Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

sábado, 30 de agosto de 2014

La experiencia gastronómica, desde la complejidad, desde las lecturas, desde las vivencias, es a lo que debe aspirar un periodista dedicado a explicar la cultura de la comida".

CARPE VINUM

"El mercadeo y la publicidad son enemigos de la independencia..."

VLADIMIR VILORIA |  EL UNIVERSAL
sábado 30 de agosto de 2014  12:00 AM
Comunicar la gastronomía 
Hace poco, en el marco del Mesamérica 2014, Julio Villanueva Chang, editor de la revista Etiqueta Negra, afirmaba: "... hay una fatiga de notas e imágenes de comida. Estamos tan saturados de ella al punto de que su repetida exhibición en primer plano con el fin de excitarnos vuelve a veces este negocio una nueva especie de pornografía, donde no importa la historia, ni los conflictos, ni la complejidad, sino sólo decir qué rico... La experiencia gastronómica, desde la complejidad, desde las lecturas, desde las vivencias, es a lo que debe aspirar un periodista dedicado a explicar la cultura de la comida". 

Y abría así un debate. Veamos.

Los mejores cronistas gastronómicos en el mundo provienen de la filosofía, la historia, la sociología, la antropología, la literatura, el arte, y también, del periodismo. 

El problema está en el qué y el cómo se comunica. Una cosa es reseñar "noticiosamente" tendencias, productos, personajes, marcas, locales, etc., y otra asumir dudas razonables y plantearse preguntas sobre el valor real de lo que se reseña. 

La mayoría tiende hacia lo primero (la reseña "noticiosa"), por lo general siempre halagadora y complaciente, que a la crítica sana y constructiva. La sospecha, actitud necesaria a la hora de escribir, brilla por su ausencia. 

Sucede, además, que este comunicador, crítico o no, está sumergido, de una manera u otra, en el negocio mediático. Incluso y muchas veces, en el complicado mundo de las relaciones públicas. 

Su independencia es, por lo tanto, difícil, pues responde a intereses editoriales, bien sea como asalariado, o como dueño de su propio negocio. 

Posiblemente, el nuevo ámbito comunicacional abierto por el hecho digital -la llamada red 2.0, etc.- sea un rico escenario dispuesto a convertirse en un terreno libre para el diálogo periodístico más independiente y riguroso, de largo aliento, liberado de los intereses propios del negocio de la comunicación tradicional, siempre atrapado en el afán por la pauta publicitaria.

Es preciso no olvidar, también, que el cronista está en medio del llamado food business, donde también juegan duro cocineros, restauradores, marcas de tecnología culinaria y alimentaria y comercios de distribución. 

Quien comunica sobre culinaria y afines debería estar siempre atento a los intereses que se mueven en el negocio de los alimentos, y mantenerse al margen. 

El mercadeo y la publicidad son enemigos de la independencia a la hora de escribir inteligente y libremente. ¡Salud!

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