El aceite de oliva virgen extra Henri Mor es un producto 100% natural. Se elabora con el zumo de la oliva arbequina y nada más, sin aditivos, conservantes ni colorantes. Es 100% fresco, cualidad proveniente de la extracción en frío, lo que le otorga elegancia. Es virgen y de calidad extra, categoría afamada entre los conocedores", explica Henri Alegría, director de la firma y especialista en Cata y Análisis Sensorial de Aceite de Oliva Virgen Extra
El aceite de oliva virgen extra Henri Mor tiene su origen en la provincia catalana de Lérida de Juncosa de Las Garrigas, región rica en arbequina, un fruto que va del olivo al paladar. Este aceite tiene el sello de una familia que trabaja en ese pueblo de 438 habitantes que restaura el orgullo catalán.
Tiene su origen en el pequeño pueblo de Juncosa al sur de la comarca de Les Garrigues, en Lleida, Cataluña. “Esta tierra tiene condiciones ideales: la tierra áspera y el clima seco, como corresponde a la altura de 575 metros sobre el nivel del mar, lo que hace el crisol perfecto para el cultivo de la arbequina, variedad de oliva traída de Tierra Santa hace más de nueve siglos y procesada acá con un método tradicional que respeta el espacio para cada olivo”, resalta Henri Alegría. "Esta tierra y nuestros productos cuentan con la Denominación de Origen Protegida”, afirma Alegría.
Destaca que Juncosa de Les Garrigues cuenta con tan solo 438 habitantes, que con su esfuerzo ha moldeado su geografía hasta convertirla en un olivar imposible de hallar en otra zona del mundo. En este video cuentan un poco de su historia:
Ya está en Venezuela
Este aceite de oliva ya está disponible en Venezuela. Los conocedores lo describen como un aceite de sabor equilibrado, sedoso, elegante y fresco. En boca saluda con dulzura y se despide con agradable picor. Frutado ligero con notas a manzana, almendra, plátano y alcachofa.
Alegría detalla su proceso de elaboración: “A mediados de octubre y principios de noviembre de cada año se inicia la cosecha de la oliva a través de la recolección manual o empleando una maquinaria especial, vibradores o peinadoras, y mallas donde son recibidas. Esta es la oliva que no toca el suelo. La delicadeza del proceso de recolección garantiza un fruto cuidado y protegido para obtener su mejor esencia”.
Las olivas son trasladadas a la almazara el mismo día y son procesadas inmediatamente para extraer su frescura y mantener sus propiedades intactas. Se realiza la molienda, se mezcla para la extracción en frío, sin adición de agua. La mezcla es dos veces centrifugada y luego filtrada. Posteriormente el aceite es almacenado en tanques de acero inoxidable cerrados herméticamente para su conservación. El envasado se realiza sobre pedido para mantener las propiedades organolépticas en botellas oscuras que lo protegen de la luz.
Camino a Nueva York
“Queremos compartir con el mundo este aceite único en su clase y hacer tributo al esfuerzo, tradición y calidad de nuestros antecesores, llevando este oro líquido a la más grande competición que existe en su categoría: la New York International Olive Oil Competition que se celebrará en abril de 2017”, afirma Henri Alegría.
Obtener una medalla en esta competición nos permitiría mostrar al mundo la calidad de nuestro producto y rompería muchas barreras para nuestra pequeña empresa en su comercialización”, argumenta Alegría.
Llegar a la New York International Olive Oil Competition les permitirá penetrar nuevos mercados, tarea ardua para una empresa familiar pues requiere grandes inversiones de dinero.
Competir con las más grandes marcas de aceite de oliva en el mundo conlleva a prepararnos como los atletas para las olimpíadas. Escoger nuestros mejores olivos, recibir asesoría de los mejores expertos españoles en el manejo, recogida y procesamiento de nuestra arbequina, mezclar tradición y ciencia, extraer en frío la mejor esencia nos llevará paso a paso a brindar nuestro mejor aceite de Juncosa al resto del mundo. Nosotros competimos con grandes marcas, pero tenemos algo que ellas no tienen: más de 200 años de tradición en el cultivo de la arbequina y el corazón de la gente trabajadora de Cataluña. El proyecto Henri Mor es una excelente razón para que la gente joven de Juncosa se quede en su pueblo, trabaje, crezca y mantenga su familia unida”, argumenta Henri Alegría.
