Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

lunes, 27 de marzo de 2017

MIDIENDO LA HIPERINFLACIÓN DE VENEZUELA, UNA TAZA DE CAFÉ CON LECHE A LA VEZ. Semanario ABC 25 marzo 2017 Antonio María Delgado


Calcular la inflación en Venezuela puede ser algo difícil, en parte porque el régimen bolivariano esconde las cifras y en parte debido a la aguda escasez que afecta al país y a las distorsiones creadas por la disparidad entre el tipo de cambio oficial y el dólar en el mercado negro.
Un índice alterno
La agencia de noticias Bloomberg ha creado una herramienta que permite tener una idea: el Índice del Café Con Leche Venezolano, cálculo que se une al más universal Índice del Big Mac, elaborado por la revista The Economist, dentro del rango de indicadores informales.

Según el índice de Bloomberg, Venezuela deambula decididamente en el terreno de la hiperinflación, ya que el incremento del precio de una taza de café con leche servida en las panaderías del este de Caracas, durante las últimas 29 semanas hasta el 8 de marzo, equivalía a una tasa de inflación anualizada de 1,155 por ciento.
La agencia de noticias es la primera en admitir que el Índice del Café Con Leche no es tan sofisticado como un Índice de Precios al Consumidor (IPC), normalmente elaborado con base en una larga lista de productos.
Pero el indicador informal también tiene sus méritos, señala Bloomberg en su portal.
“Es tangible, actualizado con regularidad, y dado a que hace seguimiento de un producto consumido por los venezolanos todos los días, otorga una visión singular y detallada de la inflación en el país”, agrega la agencia.
La economía venezolana es actualmente vista por muchos como la más desequilibrada del planeta, plagada por las distorsiones creadas durante más de 15 años de políticas socialistas.
Muchos economistas actualmente se quejan los empresarios que aún producen en el país son obligados a vender por debajo de los costos de producción y que la disparidad entre los precios regulados y los del mercado negro a veces supera más del 1,000 por ciento.
Gran parte del problema en la tasa oficial que generaba el Banco Central residía en que muchos de los productos monitoreados para la elaboración del IPC escaseaban y los técnicos solían tomar el último dato registrado en sus cálculos.
Por otro lado, los técnicos no tomaban en cuenta las variaciones de precios en el mercado negro, que en medio de la grave crisis de escasez que sufre el país terminaba convirtiéndose en uno de los principales proveedores de productos de los venezolanos.

El índice Big Mac
De todos modos, el Banco Central dejó de divulgar meses atrás sus datos de inflación, en momentos en que la economía ingresaba en una espiral inflacionaria, lo que llevó a otros a comenzar a crear sus propias mediciones.
Entre éstos se encuentra la propia Asamblea Nacional, controlada por la oposición venezolana, que comenzó a llevar su propia medición y anunció en marzo una tasa de inflación anualizada de 741 por ciento.
Aunque esa cifra es inferior que el indicador de Bloomberg, el presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento, José Guerra, consideró que la tasa es muy alarmante.
Estos datos sugieren que está ocurriendo una “destrucción de la capacidad adquisitiva de los sueldos, salarios, pensiones y jubilaciones de los venezolanos”, dijo Guerra en un comunicado.
El concepto de utilizar el comportamiento en los precios de un producto para obtener una rápida e informal visión del estado general de una economía se popularizó con el desarrollo del índice del Big Mac.
Ese indicador, compara los precios de la conocida hamburguesa de McDonald’s en sus monedas locales para medir la disparidad en el poder adquisitivo entre un país y otro.
El índice está basado en la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), que sostiene el concepto de que “el dólar debe comprar la misma cantidad de bienes o servicios en todos los países”.
En el caso de Venezuela, la hamburguesa es vendida a un precio equivalente a $5.25, por encima del promedio de $5.06 que cuesta en Estados Unidos.
Sin embargo, ese cálculo se basa en la tasa de cambio Simadi, de 701.58 bolívares por dólar, instrumento cambiario que se usa poco porque la mayoría de los oferentes prefieren vender sus divisas en el mucho más lucrativo mercado negro.




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