ENTREVISTA | |||||||
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universidad conoció a Marco Gandásegui, quien tiempo después lo invitó a quedarse en Panamá. La primera vez estuvo cerca de cuatro años, de 1965 a 1969. La segunda vez estaría cerca de un año, en 1974. En Panamá se alió con los intelectuales y poetas “con el oficio de periodista, siempre escribiendo, estaba cerca de ellos... así comenzó todo”. Una de sus primeras empresas fue editar el primer libro de poemas de uno de sus conocidos. Se trataba de un vendedor de seguros llamado César Young Núñez. Gracias a ese primer libro, Poemas de rutina, el trabajo de Young fue reconocido. Cuarenta años más tarde, radicado en Venezuela y dedicado al oficio de editor, dedicándose a publicaciones turísticas como guías viales, ecoturísticas y gastronómicas, Miro Popic editó un segundo libro para Young Núñez. Esta vez se trató de Crónicas de rutina. Durante su visita a Panamá, pudimos tener una corta conversación en la que nos comentó sobre su vida, su trabajo y sus recuerdos. Es editor, pero también escribe en algunos periódicos. ¿sobre qué temas? Cuando salí de Panamá me fui a Europa, estuve tres años por allá y trabajé en restaurantes, aunque ya cocinaba estando aquí. Antes escribía de todo: reportajes, interpretaciones de la realidad, un poco de humor, un poco de burla de nosotros mismos, y después me he ido especializando en gastronomía y vino. Estoy dedicado a eso y a investigar sobre el origen de algunos platos específicos, la historia de la alimentación. Estoy haciendo una investigación que cubre toda América Latina. La comida es importante. Todo trabajamos para vivir y yo como para trabajar. —¿Paga la buena vida? —Tengo la suerte de que me paguen por comer y beber. Escribo sobre vino para una guía llamada Slow food. En la guía mundial del vino, escribo sobre todos los vinos de Sudamérica. Tengo que estar constantemente viajando y escribiendo y me pagan muy bien además. Paga más que la política. —¿Cómo se está moviendo el sector turismo en Venezuela? —Venezuela es un país muy grande, tiene más de 99 mil kilómetros cuadrados, nieve de los Andes, selva amazónica, llano y hermosas playas. Pero esto nunca había sido explotado porque Venezuela siempre fue un país petrolero y frente a la riqueza del petróleo el turismo no tiene importancia. Pero cuando comenzó la onda del ecoturismo de aventuras, hubo un surgimiento y había una carencia de publicaciones especializadas que aprovechamos. Después los problemas políticos han impedido que el turismo crezca, la situación económica no es en este momento la mejor, pero yo tengo gran confianza y fe en el turismo, —Entre escribir y editar, ¿cuál es su actividad preferida? Las dos. Sigo siempre ligado a la escritura porque ese es mi oficio, moriré escribiendo y lo necesito. Regularmente escribo todas las semanas y tengo una actividad empresarial, también escribo para mis publicaciones. Es un complemento, no hay incompatibilidad. —¿Por qué no había regresado a Panamá? —Después de estar en Europa fui a Venezuela, me enamoré y me quedé por amor. La propia actividad del trabajo y ciertas políticas que a mí nunca me han gustado, —yo con los militares en el poder prefiero mantener una relación a distancia, salí de Chile y de Panamá por ellos—, pero siempre he mantenido contacto con mis amigos panameños. Luego tienes tanto trabajo, estás haciendo tantas cosas y dices, algún día, algún día, hasta que un amigo me dijo “tienes que regresar a Panamá antes de que se empiece a morir la gente”, y eso me pegó mucho. Y voy a estar más seguido, te lo garantizo. —Prefiriendo de lejos a los militares en el poder, ¿cómo le va con el presidente Hugo Chávez, quien parece tener muy presente el poder militar? —¿Cómo crees tú que nos puede estar yendo a los demócratas con el teniente coronel Hugo Chávez? Esta lucha es entre militarismo y democracia y como ciudadanos podemos discutir y discernir, pero no podemos someternos a un régimen de cuartel. —¿Qué sería de la vida sin los recuerdos? —Uno vive de recuerdos, pero son recuerdos que uno va construyendo y reconstruyendo. Para mí, la vida es como un álbum de fotografías. Lo abres y vas a ver las fotos de cuando hiciste la primera comunión, cuando te vistieron de marinerito en el colegio y todo eso, y así uno va reconstruyendo eso y es lo que uno lleva adentro. Todos los días generas un recuerdo. La vida es eso, recuerdos que estamos construyendo todos los días. Todo lo que hacemos lo hacemos porque queremos que sea recordado. —¿Qué tal le sentaron los recuerdos que emergieron en la noche de la presentación de “Crónicas de Rutina”? Feliz, porque en primer lugar este era un homenaje a César Young Núñez, una de las personas más buenas que he conocido en mi vida. Tuve la suerte de editarle su primer libro hace exactamente 40 años atrás. Yo tenía 22 años en esa época, no tenía dinero, yo no sé cómo pero el libro salió. No sabía que 40 años después esa iba a ser mi profesión y mi oficio. Me sentí muy feliz por César y por el cariño que le demostraron todas las personas que estaban esa noche allí con él. Fue una noche muy memorable, en que deberíamos haber tocado más cosas, pero desgraciadamente no podíamos aburrir a la audiencia. —De Panamá parte a Venezuela nuevamente? —No. Estaré en Miami unos días. —¿Qué va a hacer a Miami? —Voy a Miami a comer (ríe) y también a cocinar. —¿Cuándo regresa a Panamá? —En febrero del próximo año estaré acá con otra sorpresa. Una nueva sorpresa que estoy construyendo. —Después de tantos años sin regresar ¿cuál es la impresión que tiene de Panamá? —Ha crecido enormemente. La ciudad de Panamá que conocí en mis años de juventud no tiene nada que ver con esto. Los edificios, me ha asombrado el tráfico, no me atrevo a alquilar un carro, y la gente, la amistad de los panameños sigue intacta, que eso es lomás importante.
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Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
sábado, 30 de noviembre de 2013
¿Quién es Miró Popic, columnista de gastronomía del Diario "TAL CUAL" y su libro "Comer en Venezuela"?
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