Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

sábado, 3 de enero de 2015

La vida en una burbuja Encanto, frescor, deliciosa embriaguez. Vino fascinante capaz de tocar el espíritu humano allí donde otros no pueden, para hacerlo transitar por territorios insospechados de sensibilidad y euforia.

CARPE VINUM

La calidad del champaña viene dada esencialmente por la fineza de la burbuja

VLADIMIR VILORIA |  EL UNIVERSAL
sábado 3 de enero de 2015  12:00 AM
La vida en una burbuja
Encanto, frescor, deliciosa embriaguez. Vino fascinante capaz de tocar el espíritu humano allí donde otros no pueden, para hacerlo transitar por territorios insospechados de sensibilidad y euforia.

Consecuencia del méthode champenoise -segunda fermentación en botella donde se obtiene la fina burbuja- el champán se caracteriza por su elegancia y rica complejidad.

La Denominación de Origen Controlado que delimita la región de Champagne, es de las más rigurosas del mundo y controla desde la clasificación de los viñedos o la producción de kilos por hectárea, hasta el tiempo de crianza del vino en contacto con las levaduras muertas -un mínimo de 12 meses-, luego de obtenida la burbuja, que a veces puede durar hasta más de diez años en los mejores champañas.

Grosso modo, se pudiera decir que hay dos grandes familias de champaña, aquellas que expresan el carácter jovial de la uva, siempre muy francos y directos, esencialmente frescos y sabrosos pero poco complejos, y otros más ricos en matices donde las notas a levadura, pan tostado, trufas, flores, cítricos, caramelo o miel, matices obtenidos gracias a vinificaciones más cuidadas y al tiempo de crianza, sello de su personalidad y carácter.

La calidad del champaña viene dada esencialmente por la fineza de la burbuja. Mientras más pequeñas y delicadas mejor. En la copa fluirán hacia arriba en una corriente continua y rápida desde el fondo. Variaciones en la limpieza de la copa pueden afectar drásticamente el flujo de esas burbujas. El balance y equilibrio entre fruta, dulzor y acidez son absolutamente importantes.

La textura en boca, en los buenos champañas, debe ser crujiente, untuosa y persistente. Si el post-gusto es amargo, esa condición es muestra de una calidad mediocre.

Sobra decir que el champaña es mucho más que un aperitivo. Coma con él, déjese de prejuicios y verá lo bien que funciona con frutos de mar, pescados, carnes blancas, jamón ibérico o de Parma.

Frágil, debe consumirse lo más rápido posible después que sale al mercado. Solamente los millesimé resisten con dignidad el paso del tiempo.

Por lo general no se guarda, y su gran argumento es el frescor.

Es preciso comprarlo donde haya rotación comprobada del producto o directamente a sus distribuidores.

El último trimestre del año comienza a llegar fresco desde Francia y es el momento apropiado para comprar y disfrutar mejor sus peculiares atributos.

Regálese un buen champán estas pascuas y por qué no, hasta en el Día de Reyes, que bien merecido se lo tiene.

¡Salud y feliz 2015!

vladimirviloria@gmali.com

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