Uso de antibióticos en aves de corral pone en riesgo a seres humanos
Aplicar pequeñas cantidades de fármacos a los animales propicia la aparición de superbacterias
Una investigación encontró que los fármacos no se usan solo para brotes de enfermedades, sino para promover el engorde
Un reciente informe enciende las alarmas: cinco de las principales empresas avícolas estadounidenses administran a sus pollos antibióticos mucho más penetrantes de lo que las autoridades suponen. Tal comportamiento representa un riesgo potencial para la salud humana.
De acuerdo con la información obtenida, las empresas Tyson Foods, Pilgrim’s Pride, Perdue Farms, George’s y Koch Foods utilizan de manera rutinaria una variedad de antibióticos, no solo cuando hay brotes de enfermedades sino durante gran parte de la vida de las aves.
El principal problema es que las dosis de los medicamentos son muy bajas, pero bastan para propiciar el desarrollo de superbacterias, bacterias que son resistentes a los medicamentos convencionales que se usan en las personas.
¿Y por qué usan este tipo de medicamentos? Porque está comprobado que ayudan a que las aves adquieran más volumen sin necesidad de comer más alimento.
Para la investigación, se sometió a revisión más de 320 documentos de las seis empresas avícolas más grandes de Estados Unidos de los últimos dos años. Se llaman “tickets de alimentación” y son emitidos por los molinos encargados de hacer la alimentación con la especificación solicitada por cada avícola. Cada uno tiene enumerado el nombre y gramos por tonelada de cada componente activo en un lote de alimento. Además, se detalla para cuál etapa de las seis semanas de vida del pollo debe ser usada.
Aunque el uso veterinario de antibióticos es legal en Estados Unidos y ha aumentado en las últimas décadas, los reguladores como la Oficina de Alimentos y Medicamentos (FDA) no tienen control sobre cómo se administran en cada granja: la cantidad por dosis, los fines de uso ni por cuánto tiempo.
Peligro latente
Solo 10% de los tickets de alimentación contiene antibióticos considerados de importancia médica. No obstante, especialistas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) aseguran que el uso de cualquier tipo de antibiótico -no solo los de importancia médica- contribuye a la resistencia médica.
Cuando se administra un antibiótico las bacterias más débiles son eliminadas, mientras que las más fuertes sobreviven y se reproducen.
“Esto podría ser una pieza más grande de lo que se pensaba en el problema de la resistencia a antibióticos”, señaló Donald KEnnedy, excomisionado de la FDA.
Un reciente informe enciende las alarmas: cinco de las principales empresas avícolas estadounidenses administran a sus pollos antibióticos mucho más penetrantes de lo que las autoridades suponen. Tal comportamiento representa un riesgo potencial para la salud humana.
De acuerdo con la información obtenida, las empresas Tyson Foods, Pilgrim’s Pride, Perdue Farms, George’s y Koch Foods utilizan de manera rutinaria una variedad de antibióticos, no solo cuando hay brotes de enfermedades sino durante gran parte de la vida de las aves.
El principal problema es que las dosis de los medicamentos son muy bajas, pero bastan para propiciar el desarrollo de superbacterias, bacterias que son resistentes a los medicamentos convencionales que se usan en las personas.
¿Y por qué usan este tipo de medicamentos? Porque está comprobado que ayudan a que las aves adquieran más volumen sin necesidad de comer más alimento.
Para la investigación, se sometió a revisión más de 320 documentos de las seis empresas avícolas más grandes de Estados Unidos de los últimos dos años. Se llaman “tickets de alimentación” y son emitidos por los molinos encargados de hacer la alimentación con la especificación solicitada por cada avícola. Cada uno tiene enumerado el nombre y gramos por tonelada de cada componente activo en un lote de alimento. Además, se detalla para cuál etapa de las seis semanas de vida del pollo debe ser usada.
Aunque el uso veterinario de antibióticos es legal en Estados Unidos y ha aumentado en las últimas décadas, los reguladores como la Oficina de Alimentos y Medicamentos (FDA) no tienen control sobre cómo se administran en cada granja: la cantidad por dosis, los fines de uso ni por cuánto tiempo.
Peligro latente
Solo 10% de los tickets de alimentación contiene antibióticos considerados de importancia médica. No obstante, especialistas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) aseguran que el uso de cualquier tipo de antibiótico -no solo los de importancia médica- contribuye a la resistencia médica.
Cuando se administra un antibiótico las bacterias más débiles son eliminadas, mientras que las más fuertes sobreviven y se reproducen.
“Esto podría ser una pieza más grande de lo que se pensaba en el problema de la resistencia a antibióticos”, señaló Donald KEnnedy, excomisionado de la FDA.
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