Por ROSANNA DI TURI @ROSANNADITURI / FOTOGRAFÍA:
GUSTAVO BANDRES @GUSTAVOBANDRES
29 DE OCTUBRE DE 2017 01:29 AM | ACTUALIZADO EL 29 DE
OCTUBRE DE 2017 10:01 AM
María Fernanda Di Giacobbe es una multiplicadora de buenos
anhelos con beneficios en plural. La creadora de Kakao bombonería, Cacao de
origen y lugares como Soma café, estrenó este año en Río Caribe de Paria un
taller escuela en el que se elaboran chocolates desde la barra y se difunden las
herramientas para lograrlos. “Allí llega gente de Caripe o Ciudad Bolívar.
Todos los días hay gente aprendiendo”.
Quien mereció el premio de la primera edición del Basque
Culinary World Prize para chefs del mundo con iniciativas de impacto
social, no descansa y dio con el lugar con historia personal para crear
allí el taller que apoyará emprendedores con los fondos logrados en ese
galardón. Será en el local donde tiempo atrás comenzara su historia de sabores
en mesas públicas con La Paninoteca. “Allí tendremos 90 metros cuadrados
reservados a laboratorio y 60 metros a aula de clases. También habrá una
tienda. La idea es que las emprendedoras que se han formado con las
alianzas de Trabajo y Persona, el Fondo Social Miranda o la Fundación Macuare,
lleguen a otro nivel”.
La suma de esfuerzos de esas iniciativas, en las que
Di Giacobbe ha sido aliada, ha logrado darle las bases a más de 8.000
emprendedoras para que logren sus propias empresas trabajando el chocolate.
Ahora Di Giacobbe se empeña en que tengan un lugar donde avancen en ese
conocimiento. “Lo más importante es sacar a la gente el ‘no’ de la cabeza. El
no puedo porque no tengo dinero, por ejemplo”.
En ese camino, este año ha propuesto encuentros en el
Trasnocho Cultural, situado en Paseo Las Mercedes. Varios lunes aprovechan que
cierra su local Soma café para, con un grupo de empeñados en el buen chocolate
venezolano, orientar a quienes se inician en estos emprendimientos para
mejorar sus tabletas y empaques. Los que alcanzan un nivel superior pueden
ofrecer sus creaciones en uno de los puestos de venta que están en la antesala
de los teatros.
Tras estas apuestas está la visión desde el arraigo, el
sentido social, la convicción de alcanzar los logros con trabajo y el cacao
venezolano cómo fuente de progreso. “El cacao es una guía. Siempre nos ha
hablado, pero no lo hemos escuchado. Es identidad, es tradición, es economía”.
En el camino plural por recorrer hay mucho por hacer. “Yo creo que
tenemos que revisar nuestros valores. No hay porqué tratar de ser vivos ni
decir que no hay oportunidades. Aquí hay que trabajar”.
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