MUNDO GOURMET
"Yo compraría el 2010 y lo guardaría tres años, ya que sé que dará lo mejor de sí"
VANESSA BARRADAS | EL UNIVERSAL
sábado 12 de julio de 2014 12:00 AM
El paso del tiempo
Una de las dudas más frecuentes en cuanto al vino se refiere, tiene que ver con su duración en el tiempo. A veces cuando salimos a comprar en bodegones nos fijamos en el año notando que puede haber diferencias desde uno, dos y hasta cinco años tomando en cuenta el que está en curso. Allí vienen las preguntas ¿Qué vino está listo para tomar? ¿Cuál debemos guardar?
Recientemente estuve en una cata vertical de vinos, tipo de degustación busca analizar un mismo producto, misma bodega y mismas uvas, incluyendo su proceso de elaboración. La diferencia radica en el año, que son diferentes para ver su evolución en el tiempo. Esta metodología permite constatar cuánto dura y el momento ideal para degustar.
El protagonismo lo tuvo la bodega chilena Montes con su línea Montes Alpha de uva cabernet sauvignon. Estos vinos son tipo reserva y envejecieron 12 meses en barricas francesas antes de salir al mercado. Las diferencias entre los tres años catados fueron muy marcadas. A continuación las describiré:
Montes Alpha 2007. De borde granate claro, se percibieron en nariz notas balsámicas y piedra de fusil en cuanto a sensaciones minerales. En boca los taninos se notaron de manera suave y la duración en el paladar fue corta. Ya iba pasando su momento de consumo.
Montes Alpha 2008. Con solo un año de diferencia al anterior, la sorpresa fue muy grata. Se notaban notas lácteas de una fermentación maloláctica bien lograda, el granate era intenso, la fruta recordaba a la ciruela pasa y en boca los taninos eran ricos, redondos. Minutos después iba cambiando y daba paso a aromas especiados y caramelo. Para mí, este es el mejor momento para degustarlo.
Montes Alpha 2010. Este producto es el que está en anaqueles ahora, tiene un color púrpura oscuro y en nariz las notas a madera son intensas, así como de cacao y canela. También tiene típicos olores vegetales que provienen de la uva. Al degustarlo la astringencia es fuerte, nos da un vino seco y en mi opinión, acerca de manera magnifica a los amantes del clásico cabernet sauvignon chileno.
Mi conclusión sobre esta cata se pasea entre el momento ideal para tomar un vino y lo que dicta el mercado. Los dos primeros de la cata no están en venta, pero si vamos al gusto personal, el 2008 fue mi favorito. Yo compraría el 2010 y lo guardaría tres años, ya que con la experiencia vivida, sé que dará lo mejor de sí.
Finalmente la palabra clave en cuanto al paso del tiempo en los vinos es paciencia. Algunos son para guardar largos años, a otros les hace bien una media guarda y los más jóvenes, con poco más de un año de diferencia al que está en curso, son para tomar al instante. Todo es cuestión de atreverse a experimentar. ¡Salud!
Una de las dudas más frecuentes en cuanto al vino se refiere, tiene que ver con su duración en el tiempo. A veces cuando salimos a comprar en bodegones nos fijamos en el año notando que puede haber diferencias desde uno, dos y hasta cinco años tomando en cuenta el que está en curso. Allí vienen las preguntas ¿Qué vino está listo para tomar? ¿Cuál debemos guardar?
Recientemente estuve en una cata vertical de vinos, tipo de degustación busca analizar un mismo producto, misma bodega y mismas uvas, incluyendo su proceso de elaboración. La diferencia radica en el año, que son diferentes para ver su evolución en el tiempo. Esta metodología permite constatar cuánto dura y el momento ideal para degustar.
El protagonismo lo tuvo la bodega chilena Montes con su línea Montes Alpha de uva cabernet sauvignon. Estos vinos son tipo reserva y envejecieron 12 meses en barricas francesas antes de salir al mercado. Las diferencias entre los tres años catados fueron muy marcadas. A continuación las describiré:
Montes Alpha 2007. De borde granate claro, se percibieron en nariz notas balsámicas y piedra de fusil en cuanto a sensaciones minerales. En boca los taninos se notaron de manera suave y la duración en el paladar fue corta. Ya iba pasando su momento de consumo.
Montes Alpha 2008. Con solo un año de diferencia al anterior, la sorpresa fue muy grata. Se notaban notas lácteas de una fermentación maloláctica bien lograda, el granate era intenso, la fruta recordaba a la ciruela pasa y en boca los taninos eran ricos, redondos. Minutos después iba cambiando y daba paso a aromas especiados y caramelo. Para mí, este es el mejor momento para degustarlo.
Montes Alpha 2010. Este producto es el que está en anaqueles ahora, tiene un color púrpura oscuro y en nariz las notas a madera son intensas, así como de cacao y canela. También tiene típicos olores vegetales que provienen de la uva. Al degustarlo la astringencia es fuerte, nos da un vino seco y en mi opinión, acerca de manera magnifica a los amantes del clásico cabernet sauvignon chileno.
Mi conclusión sobre esta cata se pasea entre el momento ideal para tomar un vino y lo que dicta el mercado. Los dos primeros de la cata no están en venta, pero si vamos al gusto personal, el 2008 fue mi favorito. Yo compraría el 2010 y lo guardaría tres años, ya que con la experiencia vivida, sé que dará lo mejor de sí.
Finalmente la palabra clave en cuanto al paso del tiempo en los vinos es paciencia. Algunos son para guardar largos años, a otros les hace bien una media guarda y los más jóvenes, con poco más de un año de diferencia al que está en curso, son para tomar al instante. Todo es cuestión de atreverse a experimentar. ¡Salud!
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