Viajar a la capital de Austria puede evocar en primer lugar toda la música que ha nacido en ella, pero también es cuna de una de las tortas de chocolate más famosa del mundo y prueba de ello es que este pastel es una de sus mejores cartas de presentación en el extranjero.
Se trata de la deliciosa Sacher vienesa. Franz Sacher era aprendiz y tenía apenas 16 años de edad cuando en 1832 creó este pastel para la corte del príncipe de Metternich. La leyenda dice que su receta se cuidó celosamente con el pasar de los años, y si bien hoy este pastel es vendido en todo el país, solo algunos privilegiados cuentan con las indicaciones originales. Es el caso de los confiteros del Hotel Sacher en Viena.
Es por eso que los fanáticos del chocolate deben pasar por Austria alguna vez en su vida para degustar este dulce. No obstante, el mejor de estos pasteles se encuentra en Viena porque aunque en Austria hay muchos lugares donde probarlo, es en la capital donde hay dos sitios que la preparan según la receta original, del siglo XIX. Una es la pastelería Demel, cerca del Palacio Imperial de Hofburg; y el otro es el Hotel Sacher Wien, a una cuadra del edificio de la Ópera.
Los ingredientes de este pastel no son desconocidos y su increíble sabor se logra gracias a la cuidadosa preparación de cada uno de ellos.
Otros atractivos
Luego de probar esta increíble y sabrosa torta de chocolate, los turistas también tienen la posibilidad de recorrer este pequeño país y apreciar alguno de sus principales sitios turísticos. Uno de ellos es el Palacio Schönbrunn, un magnífico edificio de color amarillo y que resalta por sus hermosos y cuidados jardines. Esta mansión fue la residencia de verano de los Habsburgo y alberga además el zoológico más antiguo del mundo.
También destacan otros destinos como la Fortaleza Hohensalzburg, la Carretera Grossglockner y la Basílica Mariazell.
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