La caricatura de EDO sobre la venta de Diablitos Underwood en Venezuela
A través de su cuenta en Twitter, Eduardo Sanabria publicó una imagen donde aparece el logo de la marca del jamón endiablado corriendo de un periodista que le pregunta “¿Por qué se va?”
El ilustrador venezolano Eduardo Sanabria, mejor conocido como EDO, realizó una caricatura sobre la venta de la marca Diablitos Underwood por parte de la multinacional empresa estadounidense General Mills en Venezuela.
A través de su cuenta en Twitter, Sanabria publicó la ilustración donde aparece el logo de la marca del jamón endiablado corriendo de un periodista que le pregunta “¿Por qué se va?”, a lo que el diablito rojo le responde “esto es un infierno”.
Asimismo el caricaturista escribió en la red social que “este país se fue al…Diablito”.
28 DE MARZO 2016 - 03:14 PM
Vía: El Estímulo .
Diablitos hacia el exilio
El Nacional 31 DE MARZO 2016 - 06:15 AM CET
Nada que ver con el infierno rojo
Hace aproximadamente un mes, y en razón de la irresistible escalada de precios que ha extrañado de la mesa de los venezolanos productos cuya presencia formaban parte de su dieta, editorializamos sobre la conversión de algunos de ellos en sucedáneos de exquisiteces que quedaron para el recuerdo. Diablitos Underwood era uno de los productos aludidos entonces en este espacio.
Hoy retorna a él por otro motivo: la compañía que lo producía ha sido vendida a "una misteriosa empresa internacional con base en el país identificada como Lenfeld inc.", de la cual un vocero de los 600 y tantos empleados de la multinacional estadounidense General Mills que, cansada de acumular pérdidas, tira la toalla, bota tierrita y no juega más ha dicho "no saber mayor cosa".
Junto con el jamón endiablado, otros dos ítems pasan a manos de los nuevos dueños. La verdad es que no importa quién o quiénes están tras esta adquisición, pues no se trata de la primera ni de la última en una procesión de inversionistas que se marchan, acaso para siempre, cargando sobre sus hombros los restos de sus negocios y el lejano recuerdo de una Venezuela con un pasado próspero.
Cuando publicamos el editorial aludido, "Diablitos Gourmet", algunas cabezas huecas e hirvientes afectas al gobierno, aprovechando la oportunidad que El Nacionalbrinda a sus lectores para que expresen sus pareceres sobre lo que aquí opinamos, apelaron a lo más grosero de su exiguo vocabulario y aplaudieron el alza de precio que criticábamos, alegando que ello contribuiría a una mejor alimentación del pueblo, ¡siempre el pueblo! Ese pueblo y lo saben los rojos de sobra que desde los tiempos de la Guerra Federal ha consumido, sin consecuencias que lamentar, la marca que se posicionó como "la mejor forma de comer jamón". Probablemente no fuese la mejor, tampoco era la peor, pero de seguro, sí, la más asequible. Empero, eso es harina de otro costal.
No es nuestra intención alarmar al consumidor, pero sí llamar su atención sobre lo que podría ocurrir si la nueva administración no es tan escrupulosa como la anterior respecto al rigor sanitario. Importa, pues, y mucho, indagar qué destino le deparan los flamantes amos y si, por afán de lucro, desecharán o no los controles de calidad y los mecanismos de selección de materia prima establecidos y aplicados por el anterior fabricante.
Y no se trata de aprensiones gratuitas sino de la genuina preocupación que suscita la falta de información sobre la identidad de los nuevos propietarios. Lo que quiere el venezolano, ese pueblo del que tanto hablan, es contar en su mesa con un producto como el que siempre ha conocido.
Eso sí, sin que se asome la sombra de la duda sobre la producción de lo que, seguramente, seguirá con precio astronómico como el que la escasez le ha impuesto, pero que ya es parte de la mesa venezolana, porque acompaña muy bien la tan emblemática arepa. Aspiremos, en aras de la tradición, que el diablo siga saliendo.
Hoy retorna a él por otro motivo: la compañía que lo producía ha sido vendida a "una misteriosa empresa internacional con base en el país identificada como Lenfeld inc.", de la cual un vocero de los 600 y tantos empleados de la multinacional estadounidense General Mills que, cansada de acumular pérdidas, tira la toalla, bota tierrita y no juega más ha dicho "no saber mayor cosa".
Junto con el jamón endiablado, otros dos ítems pasan a manos de los nuevos dueños. La verdad es que no importa quién o quiénes están tras esta adquisición, pues no se trata de la primera ni de la última en una procesión de inversionistas que se marchan, acaso para siempre, cargando sobre sus hombros los restos de sus negocios y el lejano recuerdo de una Venezuela con un pasado próspero.
Cuando publicamos el editorial aludido, "Diablitos Gourmet", algunas cabezas huecas e hirvientes afectas al gobierno, aprovechando la oportunidad que El Nacionalbrinda a sus lectores para que expresen sus pareceres sobre lo que aquí opinamos, apelaron a lo más grosero de su exiguo vocabulario y aplaudieron el alza de precio que criticábamos, alegando que ello contribuiría a una mejor alimentación del pueblo, ¡siempre el pueblo! Ese pueblo y lo saben los rojos de sobra que desde los tiempos de la Guerra Federal ha consumido, sin consecuencias que lamentar, la marca que se posicionó como "la mejor forma de comer jamón". Probablemente no fuese la mejor, tampoco era la peor, pero de seguro, sí, la más asequible. Empero, eso es harina de otro costal.
