Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

miércoles, 6 de agosto de 2014

¿CÓMO ERAN LAS ARAÑAS QUE, DE NIÑO, VENDÍA HUGO CHÁVEZ, EL ARAÑERO DE SABANETA? Casi todos los venezolanos conocen esa historia de las arañas de Chávez. Pero no todos saben cómo son, cómo eran, que aspecto tenían.

Tomado del blog "Con Farruco"




Hugo Chávez, de niño, en Sabaneta de Barinas, vendía por la calle y en la escuela los dulces de lechosa que preparaba su abuela Rosa Inés. Los llamaban arañas, por su forma. Y de ahí el nombre que él se da a sí mismo al rememorar aquellos tiempos: el arañero de Sabaneta.
Chávez se lo cuenta a Ignacio Ramonet que lo recoge en el libro MI PRIMERA VIDA:
“Ella (la abuela) preparaba unos dulces de lechosa. Yo incluso participaba en todo el proceso. Buscaba las lechosas, las tumbaba del árbol, las pelábamos, les retirábamos las semillas, les quitábamos la concha…Adán también ayudaba. Pero ella y yo éramos los emprendedores. (…)
Me gustaba aquello. Picaba la lechosa, la cortábamos en rodajas, en tiritas; y sobre una batea de madera las poníamos a secar; al día siguiente muy temprano, mi abuela preparaba una olla con agua y azúcar, echábamos todo ahí, hasta que se iba amelcochando aquello. Entonces ella las sacaba con un  tenedor, y sobre una mesa de madera iba poniendo montoncitos y montoncitos de aquellas tiritas que iban quedando como arañas pues”.
Casi todos los venezolanos conocen esa historia de las arañas de Chávez. Pero no todos saben cómo son, cómo eran, que aspecto tenían.
Bien, pues aquí están dos imágenes correspondientes a una de las arañas que me regaló este jueves en Barinas mi amiga Ninoska. Antes de comérmela le tomé un par de fotografías. No me quedaron muy buenas las fotos, en verdad, pero  doy fe de que la araña sí estaba sabrosísima. Una delicia de la gastronomía popular.

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