El cebollín realza sopas y carnes
Esta planta es un ingrediente importante en la comida asiática
Este pariente de la cebolla se puede encontrar de color blanco, morado y más amarillento
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EDÉN VALERA | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
sábado 29 de junio de 2013
Originario de las tierras que hoy forman parte de Canadá y Siberia, el cebollín (Allium schoenoprasum de la familia de las aliáceas) es una planta de la cual sólo se utilizan las hojas como hierba aromática, porque su bulbo no se consume pese a que tiene un sabor similar al de la cebolla blanca.
Es conocido también como cebolla de hoja, cebollino, cebolleta.
En francia se le llama ciboulette, en Inglaterra welsh onion y en Japón se le conoce como cebolla asiática.
Se conocen 325 variedades de las Allium que aunque se parecen mucho entre sí, sobre todo las que se pueden englobar como cebollas de rama, presentan diferencias en textura, sabor y tamaño.
Se dice que existe desde hace once mil años y que en Mesopotamia se ofrecía a los dioses para que mejorasen el clima para la siembra y la cosecha.
En China hay registros de su uso como condimento y antídoto para venenos y remedio para hemorragias que datan de 5.000 años.
Pero pasaron varios siglos para que esta hierba llegara masivamente a la cocina.
Es a partir del siglo III a. C. cuando comienza a emplearse en Egipto, Turquía e Israel con fines gastronómicos, mientras en Europa se popularizó en la Edad Media.
Puede cultivarse con facilidad a partir de semillas, o por división del bulbo con las raíces después de su extracción; prefiere zonas soleadas y suelos húmedos, ligeramente arcillosos; crece desde el nivel del mar hasta los 2.500 metros y es resistente a las heladas.
El cebollín es una planta que crece en manojos de varios individuos, sus hojas tubulares de color verde oscuro forman una roseta erecta que brota de los bulbos subterráneos, y alcanzan los 45 centímetros de altura; el bulbo alcanza los 3 o 4 centímetros de largo, y está protegido por una cobertura membranosa.
Tanto las flores, que son blancas y rosadas, como los tallos poseen un distintivo aroma a cebolla procedente de la alicina que contienen, pero, paradójicamente, solamente se comercializan sus hojas.
Es rico en vitamina A, B y C, caroteno, vitaminas A y B2, calcio, hierro, fósforo y potasio, y su aporte proteico y lipídico es escaso.
Los principales países productores de cebollín son Estados Unidos, Canadá, México, Francia, Italia y España.
Las venezolanas Marioxy Vasiliu, Beatriz Navas H realizaron un trabajo que tuvo como finalidad evaluar la incorporación de la harina de cebollín (HC) a la sémola de trigo durum para la elaboración de una pasta alimenticia.
Más usos
El cebollín también es llamado la cebolla sin bulbo porque su sabor recuerda mucho a la cebolla pero es mucho más fino y delicado.
Es cultivado fundamentalmente por su uso en la gastronomía, pero también tiene propiedades curativas.
Es ideal para realzar el sabor de sopas, cremas, canapés, ensaladas y carnes; combina muy bien con los huevos, especialmente en tortillas con papas y tomates; queda muy bien cortado finamente y esparcido sobre sopas cremosas.
El cebollín es un importante ingrediente en la cocina asiática; en Rusia se usa en la primavera para agregar hojas verdes a las ensaladas.
En Japón es utilizado en la preparación de la sopa miso y en el takoyaki. Mientras que los chinos consumen también las flores del cebollín e, incluso, las comercializan por separado, como un vegetal más costoso.
Hay que recordar que al secarse pierde casi todo su aroma, por lo cual debe usarse cuando está fresco. Tampoco conviene calentarlo pues pierde sus múltiples vitaminas.
Fresco se puede conservar congelado, en aceite o preparado en mantequilla. Recomiendan aprovechar sólo su parte blanca y tres o cuatro centímetros de su parte verde, y desechar el resto.
El cebollín tiene amplias propiedades curativas: alcaliniza la sangre, calma los dolores artríticos, estimula el apetito, facilita la digestión.
Su elevada concentración de carotenoides y vitamina C le permiten actuar como antioxidante, previniendo el envejecimiento celular y protegiendo el organismo de los temibles radicales libres.
