Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 15 de diciembre de 2013

La hallaca nuestra y el Zodíaco según la astróloga genial Linda Goodman

JUEVES, 13 DE ENERO DE 2011

La hallaca... ¡Al fin en el Guiness!

Mucho lamento haberme enterado tardíamente del inminente ingreso de nuestras tradicionales hallacas al Libro de Récords Guinnes, pues con gran placer hubiéramos dedicado este espacio a tan suculento tema en una época más oportuna como la decembrina. 
Nos dicen que esta proeza de la gastronomía vernácula está todavía por oficializarse, pero ya contamos con información (teórica y práctica) con la cual podemos ir deshojando para ustedes los pormenores de este nuevo logro internacional, al cual inexplicablemente no se le ha dado la misma relevancia que al de nuestro Pastor Maldonado, único piloto en la historia de la Fórmula 1 “hecho en socialismo”.
Hay detalles que acrecientan la exitosa entrada de las multisápidas a la biblia de las más insólitas marcas mundiales y que la diferencian de esa puerta trasera y multi-insípida por la cual han accedido al Guinnes la hamburguesa, la pizza, la paella y el palo a a pique, ubicadas en el vulgar renglón del o la “más grande del mundo”. Nada que ver. La hallaca, o mejor dicho, una de sus versiones, compartirá honores en la sección Grandes Proezas Manuales al lado del Armado de Barcos en Botellas.
Si alguna vez ha intentado armar un barquito en miniatura dentro de un frasco captará cabalmente las dimensiones del logro de nuestro exquisito tamal navideño. Es un hobby más que exigente, desesperante. Requiere la paciencia de Job, los conocimientos navales de Noé, la perseverancia del Bautista y las manos exactas de cirujano con las que Jesús reimplantó la oreja del centurión después del tajo dado por Pedro. Se trata de ir pegando cuidadosamente piececita a piececita, manipulando herramientas y partes a través del estrecho cuello de una botella. ¡Qué cosa tan difícil! Y por allí va este logro de la hallaca.
Hay, también es verdad, un método revolucionario a la venezolana que consiste en cortarle el culo a la botella, meter el barco ya armado y pegar el fondo con “pegaloca”. No lo recomendamos. Lo gratificante es que usted temple su espíritu armando minuciosamente su modelito.
Nunca olvidaré que después de dos meses de ardua labor y a punto de finalizar mi obra con sólo pegar un barrilito éste cayó por la borda de estribor, rodó a la popa y allí, maldita sea, se encastró entre la quilla y el timón. Armado con un palillo para comida china trataba de destrabarlo cuando tropecé con los obenques, que echaron abajo el palo mayor que a su vez desprendió el bauprés y terminó por descuajar horriblemente mi navecita. Todo lo arreglé poniéndole el rótulo: “Paquebote Español Siglo XVIII (Naufragado)”. Y ahí está adornando la sala.
Si hasta aquí no ha entendido mucho es porque todavía no sabe que la nueva marca no la ha impuesto una hallaca común y corriente, sino su versión oficial, cuyo costo de producción fue tasado en Bs. F 4,04, lo cual estamos seguros nadie duda. Si dice el INE que el desempleo retrocedió a 7 %, ¿usted se atreve a dudarlo? Claro que no. Si nos dicen que no se devaluó la moneda, sino que se unificó el cambio de las divisas y que esto no encarecerá nada, uno simplemente lo cree y ya. ¿Entonces por qué vamos a dudar de la existencia de la hallaca a Bs. F 4,04, máxime si lo dice el jefe?
Tenemos copia de los documentos acreditadores enviados al Consejo Evaluador del Guinnes. Una Lista de Utiles, integrada así: Un rollo de cello-tape. Una pinza para cejas. Una Lupa. Una Espátula. Hilo. Una cucharilla para postre. Una Hoja de Plátano. Una caja de Parsel o Ibuprofeno. Luego tenemos la Lista de Ingredientes, que obviamente son los mismos de las hallacas no oficiales, pero en términos proporcionales: ½ pechuga de gallina.100 gramos de cerdo y de res. 5 aceitunas. 3 Alcaparras.2 Pasitas. 1 Encurtido. Una tirita de tocino y otra de pimiento morrón. Medio paquete de harina PAN.
Manos a la obra. El cello-tape es sólo para pegar esta hoja en la pared de su cocina y seguir mejor las instrucciones. Haga el guiso y coloque los otros ingredientes en la licuadora para reducirlos a partículas. Corte la hoja de plátano en rectángulos del tamaño de la Tarjeta del Buen Vivir y sobre ellos ponga por cada dos cucharillas de masa una de guiso. Luego, lupa en mano, vaya entresacando con la pinza y acomodando con la espátula las migajitas de los demás ingredientes. Cierre, amarre y al agua hirviendo. Cada hallaca tendrá el tamaño de un bocadillo de guayaba, tipo veleño. La inversión total es de Bs 202 y alcanza para 50 hallacas. Divida y verá que le da exactamente Bs. 4,04.
¿Qué para qué es el Parsel y el Ibuprofeno? Bueno, porque inevitablemente después que usted haga 50 hallacas con tan diminutos ingredientes ni se imagina el dolorón de cabeza que se le va a pegar. Buen apetito. 

