Cabello de
ángel: fuente de nutrientes
Con
su pulpa se prepara un dulce típico de la navidad venezolana
Contiene micronutrientes, fibra, potasio, betacarotenos, provitamina A,
vitamina C, vitamina E y del grupo B CORTESÍA
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EDÉN VALERA , ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL| EL UNIVERSAL
sábado 29 de septiembre de 2012 12:00 AM
Pertenece a la familia Cucurbita
ficifolia y es una planta herbácea, parásita, originaria de
las tierras altas de México y de América Central, conocida por su fruto con el
cual se prepara un exquisito dulce fibroso típico de la navidad en Venezuela.
También es conocido como calabaza confitera, cidracayote, chilacayote, alcayota, alcayote, cayote, chiverre, cidra, sambo, calabacito, pampanita y zapallo. Su nombre genérico de origen latino significa calabaza y el específico ficifolia expresa hoja de higo.
Se cultiva en las zonas altas con clima templado de América, África y Asia. En nuestro país se siembra mayormente en los Andes. Si las condiciones son favorables, una planta puede dar hasta 50 frutos.
Esta hierba perenne tiene tallos trepadores largos, ásperos y robustos que pueden alcanzar hasta los 15 metros y arroja una suerte de zarcillos para trepar en la vegetación adyacente; las hojas son lobuladas, y las flores de color amarillo pálido.
Los frutos son oblongos hasta casi globulares de color verde con dibujos blancos o solo blancos. La cáscara es dura, la pulpa es jugosa, blanca y tan fibrosa que, después de cocida, se asemeja a una cabellera enredada, y con ella se hace el dulce en almíbar conocido con el nombre de Cabello de ángel.
Puede tener hasta 500 semillas con forma aplanada y color marrón o negro dependiendo de la variedad.
Es rico en micro nutrientes y fibra, betacaroteno, vitaminas A, B, C y E, potasio, calcio, hierro, y fósforo; pero el valor nutritivo más importante se encuentra en las semillas, cuyo consumo representa un aporte considerable de proteínas.
Múltiples usos
Los frutos son muy apreciados en la elaboración de dulces y en diversos usos en pastelería. Las semillas se consumen crudas o tostadas y son muy valoradas en la elaboración de dulces, barras energéticas y granolas con alto contenido de fibra.
Una infusión de pulpa fresca de Cabello de ángel con jugo de limón se toma para las enfermedades hepáticas y los problemas de la piel. El jugo es un alimento refrescante que en los estados febriles regula la temperatura y, además, tiene una acción diurética. Las flores, los brotes y el fruto verde, pelado y hervido, se utilizan como si fueran verdura.
Unas tajadas delgadas de la fruta de Cabello de ángel aplicadas durante 30 minutos sobre el rostro muy limpio sirve como mascarilla humectante para la piel seca. Se enjuaga con agua fría.
Con los tallos, hojas y flores de la planta molidos en un mortero y mezclados con vaselina se prepara una pomada con propiedades antisépticas. Las cataplasmas elaborados con esta planta se utilizan, con muy buenos resultados, en las llagas y en los tumores inflamados.
Aseguran que durmiendo en colchones y almohadas rellenas de la planta y siguiendo un tratamiento a base de jugo de limón, los reumáticos obtienen beneficios considerables.
En algunas zonas esta herbácea se emplea como patrón para el injerto de plantas de melón. Las semillas son el ingrediente principal de las palanquetas, un postre típico de la región mexicana de Chiapas. El dulce de Cabello de ángel con piña puede ser consumido sin consecuencias por los celíacos.
También es conocido como calabaza confitera, cidracayote, chilacayote, alcayota, alcayote, cayote, chiverre, cidra, sambo, calabacito, pampanita y zapallo. Su nombre genérico de origen latino significa calabaza y el específico ficifolia expresa hoja de higo.
Se cultiva en las zonas altas con clima templado de América, África y Asia. En nuestro país se siembra mayormente en los Andes. Si las condiciones son favorables, una planta puede dar hasta 50 frutos.
