencias.
“Esta – monsieur Huteau y profesor– es la cocina del
futuro”. Estamos interconectados por Skype. Como el lector lo tiene ya claro,
hoy no hace falta ir para estar. Por eso allí estamos mi tutor francés y este
servidor, con cara de desconcierto.
El chef Marcel nos habla con seguridad. Ha entrevistado a un
montón de gente para promover el proyecto. Esta semana lo han divulgado por la
web. Se llama “La cocina doméstica en la era de la globalización”.
I
Nos explican la diferencia de la cocina del mañana: “De ser
un sitio frío, oscuro, apartado de la zona más habitable de la casa, ha pasado
a ser un espacio multifuncional en el que se hacen muchas cosas”, dice el
arquitecto Juli Capella. Es un reconocido experto en diseño moderno y
globalización.
En la cocina del futuro, comenta con cifras que se sabe de
memoria, “comer no es lo principal. 92% de personas dice que usa este espacio
de la casa para reunirse con amigos o familia. Solo 83% de los entrevistados
afirma que va a la cocina principalmente para sentarse a la mesa”.
A la hora nos despiden con una frase-consigna que imagino
será su proclama de ventas: “La cocina es donde pasan las cosas”. Uno, que ya
tiene hambre, piensa en una tortilla española o una rebanada de pan catalán con
tomate (con ajo, aceite de oliva extra virgen y unas láminas de jamón ibérico),
pero eso parece fantasmal, del pasado.
El único artefacto que destaca como algo anticuado en el
proyecto es una impresora. ¿Para recetas famosas que llegan por las redes?,
pregunta en voz baja Huteau (hombre de traje y corbata que viene del siglo XX).
“Señor, esa es una impresora 3D de alimentos”, le responden.
II
Salimos lentamente buscando con la mirada lo que no hemos
encontrado. Nos han mostrado “dispositivos”, pantallas que se manejan desde el
teléfono inteligente. Horno inteligente (que dialoga), nevera como centro de
control de consumo y existencias, y perolitos varios. Pero no hemos visto las
herramientas: cacerolas, sartenes, cuchillos, cucharas. Eso sí, la mesa de
trabajo tiene espacios digitales con recetas y conexión a las redes y a la
impresora.
El toque personal es la iluminación: usted la puede regular
según el tipo de comida y su estado de ánimo. En el pasado, era la comida la
que regulaba esa función.
La cocina no solo es para comer
"Todo apunta a que acabaremos teniendo un par de
electrodomésticos, que centralizarán varias aplicaciones y nos harán la vida
más fácil", dice el chef Andoni Luis Aduriz
EL PAIS Madrid
“La cocina es donde pasan las cosas”. “Cocinar con gente a tu alrededor es una experiencia humana; algo que todos compartimos”. “Hablamos de morar este espacio”. Estas son algunas de las ideas sobre cómo va a ser la cocina del futuro. “Tenemos que conseguir amor en la cocina”, opina el arquitecto Juli Capella, que ha sido uno de los 17 expertos consultados para la elaboración del estudio La cocina doméstica en la era de la globalización. Elaborado por Global Kitchen, cuenta con la opinión de personalidades provenientes del campo de la arquitectura, la gastronomía y la sociología así como las respuestas de trabajadores de más de 800 tiendas de ventas de cocinas de ocho países del mundo.
“De ser un sitio frío, oscuro, apartado de la zona más habitable de la casa, ha pasado a ser un espacio multifuncional en el que se hacen muchas cosas”, añade Capella. Y comer no es la principal: un 92% dice que usa este espacio de la casa para reunirse con amigos o familia, frente al 83% que lo utiliza principalmente para sentarse a la mesa. “La cocina evoluciona”, dice el chef Andoni Luis Aduriz, colaborador también en el estudio, “todo apunta a que acabaremos teniendo un par de electrodomésticos, que centralizarán varias aplicaciones y nos harán la vida más fácil. Imagina un frigorífico inteligente que te manda un mensaje al móvil y te dice qué es lo que te hace falta comprar”. Porque la cocina estará conectada (opina el 76% de los encuestados); el microondas, el lavavajillas o el horno serán smartelectrodomésticos (72%) y todos, eficientes y sostenibles (64%)
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“La conectividad será la principal innovación a corto plazo; por delante de las soluciones sostenibles”, resumen desde Instituto Silestone, impulsado por el Grupo Cosentino y centrado en la difusión de conocimiento en torno a la gastronomía. También se dará una profesionalización de la cocina doméstica: “Los chefs de alta cocina son una inspiración y dan pie a que surjan comunidades como los foodies”, dice Vayu Maini, investigador de las relaciones entre cocina y la ciencia en la Universidad de Harvard. “Ahora ese grupo va a tener la posibilidad de estar conectado, de hablar, mientras cocinan. También de intercambiar ideas, consejos y experiencias con nuevos aparatos”, apunta Maini.
También remarca la existencia de un creciente interés por la salud: “Una alimentación saludable no pasa solo por comprar productos orgánicos, sino también por realizar un aprendizaje sobre la manera en la que elaboramos las recetas”.
También remarca la existencia de un creciente interés por la salud: “Una alimentación saludable no pasa solo por comprar productos orgánicos, sino también por realizar un aprendizaje sobre la manera en la que elaboramos las recetas”.
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