Más de 40 % de venezolanos vive con Helicobacter pylori
Si no se trata bien, esta bacteria puede derivar en patologías graves como tumores
El dolor es tan intenso que puede propagarse al tórax, la espalda y los costados CORTESÍA
EL UNIVERSAL
viernes 6 de diciembre de 2013
Una bebida no pasteurizada o un alimento crudo contaminados pudieran ser portadores de una de las bacterias más comunes y, también, más perjudicial para la salud: Helicobacter pylori (H. pylori).
Se estima que más de 40 % de los venezolanos vive con esta bacteria. En algunos países, puede atacar a dos tercios de la población. Según explicó el gastroenterólogo Juan Carlos González, presidente de la Sociedad Venezolana de Endoscopia Digestiva, "las vías de contagio del H. pylori son fecal-oral y oral-oral, por contacto con heces o saliva contaminada".
Uno de los síntomas de esta infección es la gastritis, enfermedad que también se presenta en 95 % de los pacientes con úlcera duodenal y en 80% de quienes padecen úlcera gástrica. La gastritis a veces, puede confundirse con otras enfermedades gástricas.
"Lo primero que se percibe es ardor en el epigastrio, que es la zona sobre el ombligo. Puede ser tan intenso que produce un dolor quemante que alcanza el tórax, la espalda y los costados" indicó González. También puede manifestarse con náuseas, distensión abdominal, vómitos y regurgitación.
Uno de los mayores problemas es que, si no se trata adecuadamente, la gastritis causada por H. pylori se vuelve crónica y deriva en úlcera péptica, pólipos y hasta tumores.
"Lo que en principio determina la infección es el medio ácido. El H. pylori se adhiere a la mucosa gástrica e inocula sustancias que causan inflamación. La bacteria produce una lesión erosiva y esta hace que el contenido ácido agreda a la mucosa del estómago" explicó.
Para diagnosticar la gastritis, el método más adecuado es la endoscopia, que revela cualquier alteración en el estómago. La mucosa de un paciente con gastritis es roja, sangrante, con lesiones erosivas, pliegues gruesos y alteraciones vasculares" apuntó. El análisis se puede complementar con otros exámenes como prueba de aliento con urea, test de sangre, cultivo de heces o biopsia.
En el tratamiento de la gastritis por H. pylori se requiere controlar el medio ácido y atacar la bacteria con antibióticos. Según González, el tratamiento triple es el primero a aplicar por su efectividad pues reduce la secreción ácida con un medicamento con bomba de protones más dos antibióticos. Si la bacteria no cede, se recurre a un tercer antibiótico. Otra opción es aplicar, por partes, los medicamentos, en lo que se entiende como terapia secuencial.
Para prevenir el contagio con la bacteria H. pylori, se sugiere lavarse las manos siempre después de ir al baño y antes de comer, asegurarse que los alimentos han sido preparados cumpliendo las normas de higiene e ingerir bebidas pasteurizadas y agua potable.
Se estima que más de 40 % de los venezolanos vive con esta bacteria. En algunos países, puede atacar a dos tercios de la población. Según explicó el gastroenterólogo Juan Carlos González, presidente de la Sociedad Venezolana de Endoscopia Digestiva, "las vías de contagio del H. pylori son fecal-oral y oral-oral, por contacto con heces o saliva contaminada".
Uno de los síntomas de esta infección es la gastritis, enfermedad que también se presenta en 95 % de los pacientes con úlcera duodenal y en 80% de quienes padecen úlcera gástrica. La gastritis a veces, puede confundirse con otras enfermedades gástricas.
"Lo primero que se percibe es ardor en el epigastrio, que es la zona sobre el ombligo. Puede ser tan intenso que produce un dolor quemante que alcanza el tórax, la espalda y los costados" indicó González. También puede manifestarse con náuseas, distensión abdominal, vómitos y regurgitación.
Uno de los mayores problemas es que, si no se trata adecuadamente, la gastritis causada por H. pylori se vuelve crónica y deriva en úlcera péptica, pólipos y hasta tumores.
"Lo que en principio determina la infección es el medio ácido. El H. pylori se adhiere a la mucosa gástrica e inocula sustancias que causan inflamación. La bacteria produce una lesión erosiva y esta hace que el contenido ácido agreda a la mucosa del estómago" explicó.
Para diagnosticar la gastritis, el método más adecuado es la endoscopia, que revela cualquier alteración en el estómago. La mucosa de un paciente con gastritis es roja, sangrante, con lesiones erosivas, pliegues gruesos y alteraciones vasculares" apuntó. El análisis se puede complementar con otros exámenes como prueba de aliento con urea, test de sangre, cultivo de heces o biopsia.
En el tratamiento de la gastritis por H. pylori se requiere controlar el medio ácido y atacar la bacteria con antibióticos. Según González, el tratamiento triple es el primero a aplicar por su efectividad pues reduce la secreción ácida con un medicamento con bomba de protones más dos antibióticos. Si la bacteria no cede, se recurre a un tercer antibiótico. Otra opción es aplicar, por partes, los medicamentos, en lo que se entiende como terapia secuencial.
Para prevenir el contagio con la bacteria H. pylori, se sugiere lavarse las manos siempre después de ir al baño y antes de comer, asegurarse que los alimentos han sido preparados cumpliendo las normas de higiene e ingerir bebidas pasteurizadas y agua potable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario