El perejil, fuente de vitaminas y minerales
Contiene flavonoides que protegen el sistema cardiovascular
Sus hojas enriquecen el sabor de sopas, ensaladas y carnes y su raíz es utilizada como verdura CORTESÍA
EDÉN VALERA | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 22 de febrero de 2014 12:00 AM
Oriundo de varios países ubicados en la cuenca del Mediterráneo, el perejil(Petroselinum crispum de la familia Umbelífera) es una hierba que se cultiva por sus hojas utilizadas como condimento y como planta medicinal.
Su existencia se conoció porque los griegos lo preparaban como medicina; los médicos Hipócrates y Galeno lo mencionan en sus obras; era utilizado por los anglosajones para tratar las fracturas del cráneo ocurridas en combate; Plinio dijo que todas las salsas de su época contenían perejil; y según las leyendas formaba parte de las pociones que las brujas utilizaban para poder volar sobre sus escobas.
Actualmente se cultiva en todo el mundo en huertos, jardines, comercialmente, y es silvestre en caminos, muros y andenes de toda Europa y parte de Asia.
Es una planta herbácea de hasta un metro de altura, con raíz carnosa; tallos inclinados con hojas lisas o rizadas según la variedad; pequeñas flores de color blanco amarillento, y una de las aromáticas más populares de la gastronomía mundial.
Prefiere los climas cálidos, pero resiste bien el frío, por lo cual se puede cultivar en todo tipo de clima, y en cualquier terreno; es el vegetal verde más rico en betacaroteno, un importante antioxidante e inmunoprotector.
Contiene vitaminas A y C, calcio, hierro, fósforo, boro, flúor, calcio, magnesio, y potasio, pero sus componentes vitamínicos se pierden cuando se cocina.
Es la hierba más usada en las cocinas americana y europea; sus raíces, tallos, hojas y semillas se puede emplear en cualquier plato salado, añadiéndolo a sopas, mayonesas, vinagretas, ensaladas; su tallo es un ingrediente básico para el bouquet garni.
Es un componente esencial en el omelette de finas hierbas y en la ensalada árabe tabule; la mantequilla con perejil y ajo es la forma clásica de acompañar los caracoles.
Los principales países productores son Holanda, Italia, Francia, e Israel.
Otros usos
El mejor método que se conoce para eliminar el olor a ajo en el aliento es masticar una ramita de perejil.
El aceite esencial obtenido de sus semillas se utiliza como aromatizante en la industria cosmética, en la perfumería y en jabones.
Tanto la raíz como la semilla aparecen registradas en farmacopeas europeas, y uno de sus componentes, el apiol, descubierto en 1849, se comprobó que era efectivo en la cura de la malaria y problemas asociados a ella.
Los herboristas chinos y alemanes recomiendan tomarlo como un té para regular la hipertensión, y los indios Cherokee lo usan como medicamento tónico para mejorar el rendimiento de la vejiga urinaria.
El aceite esencial del perejil estimula el apetito e incrementa el flujo sanguíneo al estómago y al útero, por lo que se ha venido utilizando como ayuda para la digestión y para regular la menstruación.
El consumo de sus raíces activa los riñones y disminuye las inflamaciones de la próstata.
Una taza de perejil picado aporta la misma cantidad de calcio que un vaso con leche pero, además, al aportar simultáneamente vitamina C y magnesio, la absorción del calcio mejora hasta 50 veces.
Una infusión con la raíz, las semillas o con los tallos y hojas sirve para combatir las infecciones de las vías urinarias, la retención de líquido en el organismo; y para prevenir los cálculos renales.
Promueve el flujo menstrual, combate los dolores de la menstruación; incrementa las secreciones gástricas; es suavemente laxante y combate los gases y las putrefacciones intestinales. Consumido en exceso puede ocasionar fiebre, mareos, problemas gastrointestinales y excitación nerviosa.
Su existencia se conoció porque los griegos lo preparaban como medicina; los médicos Hipócrates y Galeno lo mencionan en sus obras; era utilizado por los anglosajones para tratar las fracturas del cráneo ocurridas en combate; Plinio dijo que todas las salsas de su época contenían perejil; y según las leyendas formaba parte de las pociones que las brujas utilizaban para poder volar sobre sus escobas.
Actualmente se cultiva en todo el mundo en huertos, jardines, comercialmente, y es silvestre en caminos, muros y andenes de toda Europa y parte de Asia.
Es una planta herbácea de hasta un metro de altura, con raíz carnosa; tallos inclinados con hojas lisas o rizadas según la variedad; pequeñas flores de color blanco amarillento, y una de las aromáticas más populares de la gastronomía mundial.
Prefiere los climas cálidos, pero resiste bien el frío, por lo cual se puede cultivar en todo tipo de clima, y en cualquier terreno; es el vegetal verde más rico en betacaroteno, un importante antioxidante e inmunoprotector.
Contiene vitaminas A y C, calcio, hierro, fósforo, boro, flúor, calcio, magnesio, y potasio, pero sus componentes vitamínicos se pierden cuando se cocina.
Es la hierba más usada en las cocinas americana y europea; sus raíces, tallos, hojas y semillas se puede emplear en cualquier plato salado, añadiéndolo a sopas, mayonesas, vinagretas, ensaladas; su tallo es un ingrediente básico para el bouquet garni.
Es un componente esencial en el omelette de finas hierbas y en la ensalada árabe tabule; la mantequilla con perejil y ajo es la forma clásica de acompañar los caracoles.
Los principales países productores son Holanda, Italia, Francia, e Israel.
Otros usos
El mejor método que se conoce para eliminar el olor a ajo en el aliento es masticar una ramita de perejil.
El aceite esencial obtenido de sus semillas se utiliza como aromatizante en la industria cosmética, en la perfumería y en jabones.
Tanto la raíz como la semilla aparecen registradas en farmacopeas europeas, y uno de sus componentes, el apiol, descubierto en 1849, se comprobó que era efectivo en la cura de la malaria y problemas asociados a ella.
Los herboristas chinos y alemanes recomiendan tomarlo como un té para regular la hipertensión, y los indios Cherokee lo usan como medicamento tónico para mejorar el rendimiento de la vejiga urinaria.
El aceite esencial del perejil estimula el apetito e incrementa el flujo sanguíneo al estómago y al útero, por lo que se ha venido utilizando como ayuda para la digestión y para regular la menstruación.
El consumo de sus raíces activa los riñones y disminuye las inflamaciones de la próstata.
Una taza de perejil picado aporta la misma cantidad de calcio que un vaso con leche pero, además, al aportar simultáneamente vitamina C y magnesio, la absorción del calcio mejora hasta 50 veces.
Una infusión con la raíz, las semillas o con los tallos y hojas sirve para combatir las infecciones de las vías urinarias, la retención de líquido en el organismo; y para prevenir los cálculos renales.
Promueve el flujo menstrual, combate los dolores de la menstruación; incrementa las secreciones gástricas; es suavemente laxante y combate los gases y las putrefacciones intestinales. Consumido en exceso puede ocasionar fiebre, mareos, problemas gastrointestinales y excitación nerviosa.
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