| GASTRONOMÍA
Artesano Café es un oasis en el centro de Caracas
La hechura artesanal resalta en su café, bollería, ensaladas y sándwiches
Café, sándwiches y ensaladas en Artesano La Candelaria
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
sábado 7 de septiembre de 2013
Cada metro del pequeño local de Artesano Cafetería cuenta una historia de esfuerzo de cosecha o hechura venezolana. Su concepto fue creado por Antonio Gámez y Ángel Rincón, cocineros merideños quienes desde 2004 investigan -y hacen- culinaria venezolana.
Lo primero es el café, preparado por baristas sólo con granos procesados con estándares internacionales por Rubén Gozaine, en Portuguesa. La preparación en máquina es la correcta y, si el café pedido se presta, cada taza se convierte en una efímera obra de latte art. Del par de decenas de versiones de café que ofrecen -europeas, venezolanas y propias-, la más pedida "por la clientela fiel" es el espresso, según cuenta Gabriela Stari, esposa de Antonio y especialista en el tema.
Las versiones del carajillo también causan curiosidad entre los fanáticos. Son el guaro, con cocuy; el aragüeño con ron y el andino, con miche.
Las bondades de Artesano Café (@artesanocafe) sólo pueden disfrutarse en el centro de Caracas. Es la intención de los socios que quieren humanizar espacios. Sus locales están en cercanías de la plaza Bolívar y, el más completo en oferta de productos, de Platanal a Desamparados, en La Candelaria, a pocas cuadras hacia el noroeste de la plaza y de la iglesia.
En ambos locales, la oferta se completa con bollería hecha en sus propios hornos pero en La Candelaria además ofrecen ensaladas y sándwiches con pan horneado allí mismo y embutidos de fabricación propia: de pollo con tomillo, jamón español, jamón ahumado, butifarra blanca y butifarra negra, que ha causado sensación pues es como una "morcilla que se rebana", según definición dada por los propios comensales.
Los vegetales y aderezos que utilizan tampoco son cualquier cosa: el queso ahumado viene de Jají y el de mano de Aragua, el papelón de San Javier, Lagunillas y Trujillo y los pepinillos y jalapeños son cultivados en Mariara y encurtidos por Antonio, Ángel y Gabriela.
Lo primero es el café, preparado por baristas sólo con granos procesados con estándares internacionales por Rubén Gozaine, en Portuguesa. La preparación en máquina es la correcta y, si el café pedido se presta, cada taza se convierte en una efímera obra de latte art. Del par de decenas de versiones de café que ofrecen -europeas, venezolanas y propias-, la más pedida "por la clientela fiel" es el espresso, según cuenta Gabriela Stari, esposa de Antonio y especialista en el tema.
Las versiones del carajillo también causan curiosidad entre los fanáticos. Son el guaro, con cocuy; el aragüeño con ron y el andino, con miche.
Las bondades de Artesano Café (@artesanocafe) sólo pueden disfrutarse en el centro de Caracas. Es la intención de los socios que quieren humanizar espacios. Sus locales están en cercanías de la plaza Bolívar y, el más completo en oferta de productos, de Platanal a Desamparados, en La Candelaria, a pocas cuadras hacia el noroeste de la plaza y de la iglesia.
En ambos locales, la oferta se completa con bollería hecha en sus propios hornos pero en La Candelaria además ofrecen ensaladas y sándwiches con pan horneado allí mismo y embutidos de fabricación propia: de pollo con tomillo, jamón español, jamón ahumado, butifarra blanca y butifarra negra, que ha causado sensación pues es como una "morcilla que se rebana", según definición dada por los propios comensales.
Los vegetales y aderezos que utilizan tampoco son cualquier cosa: el queso ahumado viene de Jají y el de mano de Aragua, el papelón de San Javier, Lagunillas y Trujillo y los pepinillos y jalapeños son cultivados en Mariara y encurtidos por Antonio, Ángel y Gabriela.
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