Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 3 de noviembre de 2013

Originario del oeste de Asia y del Mediterráneo y sembrado en casi todo el mundo, el rábano (Raphanus sativus de la familia de las crucíferas) es una planta herbácea que se cultiva por sus raíces comestibles.

Del rábano se consumen hasta las hojas

Durante la época de los faraones su consumo fue obligatorio

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EDÉN VALERA |  ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 2 de noviembre de 2013 
Originario del oeste de Asia y del Mediterráneo y sembrado en casi todo el mundo, el rábano (Raphanus sativus de la familia de las crucíferas) es una planta herbácea que se cultiva por sus raíces comestibles.

Fue muy utilizado en la Antigüedad: los egipcios lo comían abundantemente, y su consumo era obligatorio para los esclavos que construían las pirámides porque les daba fuerza e impedía que se enfermaran.

La planta tiene un tallo ramoso, cuya base se une con la raíz formando un tubérculo globoso; las flores son blancas o amarillas dispuestas en racimos terminales, y las hojas suelen ser grandes y ásperas. 

Se adapta a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los arcillosos; se cultiva principalmente en áreas de clima templado, desde el nivel del mar hasta 1.800 metros de altitud, y florece todo el año. Para recogerlos hay que ablandar la tierra, removerla con una azada y tomar el rábano por las hojas.

Al ser bien masticado es un alimento muy digerible, un poco picante al gusto, pero pierde esta propiedad al ser enfriado en la nevera.

Se distinguen tres variedades: chino, japonés o daikon, que procede de Japón y se caracteriza por su forma cilíndrica y alargada, de color blanco y sabor suave; negro, que tiene forma cilíndrica, piel negra y carne blanca, y rabanito, que puede presentar forma esférica, ovalada o cilíndrica, piel roja, rosada, morada o blanca y su carne siempre es blanca.

Se deben seleccionar ejemplares carnosos, firmes, de color rojo vivo, de piel suave, entera y sin fisuras, y de tamaño mediano; y si conservan las hojas, éstas deben tener un color intenso que garantice su frescura.

Para que conserven sus cualidades durante el mayor tiempo posible, es aconsejable eliminar las partes verdes y guardarlas en la nevera en bolsas plásticas perforadas. No se deben lavar hasta el momento de su consumo.

Contiene vitaminas C, A, K y B; calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, manganeso, selenio, ácido fólico, y carbohidratos.

Los principales países productores son Turquía, Holanda, Grecia, Italia, España, China y Japón.

Otros usos

Generalmente el rábano se consume crudo, solo o en ensaladas, bocadillos y otras preparaciones. En Oriente lo hierven para suavizar su sabor.

Las hojas del rábano se consumen cocinadas de forma similar a las de espinaca, y también en infusiones y guisos.

Es famoso el jarabe de rábano yodado como antiviral y antibacteriano.

Se recomienda comerlo crudo en ensaladas para curar las molestias causadas por la carencia de vitamina C en el cuerpo, como hemorragias, caída de los dientes y alteraciones en las articulaciones.

Si se bebe varias veces al día la cocción de 100 gramos de rábano en un litro de agua y endulzado con miel de abejas, ayuda a curar el asma, la bronquitis, la amigdalitis, la tos y hasta la gripe. 

Este tipo de cocción también sirve para el tratamiento de enfermedades hepáticas, desordenes gástricos, cálculos en el riñón y contra los parásitos.

Consumir un trozo de rábano lavado en jugo de limón cada media hora durante un día sirve como tratamiento complementario contra los cálculos biliares. 

Los días siguientes se puede repetir la operación pero ingiriendo un trozo cada dos horas.

Las cataplasmas con rábanos triturados son de gran ayuda en los tratamientos contra la artritis. 

Para combatir la obesidad y reducir el abdomen se recomienda tomar el preparado que resulta de licuar tres rábanos rojos con cáscara y un tomate de árbol sin agregar edulcorantes, una hora antes del desayuno, durante dos semanas.

Forma parte de muchas dietas para perder peso debido a su alto contenido en agua y su baja aportación calórica. 

Por su alto contenido de vitamina C es beneficioso para la formación de dientes, huesos, y para el aumento de los glóbulos rojos.

Las hojas de rábano se consumen cocinadas de forma similar a las de espinaca; y también en infusión y guisos.

Ayuda a eliminar piedras y arenillas de los riñones y de la vesícula.

Al ser un alimento rico en yodo ayuda en el buen funcionamiento de la tiroides, glándula que regula el metabolismo e interviene en el crecimiento.

La presencia de potasio ayuda a la transmisión y generación del impulso nervioso, y en la actividad muscular.

El jugo del rábano impide el mal olor de los pies y de las axilas al ser restregado en estas partes del cuerpo.

eden.valera@gmail.com

Es recomendado su consumo para combatir la obesidad, artritis y urticaria CORTESÍA

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