Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 21 de septiembre de 2014

Cinco comensales van a un restaurante, pagan y evalúan.

ADRIANA GIBBS


Mesa para 5 en El Cine

Cinco comensales van a un restaurante, pagan y evalúan.

REvista Estampas de "El Universal" por ADRIANA GIBBS  |  imagen: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | 
DOMINGO 21 DE SEPTIEMBRE DE 2014


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Amplio, integrado por varios ambientes modernamente decorados. Agradable y con adecuada iluminación. Podría decirse que es un lugar de carácter femenino por su atmósfera, su carta de cocteles junto a un menú de bocados de ligereza.

Al sentarse a la mesa llega el menú en una tablet amable de manejar. Hay variedad de opciones (servidas en platos pequeños) que invitan a los comensales a probar un poco de todo.

Bajo el concepto de comida para compartir, traído de otros países, ofrecen tartares, cebiches, tex-mex, makis, temakis y nigiris, entre otros. Gustaron los dátiles rellenos y el sushi. Los platos llegaron en los tiempos correctos y bien presentados.

El servicio, a cargo de jóvenes sin formación en el oficio, es marcadamente impersonal. Poco atento y distante (nadie, por ejemplo, se acercó a preguntar qué nos había parecido la comida). Para el agua, el vino y el pago de la cuenta, entre otras necesidades, el cliente tiene que estar detrás del personal y sus encargados. Parecieran acostumbrados a la clientela que se conforma con "comer ambiente".

La carta de vinos es escasa  y no se corresponde con el menú. A esto se suma el hecho de no tener algunos de los vinos que proponen en la carta (otro detalle: enfrían las copas de espumoso en la nevera y así llegan a la mesa). No ofrecen servicio de descorche.

Se advierte: precios muy altos. Su relación calidad-precio deja mucho que desear.

Fortalezas: Su decoración, algunos de sus platos y su variada coctelería. Que tengan valet parking se agradece en El Hatillo.

Debilidades: El servicio y la atención al comensal requieren afinarse. La carta de vinos y destilados debería ofrecer más opciones.

Coordenadas: El Hatillo, Calle Comercio, entre Sucre y Bella Vista (frente a la Plaza Sucre).

Consumo promedio por persona: Bs 3.000.

Puntuación (del 1 al 10):



Evaluación de 1 a 10

De 1 a 2: Con carencias
De 3 a 5: Aceptable, pero irregular
De 6 a 7: Bueno, recomendable
De 8 a 10: Muy bueno

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