Cierra el restaurante catalán que fundó Santi Santamaría
Can Fabes fue el primer local de Cataluña en lograr 3 estrellas Michelin
El local es "inviable económicamente" EFE
EL UNIVERSAL
viernes 19 de julio de 2013
Madrid.- Can Fabes, uno de los mejores restaurantes de España y del mundo, sobrevivió a la muerte de su fundador, el chef Santi Santamaría, pero ha sucumbido a la crisis. El 31 de agosto cerrará sus puertas el que fuese el primero en lograr tres estrellas Michelin para Cataluña.
Tristeza, pena e impotencia son las palabras que definen el estado de ánimo actual de la familia Santamaría-Serra, que se puso al frente del establecimiento después del fallecimiento del cocinero, en febrero de 2011 en Singapur, por un fallo cardiaco, según Efe.
Así lo dijo su hija Regina quien, junto con su madre, Àngels Serra, asumió la dirección del restaurante de Sant Celoni (Barcelona), mientras que su hermano Pau entró en los fogones.
Can Fabes, el sueño hecho realidad de Santamaría en su localidad natal, es inviable económicamente para mantener su nivel de excelencia, indica. "Hace un mes empezamos a creer que la búsqueda de socios podía ser la solución, pero con los tiempos que corren es difícil de encontrar".
No acumulan deudas "por respeto al personal" y para "terminar con la cabeza bien alta", pero el progresivo cierre de los otros negocios del grupo El Racó de Can Fabes y la situación económica del país han abocado a este final, muy lamentado en el ámbito gastronómico.
Regina Santamaría cree que, de vivir su padre, "seguramente no se habría llegado a esta situación". "Can Fabes era su joyita. Estaba en su momento de crecer, con proyectos nuevos en la cabeza. Siempre decimos que Can Fabes somos todos: equipo, proveedores y clientes, pero él era la insignia", dice.
Tristeza, pena e impotencia son las palabras que definen el estado de ánimo actual de la familia Santamaría-Serra, que se puso al frente del establecimiento después del fallecimiento del cocinero, en febrero de 2011 en Singapur, por un fallo cardiaco, según Efe.
Así lo dijo su hija Regina quien, junto con su madre, Àngels Serra, asumió la dirección del restaurante de Sant Celoni (Barcelona), mientras que su hermano Pau entró en los fogones.
Can Fabes, el sueño hecho realidad de Santamaría en su localidad natal, es inviable económicamente para mantener su nivel de excelencia, indica. "Hace un mes empezamos a creer que la búsqueda de socios podía ser la solución, pero con los tiempos que corren es difícil de encontrar".
No acumulan deudas "por respeto al personal" y para "terminar con la cabeza bien alta", pero el progresivo cierre de los otros negocios del grupo El Racó de Can Fabes y la situación económica del país han abocado a este final, muy lamentado en el ámbito gastronómico.
Regina Santamaría cree que, de vivir su padre, "seguramente no se habría llegado a esta situación". "Can Fabes era su joyita. Estaba en su momento de crecer, con proyectos nuevos en la cabeza. Siempre decimos que Can Fabes somos todos: equipo, proveedores y clientes, pero él era la insignia", dice.
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