MIÉRCOLES, 12 DE DICIEMBRE DE 2012

La Hallaca y El Zodíaco (1)



Casi cincuenta años después de su best seller “Los signos del Zodíaco y el carácter” (Taplinger Publishing Co.,Inc, Nueva York, 1968)la astróloga  Linda Goodman sorprende al mundo editorial con una originalísima obra en la que nuevamente profundiza en los signos solares para revelarnos de manera infalible, y ahora desde un ángulo insospechado, los más sutiles matices de la personalidad.
Mucho más sorprendente resulta para nuestro país esta obra de la señora Goodman, pues su circulación estará limitada a Venezuela dado que se propone revelarnos los caracteres de los venezolanos a través de su comportamiento frente a la joya más preciada de la mesa navideña, nuestra impar y exquisita hallaca,  de acuerdo al signo de zodíaco del comensal.
“La Hallaca y el Zodíaco” une a la originalidad de su enfoque, la virtud de ser el primer análisis dedicado por un estudioso del mundo astral a la “obra maestra de la cocina criolla” (Rosenblat dixit), que por décadas ha merecido las reflexiones de sociólogos, historiadores, afamados cocineros, economistas, filólogos y sobre todo decenas de gastroenterólogos.
Impactante el derroche de preciosismo utilizado en la confección de este libro de 17 X 10 x 3, es decir de formato cuadrilongo como el de la hallaca, que para complemento viene envuelto en papel verde, imitación casi exacta de las hojas de Musa Paradisíaca (ya sabemos es el mismo plátano, pero ante tanta delicadeza y excelencia editorial resulta literalmente vulgar nombrarlo así). En su próxima visita a una librería no se sorprenda de ver en un anaquel una hallaca intercalada entre los textos, tómela con confianza que es el libro de la señora Goodman con la apariencia que le ha dado esa ingeniosa estrategia comercial que a no dudarlo será muy exitosa, más entre nosotros que somos tan noveleros.
Para estas fechas decembrinas no puede ser más oportuna la aparición de esta obra que, a nuestro juicio, será de gran utilidad para aquellas jóvenes que con ocasión de estas fechas buscan explorar a fondo en la personalidad de quien a lo mejor el año próximo se convertirá en su consorte. Ofreceremos a continuación en estricto orden zodiacal un apretadísimo extracto de tan multisápido constructo.
ARIES: Con su proverbial vitalidad, acometerá la hallaca como si la cena navideña fuera un concurso de velocidad televisado. Será el primero en tomar la iniciativa, en un dos por tres cortará el pabilo, hará saltar las hojas y luego tratará de liderar la mesa: “¡Vamos todos con la tirita de tocino! ¡Ahora con las alcaparras!”. Se mantendrá hablando y hablando y llegará hasta citar de memoria, con prolijidad de ingredientes, gramos y porciones, la renombrada receta hallaquera de Don Armando Scannone. Piense bien si a usted le conviene una persona tan exhibicionista y dominante.
TAURO: Será fácil reconocerlo en la mesa por su actitud cerrada y silenciosa. Cabe esperar que muchas personas nacidas en mayo se parezcan a un toro: mentón prominente, dilatadas narices, echadas hacia atrás las orejas. La identificación con su signo puede llegar al punto de comer solamente hallacas vegetarianas. Tozudo como él solo, le advertirán: “¡Cuidado que está caliente!”, pero engullirá media hallaca de un bocado para enseguida comenzar a mover desesperadamente las quijadas arriba y abajo mientras brama, sopla y resopla, como un miura. ¿Una persona tan terca y golosa es su tipo?
GEMINIS: La personalidad dual de los nacidos bajo el signo de Castor y Pólux se manifestará plenamente ante la tentadora exuberancia de la hallaca venezolana. Tendrá siempre una lista en el plato y otra montada en la olla. Regido por el elemento aire, puede pasarse la noche soplándole secretos a la vecinita que le quedó al lado. Tras la cena, sus palabras se las llevará el viento. En su texto, la señora Goodman expresa categórica su opinión con una sola palabra: ¡Guillo!
CANCER: Fácilmente apreciables ante la presencia de nuestro grandioso pastel navideño serán los altibajos emocionales de los nacidos bajo el signo del cangrejo. “Siempre sincronizados con la luna responden a la misteriosa influencia lunar que rige el movimiento de las mareas”, afirma Goodman. Hoy, malhumorado, probará su hallaca y le dirá: “Qué lástima que al guiso le faltó un punto de dulce y que la tiras de gallina quedaron duras”. Mañana, exultante, probará otra hallaca con el mismo guiso y le dirá sonreído: “¿No ves? ¡Estas si te quedaron buenas!”. Pese a esos elogios, como buen cangrejo, su gran sueño es degustar algún día una hallaca de pepitonas. Mucha precaución a la hora de entablar una relación con personas de carácter tan voluble.
LEO: Todo comensal nacido bajo el signo del León exhibe en la mesa navideña muy buen diente. No se conformará con la hallaca, a la que despachará en dos o tres mordidas, como quien devora un Impala. Saltará alegremente entre el pernil, la ensalada, el pan de jamón y el dulce de lechosa como por una estepa africana. Sentimental incorregible, a la cuarta copa de vino llorará diciendo que su hallaca le hizo recordar las que prepara su mamá. Rugen pero son frágiles. Piénselo bien. (Continuará)
(Publicado en el diario Tal Cual el 8 de diciembre de 2012)

