Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

sábado, 13 de septiembre de 2014

Una alimentación sana, con porciones más pequeñas y equilibradas, y la práctica de ejercicio son factores decisivos para mantener una vida saludable y más feliz, según expertos reunidos en Buenos Aires, que coincidieron en diagnosticar el fracaso de las dietas tradicionales.

El Carabobeño 12 septiembre 2014

Reducir las comidas y más ejercicio, claves de una vida saludable

Los expertos coincidieron en la necesidad de combatir el sedentarismo. (Foto Archivo)
EFE
Una alimentación sana, con porciones más pequeñas y equilibradas, y la práctica de ejercicio son factores decisivos para mantener una vida saludable y más feliz, según expertos reunidos en Buenos Aires, que coincidieron en diagnosticar el fracaso de las dietas tradicionales.
Cerca de 200 académicos, médicos y deportistas han participado en el Simposio Vida Activa y Saludable de la Serie Científica Latinoamericana, que durante dos días ha analizado aspectos relacionados con la alimentación, el ejercicio, la felicidad e incluso la hidratación en la calidad de vida de las personas.
Los expertos coincidieron en la necesidad de combatir el sedentarismo, que causa unos 3 millones de muertes al año en todo el mundo, inculcar hábitos saludables desde la infancia y dejar claro que no hay alimentos buenos y malos ni dietas milagrosas.
Paul Rozin, miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, fue contundente al afirmar que "simplemente la dietas no funcionan" y consideró que el secreto de la buena alimentación está en disfrutar de la comida en las cantidades adecuadas.
"No hay que reducir el placer que implica comer, que los alimentos sean desabridos con tal de que sea saludable o menos calóricos", sino "encontrar la medida adecuada en las porciones para poder disfrutar de la comida, sin que ello se traduzca en un aumento de peso", dijo.
El factor cultural es determinante, agregó, como demuestran estudios realizados sobre los hábitos alimenticios de franceses y estadounidenses.
Los franceses tienen dos años más de expectativa de vida, tienen buen paladar y no sacrifican los alimentos calóricos, mientras que los estadounidenses tienden a elegir comida sin sabor pero con menos calorías y, aún así, Francia tiene la mitad de población obesa que Estados Unidos.
La razón: la ración media de comida en París es de 277 gramos frente a los 346 gramos de media en Washington, es decir, un 25 por ciento más.
La clave está en reducir las porciones, una estrategia fundamental en un mundo en el que 842 millones de personas no reciben comida, mientras 500 millones son obesos, añadió.
También la especialista argentina Mónica Katz consideró que las dietas han fracasado porque "prohibir no sirve" y apostó por fomentar el "autocontrol", "comer sin demonizar" y fomentar "incentivos" a las prácticas saludables, como el deporte.
La lucha contra el sedentarismo centró buena parte del simposio, donde los expertos subrayaron la necesidad de frenar una "pandemia" que absorbe entre el 2 y el 12 por ciento del presupuesto de los sistemas nacionales de salud.
La reducción de sólo un 25 % del sedentarismo evitaría al año 1,3 millones de muertes en el mundo, cerca de 679.000 en América, según el experto estadounidense Michael Pratt.
La canadiense Margo Mountjoy abogó por introducir "cambios en el comportamiento" de los niños para conseguir una generación más activa, reducir los desplazamientos motorizados, la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos.

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