Para obtener parte de esos fondos están en Kickstarter, la más grande plataforma para solicitar financiamiento de proyectos.
En Kickstarter, la firma detalla lo que harán con las contribuciones: Favorecer la recogida temprana de las olivas para realzar las propiedades, potenciar los atributos de este aceite y competir con las marcas más prestigiosas en las premiaciones internacionales de aceite de oliva; empoderar a otros agricultores de la comarca de Les Garrigues con innovaciones en materia de clasificación y recolección temprana de las olivas para potenciar el producto final y obtener reconocimiento internacional; adquirir una finca que cuenta con olivos centenarios de gran potencial para incorporarla en un nuevo esquema de producción con recogida temprana del fruto; asistir a la New York International Olive Oil Competition en abril de 2017 y promocionar el aceite de oliva virgen extra Henri Mor en los mercados de Estados Unidos y Europa, así como los beneficios del consumo de aceite de oliva en la salud.
El equipo de esta firma está integrado por Henri Alegría, especialista en Cata y Análisis Sensorial de Aceite de Oliva Virgen Extra; Albert Guiu, integrante de la Junta Directiva de la Almazara de Juncosa, productor de Aceite de Oliva Virgen Extra con más de 20 años de experiencia; Carlos Guiu, productor de Aceite de Oliva Virgen Extra con más de 20 años de experiencia; María Gregori, licenciada en Química, MSc. Ciencias del Suelo y Especialista en Dinámica de Sistemas; Anthony Hernández, licenciada en Comunicación Social, diseñador gráfico y Yamila Alegría, licenciada en Química. “Mi familia me apoya en este proyecto”, puntualiza Henri Alegría.
El nacional 23 DE OCTUBRE 2016 - 12:01 AM
Notas de Cata
Finca Las Moras
Argentina sigue presente en el mercado, a pesar de los pesares. Luego de una oferta explosiva de sus vinos, más o menos entre 2005 y 2013, la avalancha de etiquetas gauchas fue un festín de aromas y sabores, estilos y búsquedas enológicas. Cerca de 300 etiquetas desfilaron por los anaqueles del país, fortaleciendo así la relación del consumidor vernáculo con la vitivinicultura argentina. Inolvidables años fueron esos, siendo sin saberlo Venezuela –como casi siempre pasa en todo–, uno de los destinos principales a nivel mundial del vino mendocino y salteño.
Finca Las Moras, a la sazón pujante bodega fundada en 2001 en San Juan por el grupo Peñaflor, importada al país por Imalbeca, C. A., llegaba al mercado en 2008, a competir con un ejército de otras cumplidoras y loables marcas. Hoy, gracias a la terquedad y compromiso de sus importadores, permanece en el mercado, ofreciendo a viejos y nuevos consumidores, un modo de concebir y entender el vino desparpajado y alegre, donde la fuerza de la fruta y el atributo de sus variedades late por todos lados. Las Moras quiere frescor, sin amaneramientos ni trampas. El latido de la uva, joven y goloso, es su principal argumento.
Por lo pronto, tenemos disponibles cuatro de sus vinos jóvenes, todos cosecha 2016, sin paso por roble, pletóricos de fruta fresca, llamados por ellos ‘varietales’: Las Moras Sauvignon Blanc, Las Moras Pinot Grigio, Las Moras Malbec, Las Moras Cabernet Sauvignon. Aquí el argumento es el frescor de la fruta, la adecuada acidez y la uva fácil y amigable que derrocha cada variedad. Versatilidad y vino, de ser posible, para todos los días.
Por su parte, Alma Mora Malbec y Alma Mora Cabernet Sauvignon, ambos 2014 y cosechados en el Valle de Tulum a 650 metros de altura, con un paso de 40% del vino por roble, ofrecen mejor intensidad pero sin renunciar al frescor y los argumentos de cada vidueño. Especiados, aromáticos y sabrosos, Alma Mora encarna vinos más persistentes y completos. Imposible pedirles más. ¡Salud!
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