MARTES, 18 DE DICIEMBRE DE 2012

La Hallaca y El Zodíaco (y..2)



Como era de imaginarse, impulsada por la primera parte de esta reseña bibliográfica “La Hallaca y El Zodíaco”, la obra más reciente de la famosa astróloga Linda Goodman, ya es todo un éxito de ventas, un verdadero furor de librerías, lo cual registramos, dicho sea de paso, no porque estemos esperando contraprestación alguna pero… que se sepa, eh, que se sepa.
Tan impactante como su contenido lo ha sido su original presentación en las mismas dimensiones de una hallaca y envuelto en imitación de hojas de plátano, lo cual por cierto también ha ocasionado algunos lamentables percances, como el de una vecina que dejó el libro sobre la bandeja de hallacas listas para hervir y lo introdujo  en la olla.  Fue muy doloroso para mi amiga descubrir el ejemplar recién comprado flotando entre vapores como un repollo deshojado. Accidente típico de los piscianos, gente por lo general muy distraída.
Sin más preámbulos, continuamos con la síntesis sobre el análisis de los caracteres de los signos zodiacales según acometan el más exquisito condumio del arte culinario en Venezuela.
VIRGO: Organizado y meticuloso, lo primero que hará al llegar a la cena navideña será pedirle unas tijeras con la que cortará por un extremo las hojas de la hallaca y sacará el pastel por esa punta tal cual lo hace con los sobres postales. Aquellos mercurianos de marcada tendencia hipocondríaca desplegarán en la mesa una panoplia de antiácidos, antiflatulentos, facilitadores hepáticos y el infaltable Alurón para controlar el ácido úrico. Viven frustrados porque su piedra es el sardónice pero jamás ha visto una ni sabe donde encontrarla. Piense si usted es de quienes pueden convivir con estos exigentísimos personajes.
LIBRA: Los regidos por el signos de la balanza son de un carácter más desbalanceado de lo que cualquiera pueda imaginar. De propensión fastidiosa, si usted le ofrece una hallaca en cualquier región del país dirá que la mejor hoja para envolverla no es la de plátano sino la de bijao. Pero si la hallaca se la ofrecen en Maracaibo criticará la hoja de bijao porque “lo típico de verdad es la hoja de plátano”. A menudo indecisos, la pueden hacer esperar más de la cuenta.
ESCORPIO: No se confíe si lo ve llegar frente a la hallaca con expresión meditabunda, porque en cualquier momento levantará su aguijón contra algunos de sus compañeros de mesa. Desde un comienzo dejará ver su tendencia a los excesos con la comida y los buenos vinos, de manera que puede salirle caro. Trate de que no entable discusión en plena cena pues las personas de este signo solar muestran gran afición por el boxeo y el karate y pueden pagarla con los muebles. Ya lo sabe.
