“El chocolate me ofrece una gran oportunidad”
La pastelera caraqueña ganó la semifinal de la competencia de Valrhona y se prepara para la final, que se celebrará en octubre en Nueva York
Andrea Dopico representará a España en la final de la competencia Chocolate Chef Competition –conocida en el medio de la pastelería y la reposteróia como C3– organizada por Valrhona, que se celebrará el próximo mes de octubre en Nueva York.
La pastelera caraqueña ganó la semifinal de la prueba –realizada en la École Valrhona Paris-Versailles, el pasado 13 de abril– con un plato inspirado en la selva amazónica, y un bombón que rinde homenaje a Perú. Para la elaboración de ambos utilizó chocolate Illanka 63% Grand Cru Perú, exigencia de la casa chocolatera francesa.
Dopico combinó en “Raíces” –el plato– una tierra de cacao húmeda, un bizcocho de chirivía especiado y dos cremosos, uno básico y otro de agua de mar. “Sorprendí al jurado con la diferencia de sabores entre el sorbete y el helado, elaborados con la misma cantidad de chocolate”, explica la pastelera, que también sumó a la preparación mousse de yusu y helado de crema fresca. Para el bombón –“Pisco Sour”– mezcló caramelo de pisco, ganache de lima y crocante de almendra.
“El chocolate, una de mis pasiones, me ofrece una gran oportunidad”, dice orgullosa Dopico, que el 1° de mayo celebrará su primer año de trabajo en Moments, restaurante del hotel Mandarin Barcelona –localizado en el Paseo de Gracia de la capital catalana– que dirigen la reconocida Carmé Ruscalleda y su hijo, Raúl Balam.
De la competencia recuerda, sobre todo, el momento en el que el presidente de Valrhona se refirió al ganador: “en ese momento pensé ‘perdiste’; dos segundos después corrigió, dijo ‘ganadora’ y mencionó mi nombre. Me di cuenta de que en octubre podría convertirme en la primera mujer que gane el Chocolate Chef Competition”.
Antes de la competencia. Dopico se graduó de bachiller en el Colegio Humboldt y se fue a Madrid a estudiar Publicidad y Mercadeo. En cuarto año viajó a Caracas para atender asuntos personales y le comentó a sus padres sobre su plan de hacer un alto en la carrera para estudiar pastelería. “Estuvieron de acuerdo y me fui a Vancouver, al Pacific Institute of Culinary Arts”.
Seis meses después –nuevamente en Caracas y antes de volver a España– hizo dos pasantías breves. Una en Cacao de Origen, con María Fernanda Di Giacobbe, y otra en Alto, el restaurante de Carlos García. “Allí me enamoré del emplatado y cambié de rumbo: decidí que no me dedicaría a la pastelería de obrador y apenas llegué a Madrid comencé a buscar trabajo en un restaurante”.
La aceptaron en el Club Allard donde trabajó bajo la tutela de la chef dominicana María Marte. Apenas terminó el contrato envió sus papeles a Moments. “Me llamaron para entrevistarme y un día antes de la cita el jefe de cocina me dijo, por teléfono, que no creía que yo tuviera experiencia suficiente para el cargo”. Lejos de amilanarse insistió. “Le dije que ya la cita estaba pautada y que prefería que me lo dijera personalmente”. Un día después la llamaron nuevamente para decirle que el cargo era suyo.
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