Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

viernes, 1 de abril de 2016

Los huertos urbanos sí funcionan En los apartamentos se puede cultivar casi de todo Lucy Gómez, del grupo Jardineros de ciudad, cultiva en su vivienda de Parque Central, lechugas, tomate cherry, hierbas aromáticas, pepino y melón, entre otras cosas, y comparte sus secretos. Hasta un envase de desinfectante puede ser una excelente maceta.

  • Se puede cultivar tomate y perejil
  • GIULIANA CHIAPPE
  • El Universal 30 de marzo de 2016 07:16 AM
  • Lucy Gómez vive en Parque Central y en su balcón cultiva lechugas, tomates cherry y perita, albahaca, cilantro, pepino, ají dulce, pimentón, melón y varios productos más. Los siembra en horizontal y vertical, en materos y hasta en envases reciclados de desinfectante. Y de todo obtiene cosecha.
    Con la técnica adecuada, y algo de paciencia, es posible cultivar hortalizas, hierbas y algunas frutas en espacios pequeños como balcones y terrazas. Junto con Doriana Correa, Lucy Gómez fundó el grupo Jardineros de Ciudad, para compartir conocimientos a través de 12 talleres prácticos entre los que se cuentan huerto urbano, siembra y usos de hierbas aromáticas o medicinales, compost, cultivos sin maceta, orquideología y bromelias.
     No es tan difícil como parece. La clave está en encontrar los insumos adecuados, que son pocos, dedicarle algo de tiempo a la mata y esperar el tiempo necesario a que crezca y dé fruto.  En ese sentido, las hierbas aromáticas suelen ser más veloces, y en aproximadamente un mes ya están enriqueciendo la cocina del hogar. En cambio, los ajíes dulces, los tomates y los pimentones pueden demorar entre cuatro y cinco meses pero son los más fáciles de cultivar pues aprovechan la luz natural al máximo. “Al igual que la albahaca, el orégano, el perejil y el cilantro, son felices en un solazo”, comenta Lucy Gómez.
    Como maceta, los envases grandes blancos de desinfectantes funcionan muy bien. Se les debe horadar por abajo, para que drenen el agua y cortar por arriba, intentando preservar el asa para que puedan colgarse. Al fondo se le colocan piedritas, pedazos de teja o las tapas blancas de los envases desechables de aluminio cortadas en tiritas. Esto es para que drenen. Luego, se le coloca la tierra y la mata, apretando bien.
    Con gentileza, Lucy Gómez comparte consejos para animarse a iniciar un huerto en casa con tomate, pimentón y ají dulce. Vale la pena intentarlo.
    Manos a la obra
    Los tomates se pueden sembrar de tres tipos:_manzano o perita, cuyas matas son tipo enredadera, o cherries, con una planta que más bien es como un arbolito de tallo corto que termina pareciendo un helecho. El ají y el pimentón son arbusticos.
    Para tener tomates en casa se puede comprar la mata ya crecida en viveros o a partir de la semilla. Al tomate, hay que quitarles antes la membranita que recubre las pepitas. Se pueden remojar un rato y luego separarlas con la mano.
    Todas las semillas se deben dejar secar sobre un toallín de cocina, uno o dos días, hasta que se despeguen. En el caso del tomate, “si no se separan es porque tienen restos de membrana”, advierte Lucy Gómez.
     Luego se hace el semillero. “A un vaso de yogurt limpio o a un pote de comida de los transparentes, se le abren huequitos por debajo y se le coloca el material para drenar (las piedritas o los pedazos de anime) y después la tierra que mientras más limpia, mejor”, expresa. Para esto se puede pasar antes por un colador de pasta.
    Con la tierra se hace una capita de centímetro y medio, aproximadamente, y se entierran las semillas, pero no mucho, apenas el doble de su diámetro. Luego se le coloca agua con un rociador y se cubre con envoplast (o con la tapa del envase), para crear un microclima. Al día siguiente se destapa, se rocía agua de nuevo y se vuelve a cubrir. Esto se repite hasta que surja la matica. Cuando ya tiene unas cuatro hojitas se puede trasladar a un envase más grande, pero agarrándola completa desde la tierra, con una cucharita, sin tomarla del tallo, “con el menor estrés posible”.
     Poco a poco se va arrimando al sol. “Es como un bebé, mientras crece se le expone gradualmente a los rayos solares”, expresa_Lucy. Cuando está más fuerte y se pasa a un envase más grande, se les coloca plenamente al sol porque, si no, no florecen.
    Sólo una advertencia:_A los tomates no les debe caer agua en las hojas porque crían hongos._Se sugiere hacer un techo de plástico transparente para que reciban sol pero no  lluvia, y regar sólo la tierra. El fruto se cosecha cuando está pintón.  “Si enrojece en la mata, se pone blando muy pronto”.
    Los tomates, pimentones y ajíes dulces tardan unos cinco meses, las lechugas de dos a tres meses, el ajo siete meses y las hierbas aromáticas, entre uno y dos. Como en todo lo que se hace con cariño y constancia, a su debido tiempo llegan los frutos.
    El próximo curso que dictará Jardineros de ciudad será el 22 de mayo, en La Floresta, de 8 am a 4 pm. Será de huertos urbanos y de orquídeas. Los participantes reciben todo el material, incluso las plantas que se llevan a su casa. También pueden ofrecer cursos privados a empresas, asociaciones de vecinos, condominios o grupos de amigos. Se les puede contactar por sus redes @JardindeCiudad en Twitter e Instagram y por UnJardinEnTuVentana en Facebook. 

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