Gastroetc: Viaje a la fábrica de Savoy
En la fábrica de Nestlé Savoy, situada en Santa Cruz de Aragua, hay un pasillo por el que cada mañana transitan los empleados en medio de un aroma tentador: huele a chocolate con la generosidad que otorga el cacao de este país. El perfume sale por los ductos de la planta de refinado y conchado. “Queremos que todos recuerden que trabajamos con chocolate venezolano”, afirma Samuel Castillo. Él está a cargo de una de las líneas de la planta donde se elaboran productos que son parte del repertorio de sabores de este gentilicio. Si esto es posible ahora es porque hace 75 años los hermanos Roberto, Fernando y Rodolfo Beer, oriundos de Austria, se unieron a John Millar, venezolano de raíces escocesas, para crear Savoy, que desde 1988 está en manos de Nestlé.
Visitar la planta donde se fabrican desde el Toronto hasta el Cocosette es algo que detona el imaginario. Al llegar se constata que para acceder a esos dominios es necesario un riguroso proceso de indudable asepsia. Sólo se entra con bata, gorro, botas y tapaboca al lugar donde el cacao, que llegó de distintas regiones de Venezuela, fue seleccionado, decascarillado y tostado, para obtener el licor de cacao, que junto al azúcar y la leche se transformará en parte del chocolate que ofrecen. En tanques enormes lo refinan hasta conseguir la textura adecuada, y en 12 conchas capaces de recibir 3.000 kilos cada una se transforma en chocolate líquido y espeso. Todos los días y cada dos horas, 15 trabajadores del panel de cata prueban la variedad de productos que de allí saldrán para confirmar que son fieles al sabor que se espera. Una parte del oficio que muchos agradecerían.
A propósito de su 75° aniversario la marca ideó una convocatoria a través de las redes sociales: en la página de Facebook Savoy Nestlé proponen un ejercicio en el que cada quien puede crear su chocolate y, al final, descubrir que el ejercicio revela algún rasgo de la personalidad
Con gusto a Perú
Caracas siempre ha agradecido los lugares que proponen cocinas de otros países para brindar ese pasadizo sin escalas y por el paladar hacia ellos. Perú, con el bien cocinado orgullo por sus sabores, tiene en la capital varias propuestas para probar platos emblemáticos, como sus ceviches, las causas limeñas o lomos saltados. 24 de esos restaurantes, muchos sencillos y auténticos, se encuentran ahora descritos en Perú está sabroso, una guía digital propiciada por la embajada de ese país. Allí se revelan los detalles e historias de restaurantes como El Tizón o de lugares como el mercado peruano, que cada domingo abre en Quebrada Honda. La investigación la hizo la periodista Ligia Velásquez.
Imprimieron varios ejemplares, que no están a la venta, pero toda la información está en su página web: www.peruestasabroso.com.Prometen actualizarla regularmente con las novedades.
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