Con langosta cualquier receta da resultado
En las cocinas caraqueñas se aprovecha el ingrediente para elaborar platos novedosos que compiten con los tradicionale
Las primeras langostas de la temporada llegaron a Caracas desde Los Roques el pasado 2 de octubre, un día después de que finalizara la veda que la protege y que nuevamente entrará en vigencia el 31 de enero de 2017. Desde entonces, en los menús de los restaurantes caraqueños que la ofrecen no faltan las sugerencias.
¿Ejemplos? El chupe de langosta de D.O.C., con crema de papas y tope de casabe; el fetuccini de Moreno, plato para el cual se utiliza el ingrediente estofado, después de saltear la pasta en su bisque; y el perro caliente de La Casa Bistró, que se sirve en pan de brioche para cuya preparación se añade algo más de mantequilla de lo que exige la receta, dorado a la plancha y relleno con ensaladilla de langosta. ¿El aderezo? Mayonesa casera –con perejil, ciboulette, pepinillo, ajo y limón– y tope de cebolla encurtida. De contorno, una ración de papas fritas.
“Es una versión del plato tradicional de Maine”, explica Francisco Abenante, chef de La Casa Bistró, quien prefiere trabajar con langostas de un kilo, como exige la ley, seguro de la importancia que tiene cumplir con la norma en las cocinas, para garantizar la abundancia del recurso.
Con Abenante coincide Israel Correa, jefe de cocina de D.O.C., que además del chupe mencionado ofrece la langosta en ceviche y tiradito, platos en los que se acompaña con caqui, uchuva y tomate de árbol; en ensalada, con pimpollo de berro, túpiro de Amazonas y queso tipo parmesano de Falcón; en fetuccini de kale, salteada con vegetales en mantequilla noisette, y en risotto de tomates, con espuma de albahaca; y como acompañante de los hongos porcini que llegan al local provenientes de Mérida.
¿Más? Los platos que elabora Correa para Café Arábica, local hermano de D.O.C. donde los huevos benedictinos se acompañan desde el pasado 2 de octubre con rebanadas de langosta, y las arepas y empanadas se rellenan con el guiso que se elabora con la carne de sus patas y antenas.
En Margarita
La langosta también llegó a La Casa de Rubén, el restaurante del chef Rubén Santiago en Porlamar, donde el ingrediente se luce en dos platos: en el asopado, al cual el cocinero añade crema de guacuco, y en cazuela, preparación en la que se acompaña con pulpo. “El mayor atractivo de este plato es la mezcla de texturas que ofrecen ambas proteínas, una fibrosa y otra muy suave”, agrega el cocinero, que finaliza el plato con un rocío de Pernod, encantado con los buenos resultados obtenidos con la veda que protege a la langosta.
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