La comida del Libertador
No se sabe de ningún registro escrito sobre lo que comía Simón Bolívar. Aunque lo poco que se conoce proviene de escritos de sus edecanes y allegados. Sin duda, el gusto de Bolívar era austero, si uno juzga el testimonio de quiénes lo conocieron.
Según palabras del general Luís Perú de Lacroix en el Diario de Bucaramanga, Bolívar acostumbraba a tomar vino: “en la comida toma dos o tres copitas de vino tinto de Burdeos o de Madeira, y una o dos copitas de champaña”. Así mismo, se refiere a que el café casi nunca lo tomaba. Solía comer mucho en el almuerzo y no dejaba pasar una arepa de maíz. Igualmente prefería comer más legumbres que carnes. Entre los dulces, lo que más comía eran las frutas.
Cuando vivió en Angostura entre 1917 y 1819 junto a su amante Josefina Machado, comía mucho mango. De esta manera, Gabriel García Márquez, lo intentó exponer en su novela El General en su laberinto.
Hay indicios de que también Bolívar cuidaba de cumplir los buenos modales en la mesa y las normas de etiqueta. En su última estadía en Caracas, en 1827, ofreció una cena al cónsul británico en Venezuela. Se llamada Robert Ker Porter, quien escribió lo siguiente: “Hoy comimos con el Libertador… La comida fue excelente y el esplendor grande en cuanto al oro de los platos, cuchillos y tenedores de postre (…) Todo se sirvió y consumió dentro del más aproximado estilo inglés, en honor del ministro británico”.
Fuente: Miropopic.com
La colonial Torta melosa
Receta de tiempos de colonia en Venezuela, donde se adicionan almibares y aromas de vainilla. Se aprovechan algunos productos como el pan duro, que rallado se une a un buen queso fresco, huevos y mantequilla entre otros elementos que dan forma a un bizcocho esponjoso y húmedo.
En la historia ha pasado por paladares de personajes importantes como el propio Simón Bolívar, quien era entusiasta consumidor de esta torta. Se describe a continuación la preparación de esta receta, publicada por El Nacional el 02/08/1998.
Ingredientes:
6 huevos
1 taza de azúcar
1/2 taza de queso duro rallado
1/2 taza de pan rallado
125 gr de mantequilla
1 chorrito de vainilla
1/2 Litro de leche
Preparación:
Batimos muy bien la mantequilla hasta blanquearla, seguidamente vamos agregando el resto de los ingredientes en el siguiente orden: azúcar, un chorrito de vainilla, huevos, queso, pan rallado, y por último la leche para lo que les recomiendo colocarla batidora a mínima velocidad. Se bate la mezcla de una manera constante y en la misma dirección, hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados, el proceso puede durar 20 minutos.
Al estar lista la mezcla, se vierte en el recipiente seleccionado (preferiblemente de teflón ya que no se enmantequilla ni enharina, por lo que al ser de este material facilitará el proceso de despegue de la torta) y se lleva al horno, previamente calentado, para su cocción por espacio de una hora, aproximadamente a 350 grados.
La torta estará lista cuando su superficie tome un color algo dorado, momento en el que se deberá sacar y dejar reposar a temperatura ambiente antes de llevarla a la nevera por el resto del día. A la mañana siguiente, se desmolda y se voltea dos veces para que la superficie dorada que de siempre mirando hacia arriba.
que rico
ResponderEliminary thu hermana
ResponderEliminarSi se supone que era una receta de la colonia lo más correcto es ser fiel a ella, no entiendo en qué nevera la refrigeraban
ResponderEliminarAunque se hace referencia a Gabriel García Márquez y "El general y su laberinto" no deben de haberlo leído. En él el autor comenta que originalmente iba a poner a Bolívar comiendo mangos pero descartó la idea cuando su asesor histórico Vinicio Romero le informó que el mango, originario de la India, no había sido introducido en América hasta después de la muerte de Bolívar.
ResponderEliminarUn poco más de cuidado, por favor.
Hay documentos que indican que el mango llegó a tierras venezolanas en 1789 de la mano de Fermín de Sancinenea, quien desde muy joven se embarcó hacia América en un barco de la Compañía Guipuzcoana
EliminarEs correcto lo de Fermín de Sancinenea, y... es probable que el Libertador, durante su estadía en Angostura (para los años 1817-1819) los consumiera, dada su preferencia en la ingesta de frutas, fundamentalmente, por sus inclinaciones inglesas -en algunas costumbres como el consumo del Té, por el café-. Recordemos que son los ingleses, quienes importan ésta fruta desde la India, o es a través de ellos que las adquiere Sancinenea.
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