Fin de una excelente vendimia
En el trópico, a diferencia de zonas climáticas en las que se suceden cuatro estaciones al año, las temperaturas altas, por encima de 20 °C, durante todo el año permite a la vid mantenerse en crecimiento continuo, lo que permite obtener dos y hasta tres cosechas por año. La fecha de poda determina la fecha de la próxima cosecha y se puede seleccionar la época de mejores condiciones climáticas para el desarrollo del ciclo vegetativo y del proceso de maduración de las uvas.
En Altagracia, localidad del estado Lara, los meses de julio y agosto de este año transcurrieron con unas condiciones climáticas extraordinarias: ausencia casi total de lluvias, días largos y secos con mucha luz y radiación solar, y temperaturas diurnas máximas de unos 32°C y noches frescas con temperaturas mínimas alrededor de los 20°C. Estas condiciones, acompañadas de rendimientos moderados, permitieron la obtención de uvas de muy buena calidad que, con una dedicada elaboración, pudieran transformarse en excelentes vinos.
La elaboración se inició con la decisión de vendimia tomada por los enólogos, profesionales de la vinificación, cuando las uvas lograron el equilibrio entre azúcares, ácidos, compuestos aromáticos y estructurales, en armonía con sabores y aromas.
Con una vendimia temprana se obtuvieron vinos blancos suaves de aroma, de alta acidez y ligeros en alcohol, especiales para elaborar vinos espumosos de segunda fermentación en botella, utilizando el MéthodeTraditionnelle. Para el blanco clásico se vendimió un poco más tarde, con uvas de mayor contenido de aromas, azúcares, compuestos aromáticos y una equilibrada acidez. En las cepas como Sauvignon y Muscat D´PetitGrain se logró vendimiar con el mayor contenido de finos aromas varietales y, con un mínimo de aromas herbáceos. En las cepas tintas se aprovechó la larga longitud de los días, con alta radiación, para realizar una vendimia ligeramente tardía en la que se obtuvieron uvas de alta gradación de azúcar y mucho sabor, con un alto contenido de taninos y antocianos.
Para todos los casos, la utilización del análisis organoléptico de las uvas, hasta lograr la “madurez enológica”, fue determinante. Con las características de calidad de las uvas obtenida en esta excelente vendimia, que finalizó el pasado mes de agosto, se pueden predecir vinos de una gran tipicidad, complejidad aromática y excelente estructura.
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