Obesos corren tres veces más peligro de sufrir hipertensión
Una pérdida de 3 o 4 kilogramos incide de manera positiva en la salud
Combinar una dieta balanceada con actividad física CORTESÍA
EL UNIVERSAL
martes 23 de abril de 2013 12:00 AM
El riesgo de sufrir hipertensión es tres veces mayor en una persona obesa en comparación con una que posee el peso adecuado a su tamaño, según especialistas en gastroenterología.
Según la doctora Rorayma Valero, médico gastroenterólogo venezolano, la reducción de peso es uno de los factores más importantes en el tratamiento de la hipertensión arterial. "En muchos pacientes constituye el único tratamiento, sin necesidad de añadir medicación", asegura la especialista.
Una pérdida de peso de 3 o 4 kilogramos, aunque con ello no se alcance el peso ideal, repercute de forma positiva en diversos aspectos: controla la tensión arterial, mejora la respuesta del tratamiento farmacológico de la hipertensión, ayuda a la tolerancia a la glucosa, colabora con la regulación de los niveles de colesterol y ácido úrico, además de facilitar el trabajo cardíaco y la respiración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda prevenir y tratar la obesidad combinando una alimentación balanceada y la poca ingesta de sodio con la práctica regular de alguna actividad física, especialmente en la población adulta.
De acuerdo a la OMS, la hipertensión arterial es una enfermedad no transmisible que causa cerca de la mitad de las muertes por apoplejía y problemas cardíacos en el mundo. Mientras que la obesidad alcanza al menos a 12% de la población mundial, cuya mayoría se concentra en el continente americano, con 26% del índice total.
Según la doctora Rorayma Valero, médico gastroenterólogo venezolano, la reducción de peso es uno de los factores más importantes en el tratamiento de la hipertensión arterial. "En muchos pacientes constituye el único tratamiento, sin necesidad de añadir medicación", asegura la especialista.
Una pérdida de peso de 3 o 4 kilogramos, aunque con ello no se alcance el peso ideal, repercute de forma positiva en diversos aspectos: controla la tensión arterial, mejora la respuesta del tratamiento farmacológico de la hipertensión, ayuda a la tolerancia a la glucosa, colabora con la regulación de los niveles de colesterol y ácido úrico, además de facilitar el trabajo cardíaco y la respiración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda prevenir y tratar la obesidad combinando una alimentación balanceada y la poca ingesta de sodio con la práctica regular de alguna actividad física, especialmente en la población adulta.
De acuerdo a la OMS, la hipertensión arterial es una enfermedad no transmisible que causa cerca de la mitad de las muertes por apoplejía y problemas cardíacos en el mundo. Mientras que la obesidad alcanza al menos a 12% de la población mundial, cuya mayoría se concentra en el continente americano, con 26% del índice total.
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