Algunos
alimentos son menos beneficiosos de lo que se cree
La Unión Europea derrumbó mitos. Médicos
venezolanos coinciden
|
Por más calcio y leche que tengan los chocolates, nunca harán que los
niños crezcan más (Archivo)
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
jueves 24 de mayo de 2012
No siempre las
etiquetas de los alimentos dicen la verdad. Tampoco la publicidad ni supuestos
estudios científicos que intentan exaltar los beneficios de un producto.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria se ha ocupado de derribar algunos mitos relacionados con los efectos de los alimentos sobre la salud. El martes presentó la lista de propiedades que podrán anunciarse para los alimentos y dejó sin efecto otras creencias relacionadas con golosinas infantiles, café y soya, entre otros.
Los aparentes beneficios del café -de protección del ADN y reducción de glucosa- y de la soya de combatir el colesterol-, también quedaron en entredicho. El nutrólogo Orlando Sánchez Golding, del centro clínico Unimed en Porlamar, explicó que, en alimentos existen muchas creencias y que incluso las mismas autoridades no se han puesto de acuerdo, en algunos casos, sobre lo que es cierto y lo que no.
"A veces, un alimento se pone de moda y todo el mundo comienza a consumirlo en exceso hasta que sale otro estudio en su contra y dejan de hacerlo. Así ocurrió con la linaza, que la agregaban en la sopa, los jugos y hasta en la masa para arepas. También pasó con los carbohidratos, que algunas dietas aconsejaban eliminarlos por completo, lo que es contraproducente, o con las grasas, que se dejan de consumir sin considerar que los tejidos necesitan lípidos para su fluidez y desarrollo", describe.
La clave está en el equilibrio, ajustándose a las verdaderas necesidades del organismo. "Los carbohidratos, preferiblemente no refinados, deberían conformar entre 50 y 55% de la dieta y de fibra, deberían consumirse entre 30 y 23 gramos al día", añade. Lo mismo debe considerarse con las grasas, de las que deben consumirse en mayor proporción las de origen vegetal y en 10% las de origen animal.
Otra creencia, afianzada en una fuerte campaña publicitaria, apela directamente a la sensibilidad de los padres. En concreto, la Unión Europea señaló a los chocolates Kinder, cuya empresa señalaba que ayudaban a crecer a los niños, por su alto contenido de calcio, pero las autoridades lo negaron, alegando que no existen evidencias científicas contundentes que soporten tal afirmación.
Al respecto, el pediatra venezolano Manuel Lorenzo Fernández coincidió con la Agencia Europea: "Es puro cuento, no sirven para nada. La industria de los alimentos se aprovecha de las madres que no tienen tiempo para cocinar y buscan en el mercado productos que, ficticiamente, cubran los déficits", explica el pediatra.
Para ayudar al crecimiento de un niño mayor de un año -se supone que antes no debería consumir chocolates-, Fernández propone alimentarlo con yogurt y quesos, lácteos cuya relación entre el calcio y el fósforo es más fácil de aprovechar por el organismo de un niño. Además, el chico debe recibir, durante toda su etapa de crecimiento, una dieta balanceada que incluya carnes rojas y blancas, huevos, cereales, verduras y frutas.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria se ha ocupado de derribar algunos mitos relacionados con los efectos de los alimentos sobre la salud. El martes presentó la lista de propiedades que podrán anunciarse para los alimentos y dejó sin efecto otras creencias relacionadas con golosinas infantiles, café y soya, entre otros.
Los aparentes beneficios del café -de protección del ADN y reducción de glucosa- y de la soya de combatir el colesterol-, también quedaron en entredicho. El nutrólogo Orlando Sánchez Golding, del centro clínico Unimed en Porlamar, explicó que, en alimentos existen muchas creencias y que incluso las mismas autoridades no se han puesto de acuerdo, en algunos casos, sobre lo que es cierto y lo que no.
"A veces, un alimento se pone de moda y todo el mundo comienza a consumirlo en exceso hasta que sale otro estudio en su contra y dejan de hacerlo. Así ocurrió con la linaza, que la agregaban en la sopa, los jugos y hasta en la masa para arepas. También pasó con los carbohidratos, que algunas dietas aconsejaban eliminarlos por completo, lo que es contraproducente, o con las grasas, que se dejan de consumir sin considerar que los tejidos necesitan lípidos para su fluidez y desarrollo", describe.
La clave está en el equilibrio, ajustándose a las verdaderas necesidades del organismo. "Los carbohidratos, preferiblemente no refinados, deberían conformar entre 50 y 55% de la dieta y de fibra, deberían consumirse entre 30 y 23 gramos al día", añade. Lo mismo debe considerarse con las grasas, de las que deben consumirse en mayor proporción las de origen vegetal y en 10% las de origen animal.
Otra creencia, afianzada en una fuerte campaña publicitaria, apela directamente a la sensibilidad de los padres. En concreto, la Unión Europea señaló a los chocolates Kinder, cuya empresa señalaba que ayudaban a crecer a los niños, por su alto contenido de calcio, pero las autoridades lo negaron, alegando que no existen evidencias científicas contundentes que soporten tal afirmación.
Al respecto, el pediatra venezolano Manuel Lorenzo Fernández coincidió con la Agencia Europea: "Es puro cuento, no sirven para nada. La industria de los alimentos se aprovecha de las madres que no tienen tiempo para cocinar y buscan en el mercado productos que, ficticiamente, cubran los déficits", explica el pediatra.
Para ayudar al crecimiento de un niño mayor de un año -se supone que antes no debería consumir chocolates-, Fernández propone alimentarlo con yogurt y quesos, lácteos cuya relación entre el calcio y el fósforo es más fácil de aprovechar por el organismo de un niño. Además, el chico debe recibir, durante toda su etapa de crecimiento, una dieta balanceada que incluya carnes rojas y blancas, huevos, cereales, verduras y frutas.
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