Cremas y texturas en su mejor combinación
Jordiana Urdaneta vende postres desde hace tres años a una clientela que los compra por Internet, con 3 días de antelación, y hasta 21 en época navideña. Merengue, su pastelería virtual, en Maracaibo, resultó un buen negocio. A la calidad de los postres se suma la página web que les sirve de vitrina desarrollada por Carlos Martínez, su esposo, la presentación, para la que no faltan cintas, empaques y etiquetas, y el interés de los zulianos por los sabores dulces.
Si todo marcha de acuerdo con sus planes Merengue estrenará local en 2014, en un espacio que compartirán el laboratorio de producción y los anaqueles para ofrecer los productos que Urdaneta elabora, con la ayuda de 5 mujeres a las que ha enseñado todo sobre bizcochos, cremas y merengues.
"Hago postres de vanguardia", dice Urdaneta, quien asegura que no le interesa inventar recetas. "Lo que me gusta, es combinar cremas y texturas", dice, mientras cubre un ponqué de vainilla con flores de merengue, rosadas y blancas, al que llama "torta de niña" a pesar de que su nombre es, de acuerdo con el catálogo de productos, torta arco iris, cuatro capas de bizcocho de distintos colores cubiertas con suspiro.
Está en la lista de las preferidas junto con la brownie bombón, tartaleta de brownie con nueces troceadas cubierta de dulce de leche y topping de merengue, y la Red Velvet, que gusta por la textura aterciopelada que ofrece el bizcocho de color rojo, que se cubre con queso crema y miga de torta.
También tiene seguidores la Selva Negra, rellena y cubierta de crema chantilly y cerezas, con virutas de chocolate. En el renglón de pies y tartaletas de base crocante tipo galletas destacan el de limón y el de ganache de chocolate, y la de caramelo y nueces.
Ninguna de las preparaciones mencionadas significó un reto para Urdaneta. Los macarons sí. "Antes de lograr resultados perdí kilos de mezcla; el clima los afecta, tanto, que cuando está lloviendo ni lo intento. No soportan la humedad", afirma la pastelera, que trabaja de domingo a domingo, no hace fondant ni tortas de bodas, tampoco productos para diabéticos, pero sí un cupcake de medio kilo de peso,y versiones miniatura de varias de sus preparaciones, ideales para regalo.
Si todo marcha de acuerdo con sus planes Merengue estrenará local en 2014, en un espacio que compartirán el laboratorio de producción y los anaqueles para ofrecer los productos que Urdaneta elabora, con la ayuda de 5 mujeres a las que ha enseñado todo sobre bizcochos, cremas y merengues.
"Hago postres de vanguardia", dice Urdaneta, quien asegura que no le interesa inventar recetas. "Lo que me gusta, es combinar cremas y texturas", dice, mientras cubre un ponqué de vainilla con flores de merengue, rosadas y blancas, al que llama "torta de niña" a pesar de que su nombre es, de acuerdo con el catálogo de productos, torta arco iris, cuatro capas de bizcocho de distintos colores cubiertas con suspiro.
Está en la lista de las preferidas junto con la brownie bombón, tartaleta de brownie con nueces troceadas cubierta de dulce de leche y topping de merengue, y la Red Velvet, que gusta por la textura aterciopelada que ofrece el bizcocho de color rojo, que se cubre con queso crema y miga de torta.
También tiene seguidores la Selva Negra, rellena y cubierta de crema chantilly y cerezas, con virutas de chocolate. En el renglón de pies y tartaletas de base crocante tipo galletas destacan el de limón y el de ganache de chocolate, y la de caramelo y nueces.
Ninguna de las preparaciones mencionadas significó un reto para Urdaneta. Los macarons sí. "Antes de lograr resultados perdí kilos de mezcla; el clima los afecta, tanto, que cuando está lloviendo ni lo intento. No soportan la humedad", afirma la pastelera, que trabaja de domingo a domingo, no hace fondant ni tortas de bodas, tampoco productos para diabéticos, pero sí un cupcake de medio kilo de peso,y versiones miniatura de varias de sus preparaciones, ideales para regalo.
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