Esta hierba perenne tiene tallos trepadores largos, ásperos y robustos que pueden alcanzar hasta los 15 metros y arroja una suerte de zarcillos para trepar en la vegetación adyacente; las hojas son lobuladas, y las flores de color amarillo pálido.
Los frutos son oblongos hasta casi globulares de color verde con dibujos blancos o solo blancos. La cáscara es dura, la pulpa es jugosa, blanca y tan fibrosa que, después de cocida, se asemeja a una cabellera enredada, y con ella se hace el dulce en almíbar conocido con el nombre de Cabello de ángel.
Puede tener hasta 500 semillas con forma aplanada y color marrón o negro dependiendo de la variedad.
Es rico en micro nutrientes y fibra, betacaroteno, vitaminas A, B, C y E, potasio, calcio, hierro, y fósforo; pero el valor nutritivo más importante se encuentra en las semillas, cuyo consumo representa un aporte considerable de proteínas.
Múltiples usos
Los frutos son muy apreciados en la elaboración de dulces y en diversos usos en pastelería. Las semillas se consumen crudas o tostadas y son muy valoradas en la elaboración de dulces, barras energéticas y granolas con alto contenido de fibra.
Una infusión de pulpa fresca de Cabello de ángel con jugo de limón se toma para las enfermedades hepáticas y los problemas de la piel. El jugo es un alimento refrescante que en los estados febriles regula la temperatura y, además, tiene una acción diurética. Las flores, los brotes y el fruto verde, pelado y hervido, se utilizan como si fueran verdura.
Unas tajadas delgadas de la fruta de Cabello de ángel aplicadas durante 30 minutos sobre el rostro muy limpio sirve como mascarilla humectante para la piel seca. Se enjuaga con agua fría.
Con los tallos, hojas y flores de la planta molidos en un mortero y mezclados con vaselina se prepara una pomada con propiedades antisépticas. Las cataplasmas elaborados con esta planta se utilizan, con muy buenos resultados, en las llagas y en los tumores inflamados.
Aseguran que durmiendo en colchones y almohadas rellenas de la planta y siguiendo un tratamiento a base de jugo de limón, los reumáticos obtienen beneficios considerables.
En algunas zonas esta herbácea se emplea como patrón para el injerto de plantas de melón. Las semillas son el ingrediente principal de las palanquetas, un postre típico de la región mexicana de Chiapas. El dulce de Cabello de ángel con piña puede ser consumido sin consecuencias por los celíacos.
Dulce de Cabello de Ángel con Piña
Otro dulce famoso en la dulcería criolla de nuestro país es el cabello de ángel, con piña o sin ella, es un dulce de sabor suave que se intensifica un poco cuando está presente la piña. El dulce debe su nombre a la fruta que se le llama cabello de ángel, también conocida como zapallo y que se nombró cabello de ángel por las finas y suaves hilachas que forma. La preparación del dulce requiere cierta atención como la mayoría de los dulces en almíbar pero el resultado es maravilloso y su duración es extensa. El secreto de este dulce está en respetar las medidas de azúcar y agua por kilo de fruta y respetar su tiempo de cocción.
Ingredientes
- Cabello de ángel ó zapallo duros
- Piñas amarillas
- Azúcar blanca
- Agua
Preparación
Primero prepare las frutas de la siguiente manera: pele el cabello de ángel y sancóchelo, extráigale las pepas y desmenúcelo con las manos, luego exprímalo. Las piñas se pelan con un cuchillo filoso y se les retiran todos los ojitos, píquelas por la mitad en forma vertical y saque 12 lonjas y en forma horizontal 20 lonjas. Pese las frutas y por cada kilo de fruta pese 1.500 kilo de azúcar y medio litro de agua. Coloque todos los ingredientes en una olla amplia cocinándolo por 2 horas y media a fuego medio y tapado, revolviendo esporádicamente para que no pegue el fondo. Cuando este en su punto deje reposar y envase en envases previamente esterilizados.
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