La cebada es refrescante y depurativa
Es la principal materia prima de la industria cervecera
Contiene clorofila, que por contar con una estructura similar a la hemoglobina, aumenta el transporte de oxígeno en sangre CORTESÍA
EDÉN VALERA | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 17 de agosto de 2013
Originaria de Asia occidental y África nororiental, la cebada (Hordeum vulgare de la familia de las gramíneas) es el cereal más antiguo como alimento para humanos y animales, y el quinto más cultivado en el mundo.
Fue un producto importante para el desarrollo de la civilización egipcia y es nombrada en el libro del Éxodo; los griegos y los romanos la utilizaban para elaborar pan, y era la base de la alimentación de los gladiadores romanos. En Suiza se encontraron restos calcinados de tortas elaboradas con granos de cebada y de trigo toscamente molidos que datan de la Edad de Piedra.
En Inglaterra hasta el siglo XVI los pobres solo tenían permitido consumir pan de cebada mientras que el de trigo estaba destinado a la clase alta; a medida que el trigo y la avena se fueron haciendo más asequibles, se acabó con el uso de la cebada para hacer pan.
La cebada es una planta anual representada por dos importantes especies cultivadas: Hordeum distichon L., que se emplea para la obtención de la cerveza y la malta, y Hordeum hexastichon L., que se utiliza como forraje para la alimentación animal; crece en suelos drenados que no necesitan ser tan fértiles. El grano es más grueso en el centro y puntiagudo en ambos extremos; la cáscara lo protege contra los depredadores y es de utilidad en los procesos de malteado y cervecería.
Posee vitaminas del grupo B, ácido fólico, vitamina K; es una buena fuente de potasio, magnesio y fósforo, hierro, azufre, cobre, zinc, manganeso, cromo, selenio, yodo y molibdeno; y es el cereal mejor dotado de fibra.
Tiene más proteínas que el trigo pero menos gluten, por lo cual los panes de cebada son más compactos y menos esponjosos. Es la principal materia prima de la industria de las maltas y de las cervezas.
Los países productores de cebada son: Alemania, Francia, Ucrania, Rusia, España, Canadá, Australia, República Checa, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos, Polonia, Irán y Argentina.
Más usos
La mayor parte de la cebada cultivada es destinada para el malteado y obtención de mostos para la elaboración de la cerveza y para destilar en la fabricación de whisky escocés y de ginebra holandesa; pero en algunas partes de Europa y América aún se utiliza como alimento para humanos.
También es usada para la alimentación animal especialmente de los cochinos.
El agua que queda de su cocción y que contiene almidón, resulta útil en la hidratación de personas con vómitos y diarreas.
Combate el estreñimiento en general por su contenido en fibra, especialmente si se utiliza el grano entero.
Está indicada para personas que sufren de retención de líquidos, ya que tiene propiedades diuréticas; su decocción en forma de gargarismo se usa desinflamar la garganta; y en cataplasma para tratar lumbagos e inflamaciones.
Contiene inositol una sustancia que evita la rigidez de los vasos capilares y la acumulación de grasa en el hígado, regula el colesterol.
También protege el sistema nervioso y combate la ansiedad y la depresión.
Debido a su cantidad de minerales es un alimento ideal para personas con anemia y para el proceso de crecimiento; y por su cantidad de fibra retarda la absorción de la glucosa y reduce la absorción de colesterol.
El agua de cebada (macerar 50g en un litro de agua y hervir de 15 a 20 minutos, colar y si se prefiere endulzar con melaza) es un remedio popular que se utiliza contra las afecciones intestinales; y también es útil para desintoxicar el bazo y los riñones.
La Universidad de Tel Aviv (Israel) comprobó la propiedad laxante si se consume diariamente un tercio de taza de cebada cocinada.
eden.valera@gmail.com
Fue un producto importante para el desarrollo de la civilización egipcia y es nombrada en el libro del Éxodo; los griegos y los romanos la utilizaban para elaborar pan, y era la base de la alimentación de los gladiadores romanos. En Suiza se encontraron restos calcinados de tortas elaboradas con granos de cebada y de trigo toscamente molidos que datan de la Edad de Piedra.
En Inglaterra hasta el siglo XVI los pobres solo tenían permitido consumir pan de cebada mientras que el de trigo estaba destinado a la clase alta; a medida que el trigo y la avena se fueron haciendo más asequibles, se acabó con el uso de la cebada para hacer pan.
La cebada es una planta anual representada por dos importantes especies cultivadas: Hordeum distichon L., que se emplea para la obtención de la cerveza y la malta, y Hordeum hexastichon L., que se utiliza como forraje para la alimentación animal; crece en suelos drenados que no necesitan ser tan fértiles. El grano es más grueso en el centro y puntiagudo en ambos extremos; la cáscara lo protege contra los depredadores y es de utilidad en los procesos de malteado y cervecería.
