Al horno y salpimentada la col rizada es un bocado gourmet
En Caracas aumenta el interés por la hortaliza que comercializa Mi Barranco, empresa familiar que sólo la ofrece por pedido y la entrega a domicilio
Horneada, rociada con aceite de oliva y salpimentada, la hoja de la col rizada es un bocado gourmet, asegura Carlos Raúl Gil, que la ofrece fresca, por pedido, la entrega a domicilio en tres municipios caraqueños Chacao, Baruta y Sucre y afina planes para hacerla llegar más lejos.
La col rizada kale en inglés, nombre por el que más se le conoce, al menos en Caracas es el producto bandera de Mi Barranco, empresa familiar que también ofrece espinaca, rúgula, célery, berro, lechuga romana, perejil, rábano, cebollín, cilantro, romero y echalotes. Crecen en tierras abonadas naturalmente, con poco fertilizante y sin pesticidas, y su entrega se hace 12 horas después de cosechadas.
"Más frescas imposible", afirma Gil, que agrega a la lista huevos de gallinas "felices", criadas en libertad y alimentadas de forma natural. Mi Barranco agrega es 90% orgánica; no digo que lo es 100% porque usamos fertilizantes.
Alonso Gil está a la cabeza del negocio, que comenzó como un entretenimiento. "A mi papá siempre le gustó la tierra", dice el hijo, que comparte el diseño industrial con el mercadeo de los productos de la finca, que también usan Beatriz y Carolina, su madre y su hermana, "excelentes cocineras", en la elaboración de productos que solo esperan por pruebas para salir al mercado.
Coma, restaurante localizado en Sebucán, es el único local que vende en Caracas los productos frescos de Mi Barranco. "Usamos los vegetales y los huevos en la elaboración de varios platos del menú", afirma Juan Ignacio Salas, chef del local, quien reconoce que la oferta de col rizada aún no es suficiente como para protagonizar platos por ejemplo, ensalada, mezclada con rúgula, berro, repollitos de Bruselas y queso feta pero sí para ofrecer un batido en el que se le combina con piña, fresa, cambur y naranja, "que ha resultados un verdadero éxito".
La col rizada kale en inglés, nombre por el que más se le conoce, al menos en Caracas es el producto bandera de Mi Barranco, empresa familiar que también ofrece espinaca, rúgula, célery, berro, lechuga romana, perejil, rábano, cebollín, cilantro, romero y echalotes. Crecen en tierras abonadas naturalmente, con poco fertilizante y sin pesticidas, y su entrega se hace 12 horas después de cosechadas.
"Más frescas imposible", afirma Gil, que agrega a la lista huevos de gallinas "felices", criadas en libertad y alimentadas de forma natural. Mi Barranco agrega es 90% orgánica; no digo que lo es 100% porque usamos fertilizantes.
Alonso Gil está a la cabeza del negocio, que comenzó como un entretenimiento. "A mi papá siempre le gustó la tierra", dice el hijo, que comparte el diseño industrial con el mercadeo de los productos de la finca, que también usan Beatriz y Carolina, su madre y su hermana, "excelentes cocineras", en la elaboración de productos que solo esperan por pruebas para salir al mercado.
Coma, restaurante localizado en Sebucán, es el único local que vende en Caracas los productos frescos de Mi Barranco. "Usamos los vegetales y los huevos en la elaboración de varios platos del menú", afirma Juan Ignacio Salas, chef del local, quien reconoce que la oferta de col rizada aún no es suficiente como para protagonizar platos por ejemplo, ensalada, mezclada con rúgula, berro, repollitos de Bruselas y queso feta pero sí para ofrecer un batido en el que se le combina con piña, fresa, cambur y naranja, "que ha resultados un verdadero éxito".
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