No es nuestra intención alarmar al consumidor, pero sí llamar su atención sobre lo que podría ocurrir si la nueva administración no es tan escrupulosa como la anterior respecto al rigor sanitario. Importa, pues, y mucho, indagar qué destino le deparan los flamantes amos y si, por afán de lucro, desecharán o no los controles de calidad y los mecanismos de selección de materia prima establecidos y aplicados por el anterior fabricante.
Y no se trata de aprensiones gratuitas sino de la genuina preocupación que suscita la falta de información sobre la identidad de los nuevos propietarios. Lo que quiere el venezolano, ese pueblo del que tanto hablan, es contar en su mesa con un producto como el que siempre ha conocido.
Eso sí, sin que se asome la sombra de la duda sobre la producción de lo que, seguramente, seguirá con precio astronómico como el que la escasez le ha impuesto, pero que ya es parte de la mesa venezolana, porque acompaña muy bien la tan emblemática arepa. Aspiremos, en aras de la tradición, que el diablo siga saliendo.
General Mills vende Diablitos Underwood y otros negocios en Venezuela
La compañía asume una pérdida de 35 millones de dólares y asegura que el personal de la empresa a nivel nacional no se verá afectado
La multinacional estadounidense General Mills señaló en un comunicado que venderá todos sus negocios en Venezuela incluyendo las marcas Underwood, Rico Jam y Frescarini. La compañía aseguró que los 611 empleados a nivel nacional permanecerán en sus puestos de trabajo, reseñóEl Estímulo.
Según el último balance financiero de la compañía, se espera que con la transacción se registre una pérdida de 35 millones de dólares, antes de impuestos, en el cuarto trimestre del período fiscal 2016. El documento añade que, durante el mismo período del año pasado, la empresa registró pérdidas cambiarias por 7 millones de dólares.
“La decisión se basó en priorizar otras oportunidades de crecimiento dentro de nuestro portafolio en Latinoamérica”, manifestó Sean Walker, presidente de General Mills Latinoamérica.
“Quisiéramos agradecerles a los miembros del equipo de General Mills Venezuela, que han tenido un buen desempeño a pesar de las difíciles condiciones externas”, añadió.
Ni el informe financiero ni el comunicado brindan mayor información sobre el nuevo dueño de la subsidiaria en Venezuela. No figura como contratista del Estado ni cuenta con página web oficial.
La misteriosa Lengfeld Inc que compró Diablitos Underwood
POLÉMICA
La empresa Lengfeld Inc es un inversor privado internacional con presencia en Venezuela, y está representada por una firma de abogados en Caracas.
Publicado: Marzo 29, 2016
La empresa Lengfeld Inc, que compró las unidades de negocios de
General Mills en venezuela es un inversor privado internacional con presencia
en Venezuela, y está representada por una firma de abogados en el país.
"Está representada legalmente por Tinoco, Travieso, Planchart y Núñez”, informó a
DINERO la empresa estadounidense General Mills a través de un correo electrónico.
General Mills vendió sus activos en Venezuela a Lengfeld Inc, empresa desconocida
en el país. El único registro verificable se encuentra en la oficina de Asuntos
corporativos y Oficina de Propiedad Intelectual de Barbados, con fecha del 19 de enero
de 2015 y bajo el número 39035.
La transacción de la venta se dio a conocer el 18 de marzo a través del portal oficial
de General Mills. Las marcas de productos alimenticios que vendía la compañía
estadounidense en el país y que ahora pasan a Lengfeld Inc, incluye a Underwood,
Rico Jam y Frescarini.
A pesar de que la redacción de DINERO intentó conversar con el despacho de abogados,
no fue posible una respuesta.
La empresa Lengfeld Inc no posee cuenta de internet, ni redes sociales.
POLÉMICA
La empresa Lengfeld Inc es un inversor privado internacional con presencia en Venezuela, y está representada por una firma de abogados en Caracas.
Publicado: Marzo 29, 2016
La empresa Lengfeld Inc, que compró las unidades de negocios de
General Mills en venezuela es un inversor privado internacional con presencia
en Venezuela, y está representada por una firma de abogados en el país.
"Está representada legalmente por Tinoco, Travieso, Planchart y Núñez”, informó a
DINERO la empresa estadounidense General Mills a través de un correo electrónico.
General Mills vendió sus activos en Venezuela a Lengfeld Inc, empresa desconocida
en el país. El único registro verificable se encuentra en la oficina de Asuntos
corporativos y Oficina de Propiedad Intelectual de Barbados, con fecha del 19 de enero
de 2015 y bajo el número 39035.
La transacción de la venta se dio a conocer el 18 de marzo a través del portal oficial
de General Mills. Las marcas de productos alimenticios que vendía la compañía
estadounidense en el país y que ahora pasan a Lengfeld Inc, incluye a Underwood,
Rico Jam y Frescarini.
A pesar de que la redacción de DINERO intentó conversar con el despacho de abogados,
no fue posible una respuesta.
La empresa Lengfeld Inc no posee cuenta de internet, ni redes sociales.
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