Posee vitaminas del grupo B, ácido fólico, vitamina K; es una buena fuente de potasio, magnesio y fósforo, hierro, azufre, cobre, zinc, manganeso, cromo, selenio, yodo y molibdeno; y es el cereal mejor dotado de fibra.
Tiene más proteínas que el trigo pero menos gluten, por lo cual los panes de cebada son más compactos y menos esponjosos. Es la principal materia prima de la industria de las maltas y de las cervezas.
Los países productores de cebada son: Alemania, Francia, Ucrania, Rusia, España, Canadá, Australia, República Checa, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos, Polonia, Irán y Argentina.
Más usos
La mayor parte de la cebada cultivada es destinada para el malteado y obtención de mostos para la elaboración de la cerveza y para destilar en la fabricación de whisky escocés y de ginebra holandesa; pero en algunas partes de Europa y América aún se utiliza como alimento para humanos.
También es usada para la alimentación animal especialmente de los cochinos.
El agua que queda de su cocción y que contiene almidón, resulta útil en la hidratación de personas con vómitos y diarreas.
Combate el estreñimiento en general por su contenido en fibra, especialmente si se utiliza el grano entero.
Está indicada para personas que sufren de retención de líquidos, ya que tiene propiedades diuréticas; su decocción en forma de gargarismo se usa desinflamar la garganta; y en cataplasma para tratar lumbagos e inflamaciones.
Contiene inositol una sustancia que evita la rigidez de los vasos capilares y la acumulación de grasa en el hígado, regula el colesterol.
También protege el sistema nervioso y combate la ansiedad y la depresión.
Debido a su cantidad de minerales es un alimento ideal para personas con anemia y para el proceso de crecimiento; y por su cantidad de fibra retarda la absorción de la glucosa y reduce la absorción de colesterol.
El agua de cebada (macerar 50g en un litro de agua y hervir de 15 a 20 minutos, colar y si se prefiere endulzar con melaza) es un remedio popular que se utiliza contra las afecciones intestinales; y también es útil para desintoxicar el bazo y los riñones.
La Universidad de Tel Aviv (Israel) comprobó la propiedad laxante si se consume diariamente un tercio de taza de cebada cocinada.
RECETA
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 17 de agosto de 2013
Cebada a las hierbas aromáticas
Ingredientes 250 gramos de cebada pelada, 1/2 cebolla picada muy fina, 1 manojito de hierbas aromáticas (tomillo, albahaca, perejil, salvia, romero), 1/2litro de vino blanco seco, 40 gramos de mantequilla o 3 cucharadas de aceite de oliva, 3/4 de litro de caldo vegetal, 2 cucharadas de parmesano rallado
Preparación Lavar la cebolla y escurrirla. Lavar las hierbas aromáticas, secarlas con un paño y picarlas muy finas. En cazuela de barro, ablandar la cebolla a fuego lento, con la mitad de la mantequilla. Añadir la mitad de las hierbas y saltearlas brevemente. Agregar la cebada y dejarla tostar algunos minutos, removiendo todo con una cuchara de madera. Regar con el vino y cocer a fuego lento. Poco a poco añadir el caldo, removiendo de vez en cuando; debe cocinarse durante 40 ó 50 minutos. Tres minutos antes de retirar del fuego, añadir las hierbas sobrantes. Retirar del fuego la cebada, que estará muy tierna, añadir la mantequilla que quedaba en trocitos y el parmesano, mezclando todo y servir muy caliente. Nota: La cebada preparada de esta manera, pero sin el parmesano, puede usarse también como guarnición para platos únicos de pescado o de mariscos.
Ingredientes 250 gramos de cebada pelada, 1/2 cebolla picada muy fina, 1 manojito de hierbas aromáticas (tomillo, albahaca, perejil, salvia, romero), 1/2litro de vino blanco seco, 40 gramos de mantequilla o 3 cucharadas de aceite de oliva, 3/4 de litro de caldo vegetal, 2 cucharadas de parmesano rallado
Preparación Lavar la cebolla y escurrirla. Lavar las hierbas aromáticas, secarlas con un paño y picarlas muy finas. En cazuela de barro, ablandar la cebolla a fuego lento, con la mitad de la mantequilla. Añadir la mitad de las hierbas y saltearlas brevemente. Agregar la cebada y dejarla tostar algunos minutos, removiendo todo con una cuchara de madera. Regar con el vino y cocer a fuego lento. Poco a poco añadir el caldo, removiendo de vez en cuando; debe cocinarse durante 40 ó 50 minutos. Tres minutos antes de retirar del fuego, añadir las hierbas sobrantes. Retirar del fuego la cebada, que estará muy tierna, añadir la mantequilla que quedaba en trocitos y el parmesano, mezclando todo y servir muy caliente. Nota: La cebada preparada de esta manera, pero sin el parmesano, puede usarse también como guarnición para platos únicos de pescado o de mariscos.
eden.valera@gmail.com
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