Sushi sí, pincho no
A la comida japonesa se le atraganta su caricatura. Pero salvo excepciones, va rumbo a convertirse no en un estilo nacional, sino en otro fast-food. El sushi tiene muchos seguidores. Cada vez más, desde que las sociedades occidentales incorporaron la ligereza como concepto ya no sólo saludable, sino de moda. La visión “de cadena” arruina su originalidad.
I
La popularidad del sushi, bocado estrella de la cocina japonesa, ha sido sacudida por la multitud de falsos expertos en preparar la especialidad. No solo aquí, sino en todo el mundo.
Confundida entre su éxito y la demanda de algunos clientes por comer algo de carne, algunas expresiones de restauración japonesa han incorporado los “pinchos” en los que se ensartan pequeñas albóndigas cocinadas al horno.
Si usted dice “no quiero pinchos”, lo tratan como en una cadena de comida rápida norteamericana. “Los pinchos vienen con la canoa”, responden. Quiero toda la canoa pero no pinchos, insiste usted. No es posible. En el estilo del fast-food que avanza en la comida japonesa fuera de Japón, no se pueden quitar ni sustituir bocados.
II
¿Dónde, con quién y en cuánto tiempo se formaron los especialistas en sushi, que abundan hoy en los sitios de comida de los centros comerciales, agencias de festejos, servicios de comida para llevar y algunos restaurantes? No se sabe.
Pero lo que sí resulta claro para quien paga, es que el resultado es desparejo. Es más. Usted entra a un restaurante de nombre, decorado al estilo y cocina japonesa y no se asombre si no consigue a un solo representante de esa nacionalidad.
Para completar la caricatura, todos los sushi-man del mercado latino reclaman el título de “maestro sushero”. No hay aprendices ni pasantes. Sólo maestros.
Masayoshi Kazato y Kensaku Yoshida fueron los dos maestros en sushi que trajo la embajada del Japón en 2010 a Venezuela. Ambos bordeaban entonces los 60 años de edad, y llevaban más de 30 en la especialidad. Respetadas autoridades en la comercialización e higiene del sushi en su país, eran también embajadores culinarios que demostraron su arte en París, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Moscú, Islandia, Noruega.
Al maestro Yoshida le preguntaron cuánto tiempo necesitó para aprender a elaborar sushi. Respondió brevemente: “Dediqué nueve años en aprender a cortar. Pero aún estoy perfeccionando el estilo…”
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