Sofía Loren y su amor por la COCINA
El prestigioso crítico y periodista culinario, Cristino Álvarez , conocido como Caius Apicius, en su intervención en la presentación , en diciembre de 2011, en la Eukal Etxea (Casa Vasca de Madrid) de la reedición del libro de la Marquesa de Parabere, “Conservas Caseras “tuvo una intervención inolvidable por su certero análisis del la obra de Doña María Mestayer y también de la situación actual de la Cocina Española. Su intervención completa se puede obtener en la página web de la marquesa de Parabere (www.parabere.com).
En esta intervención al referirse a la proliferación de libros de cocina escritos por personajes del famoseo nacional , dijo lo siguiente: “Por otro lado, en relación con los libros firmados (aquí sí es lo único que han hecho, poner el nombre) del famoseo, es cosa aparte . Perdónenme, pero no entiendo a quién puede interesar un libro de recetas firmados por algunos de estos ciudadanos habituales a los llamados “reality shows”. La verdad es que sólo he conocido un libro de alguien famoso que valiera la pena, y fue el que sacó hace años, Sofía Loren que sabía bien lo que hablaba. Lo demás….”.Una aseveración procedente de una persona como Caius Apicius es de tener muy en cuenta.
Hablar de todo un mito; como Sofía Loren, es referirse , a una gran actriz contrastada con grandes películas, como mujer excepcional y un icono de belleza . Sofía, además, tiene otra gran cualidad, que como su amor y bien hacer culinario, se ha convertido en una gran cocinera
Sofía Loren ha publicado dos libros en que mezcla su saber culinario con su vida. En 1971 publicó su libro más conocido “In cucina con amore” , traducido en España como “Yo, en la cocina”, dedicado a su abuela materna que fue su maestra culinaria.
Escribió su segundo libro en 1998, con el nombre de Sofía Loren, Recetas y recuerdos.
Escribió su segundo libro en 1998, con el nombre de Sofía Loren, Recetas y recuerdos.
El primer libro , escrito durante la larga espera que precedió al nacimiento de su hijo y que comenzó como un juego y sin ánimo de publicarlo y ella misma reflexiona de esta forma . “para pensar en escribir un libro como este eran necesarias dos cosas: tiempo y amor por la cocina. Respecto al primero , entre un filme y otro , siempre he dispuesto de poco; en cuanto al segundo , en cambio , tuve y tengo muchísimo, pero con un inconveniente : la obligación de poner freno para no correr el riesgo de estropearme la línea.
Primavera, verano y otoño de 1968. Me encontraba en Ginebra, prisionera voluntaria en un apartamento del piso 18 del Hotel intercontinental. Muchas veces las nieblas bajas borraban la ciudad ante mis ojos y me parecía hallarme suspendida en el cielo, en un universo que sólo yo habitaba. Yo y mi gran esperanza, que me ayudaba a vencer el tedio del aislamiento. Los médicos me habían aconsejado que evitara todo trabajo y había concentrado mi vida en una cosa que me importaba: tener un hijo .¿ Qué hacer para llenar las interminables horas de forzado ocio y aliviar la angustia de cada minuto?. Con mi fiel secretaria empezamos a manipular en la cocina. Primero, casi como una diversión, después como una rutina diaria, Eché mano de todos mis recuerdos de infancia, a los de mis viajes, las enseñanzas de muchos cocineros y, poco a poco, mis notas se acumularon en un cuaderno de cocina.
Primavera, verano y otoño de 1968. Me encontraba en Ginebra, prisionera voluntaria en un apartamento del piso 18 del Hotel intercontinental. Muchas veces las nieblas bajas borraban la ciudad ante mis ojos y me parecía hallarme suspendida en el cielo, en un universo que sólo yo habitaba. Yo y mi gran esperanza, que me ayudaba a vencer el tedio del aislamiento. Los médicos me habían aconsejado que evitara todo trabajo y había concentrado mi vida en una cosa que me importaba: tener un hijo .¿ Qué hacer para llenar las interminables horas de forzado ocio y aliviar la angustia de cada minuto?. Con mi fiel secretaria empezamos a manipular en la cocina. Primero, casi como una diversión, después como una rutina diaria, Eché mano de todos mis recuerdos de infancia, a los de mis viajes, las enseñanzas de muchos cocineros y, poco a poco, mis notas se acumularon en un cuaderno de cocina.
Un día fue a verme uno de mis amigos más queridos, el escenógrafo Basilio Franchina, vio aquellas anotaciones. Las leyó , se las llevó a otro amigo , experto gastrónomo, periodista y escritor Vincenzo Buonassisi. Me dijeron que ya tenía material para un libro de recetas culinarias, me animaron y me ayudaron a complementarlo para los efectos editoriales.
Sus recetas, algunas de su abuela, están asociadas a momentos felices, nos hablan del amigo con quien degustó un plato, de la película en que trabajaba cuando aprendió otro…. A Sofía le gusta cocinar y lo hace con alegría que proporciona el placer de realizar una obra bien hecha. Porque de lo que no cabe la menor duda es de que Sofía Loren es una excelente cocinera . Cuando invita a sus amigos, les ofrece un menú en el que por lo menos uno de los platos , ha sido realizado por ella misma.
Las 250 recetas que recopila este libro constituyen una notable selección de la cocina italiana e internacional.
En el capítulo inicial “La mesa y su ambiente” está escrito con espontaneidad y ternura muestra sus opiniones y reflexiones sobre aspectos como: pensando en el invitado, lo genuino y la fantasía, , la etiqueta y el humo , la etiqueta y las manos, cuando los invitados son muchos, también la vista tiene su parte, los vinos, el sabor inefable, el marido en la cocina y mi marido es un involtino.( plato favorito de la Loren). Me recuerda, salvando el tiempo y las circunstancias, lo que decía la Marquesa de Parabere en relación con el cuidado y esmero de todo lo concerniente a la mesa. En su obra escrita y especialmente en la inédita, ya dedica todo un libro, reflexiona de la importancia de lo que rodea a la mesa, al ambiente, a los anfitriones y comensales
En el capítulo inicial “La mesa y su ambiente” está escrito con espontaneidad y ternura muestra sus opiniones y reflexiones sobre aspectos como: pensando en el invitado, lo genuino y la fantasía, , la etiqueta y el humo , la etiqueta y las manos, cuando los invitados son muchos, también la vista tiene su parte, los vinos, el sabor inefable, el marido en la cocina y mi marido es un involtino.( plato favorito de la Loren). Me recuerda, salvando el tiempo y las circunstancias, lo que decía la Marquesa de Parabere en relación con el cuidado y esmero de todo lo concerniente a la mesa. En su obra escrita y especialmente en la inédita, ya dedica todo un libro, reflexiona de la importancia de lo que rodea a la mesa, al ambiente, a los anfitriones y comensales
Si duda un claro ejemplo el de Sofía Loren de cómo un famoso es reconocido en el campo culinario. Es difícil, pero como dice Caius Apicius, muy difícil concentrar las cualidades, de conocimiento, de amor, sensibilidad, tenacidad y bien hacer necesarios para ser un gran cocinero. Estas reflexiones deberían hacerse por parte de algunos famosos antes de emprender su aventura culinaria.
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