SAGITARIO: Por nada del mundo se le ocurra preguntarle a un centauro jupiteriano como le quedó su hallaca si no quiere oír una pesadez. Usted quedará frustrada y él seguirá disparando sus flechas, tan campante.  Si media entre sus ascendientes un signo solar de los cicateros no será raro verlos introducirse disimuladamente en el bolsillo del saco los pabilos de las hallacas para volverlos a utilizar el año que viene. O recoger las semillas de las aceitunas porque con ella piensa hacer unas maracas y hasta las hojas de hallacas cortadas por Virgo: dirá que engrapándole las puntas serán reusables.  Vivir con gente pichirre es de lo menos recomendable.
CAPRICORNIO: Piense bien si este invitado no ha llegado a su mesa como una cabra montesa siempre trepando y trepando. Además comerá refunfuñando: que si la masa está cuarteada porque no le echaron manteca Los Tres Cochinitos, que si  el encurtido es muy agrio o la alcaparra muy salada o que por qué la hallaca no tiene pimiento morrón. Oiga, qué fastidio.
ACUARIO: Frente a la hallaca más suculenta, como ante cualquier otra cosa, los acuarianos mostrarán su típica vaguedad, una expresión soñolienta y errabunda. Esta característica puede acentuarse si tienen un ascendente piscis o simplemente por estar enratonados, que en las navidades venezolanas puede llegar a ser el estado natural de los doce del Zodíaco. Resulta verdaderamente inquietante cuando se lanza a hacer preguntas a quemarropa. Por ejemplo: “¿Ese pernil es de Mercal?”.
PISCIS: “¿Qué? ¿Hallacas? ¿Pero ya estamos en diciembre? ¡Coño, este año se fue volando?”, estas preguntas dejarán al descubierto la faceta típicamente despistada de los hijos de Neptuno, a quien a menudo suelen ellos mismos confundirlo con Aquamán. Escucha al océano porque el océano le dice cosas, de allí que en plena cena haya que recordarle: “Que se te enfría la hallaca, chamo”. Sepa, entonces, que los del signo del pez pueden resultar como pareja unos verdaderos bacalaos.
Como puede apreciarse hasta lo aquí descrito, “La Hallaca y El Zodíaco” resulta un libro imprescindible para que las jóvenes casaderas no yerren el tiro a la hora de cazar pareja en el año que está por iniciarse y así se los recomiendo.
N. del. R.  Y para hallacas más felices la recomendación más importante: vaya a otra mesa decembrina, la de votación, e insista en mejorar el rumbo de los cosas. Allí no necesitará la ayuda de signos regentes, ni elementos ni designios de las estrellas: vaya y vote que allí el único astro será usted.  Feliz navidad, feliz año nuevo
(Publicado en el diario Tal Cual el domingo 15 de diciembre de 2012) 

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