Misión Gula
Hay que tener ingenio para combinar la comida y la reflexión política sin indigestarse. Quizás Miro Popic no hace tal cosa en la mesa, en el momento sagrado del buen comer. Pero sí en las páginas del diario Tal Cual en su edición de fin de semana donde se las ha arreglado durante los últimos tres años (ya hoy, año 2013 son 7 años)para hablar de gastronomía y del revoltillo hiper condimentado en que ha devenido el escenario político local.
¿Cómo conciliar la historia del menú del Titanic –seleccionado por el mismísimo Escoffier- y la propuesta presidencial de reformar la Constitución? ¿Cómo vincular la frescura del té de Jamaica con el extraviado mandatario nicaragüense? ¿Y la manzana y el imperialismo? ¿y la maleta y el bife argentino? ¿y la democracia del tequeño?
No lo sé bien, pero ahí está: Miro Popic lo hizo y lo sigue haciendo cada semana en su columna Misión Gula, que ahora recopila porque, como todos sabemos, llega un momento en que el papel de periódico sólo sirve para madurar aguacates. -
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