Su parte blanca bien asada madura los abscesos; consumido con aceite cura la ronquera y aclara la voz.
La alicina que contiene es un potente agente antibacteriano, y puede usarse tópicamente por sus propiedades desinfectante y fungicida.
Es conocido también como cebolla de hoja, cebollino, cebolleta.
En francia se le llama ciboulette, en Inglaterra welsh onion y en Japón se le conoce como cebolla asiática.
Se conocen 325 variedades de las Allium que aunque se parecen mucho entre sí, sobre todo las que se pueden englobar como cebollas de rama, presentan diferencias en textura, sabor y tamaño.
Se dice que existe desde hace once mil años y que en Mesopotamia se ofrecía a los dioses para que mejorasen el clima para la siembra y la cosecha.
En China hay registros de su uso como condimento y antídoto para venenos y remedio para hemorragias que datan de 5.000 años.
Pero pasaron varios siglos para que esta hierba llegara masivamente a la cocina.
Es a partir del siglo III a. C. cuando comienza a emplearse en Egipto, Turquía e Israel con fines gastronómicos, mientras en Europa se popularizó en la Edad Media.
Puede cultivarse con facilidad a partir de semillas, o por división del bulbo con las raíces después de su extracción; prefiere zonas soleadas y suelos húmedos, ligeramente arcillosos; crece desde el nivel del mar hasta los 2.500 metros y es resistente a las heladas.
El cebollín es una planta que crece en manojos de varios individuos, sus hojas tubulares de color verde oscuro forman una roseta erecta que brota de los bulbos subterráneos, y alcanzan los 45 centímetros de altura; el bulbo alcanza los 3 o 4 centímetros de largo, y está protegido por una cobertura membranosa.
Tanto las flores, que son blancas y rosadas, como los tallos poseen un distintivo aroma a cebolla procedente de la alicina que contienen, pero, paradójicamente, solamente se comercializan sus hojas.
Es rico en vitamina A, B y C, caroteno, vitaminas A y B2, calcio, hierro, fósforo y potasio, y su aporte proteico y lipídico es escaso.
Los principales países productores de cebollín son Estados Unidos, Canadá, México, Francia, Italia y España.
Las venezolanas Marioxy Vasiliu, Beatriz Navas H realizaron un trabajo que tuvo como finalidad evaluar la incorporación de la harina de cebollín (HC) a la sémola de trigo durum para la elaboración de una pasta alimenticia.
Más usos
El cebollín también es llamado la cebolla sin bulbo porque su sabor recuerda mucho a la cebolla pero es mucho más fino y delicado.
Es cultivado fundamentalmente por su uso en la gastronomía, pero también tiene propiedades curativas.
Es ideal para realzar el sabor de sopas, cremas, canapés, ensaladas y carnes; combina muy bien con los huevos, especialmente en tortillas con papas y tomates; queda muy bien cortado finamente y esparcido sobre sopas cremosas.
El cebollín es un importante ingrediente en la cocina asiática; en Rusia se usa en la primavera para agregar hojas verdes a las ensaladas.
En Japón es utilizado en la preparación de la sopa miso y en el takoyaki. Mientras que los chinos consumen también las flores del cebollín e, incluso, las comercializan por separado, como un vegetal más costoso.
Hay que recordar que al secarse pierde casi todo su aroma, por lo cual debe usarse cuando está fresco. Tampoco conviene calentarlo pues pierde sus múltiples vitaminas.
Fresco se puede conservar congelado, en aceite o preparado en mantequilla. Recomiendan aprovechar sólo su parte blanca y tres o cuatro centímetros de su parte verde, y desechar el resto.
El cebollín tiene amplias propiedades curativas: alcaliniza la sangre, calma los dolores artríticos, estimula el apetito, facilita la digestión.
Su elevada concentración de carotenoides y vitamina C le permiten actuar como antioxidante, previniendo el envejecimiento celular y protegiendo el organismo de los temibles radicales libres.
Su parte blanca bien asada madura los abscesos; consumido con aceite cura la ronquera y aclara la voz.
La alicina que contiene es un potente agente antibacteriano, y puede usarse tópicamente por sus propiedades desinfectante y fungicida.
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