Llegó la hora del dulce
Algunos restaurantes permiten al comensal acercarse en las tardes a disfrutar sólo del postre.
Helados artesanales con toppings criollos en Amapola (Cortesía @AMAPOLA_REST)
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
sábado 26 de marzo de 2016 11:16 AM
A veces provoca comerse un postre en un restaurante sin tener que cumplir con el ritual de sentarse a almorzar o cenar, pero en el ambiente grato que suponen estos lugares.
Afortunadamente, algunos restaurantes de Caracas han contemplado esa opción, la de permitir al comensal que se acerque sólo a pedir postre. Entre ellos están Amapola y Casa Bistró -ambos en Los Palos Grandes-, Coma Cuisine en Sebucán y Gourmet54 en Paseo Las Mercedes, que aunque es más un bodegón que sirve comidas ligeras, tiene sitio aparte para las dulzuras de Azucart.
Amapola tiene toda una logística para complacer al dulcero. En su terraza, a la vereda de la primera avenida de Los Palos Grandes, sirven sus postres criollos como las tortas María Luisa, de guanábana, de coco, quesillo y, si hay suerte, el dulce de paleta caroreña, entre otros, realizados con la sapiencia de sus chefs, Irina Pedroso, Mercedes Oropeza y Daniel Saldivia.
Pero en Amapola hay algo más, original y delicioso: Dentro del restaurante está la heladería criolla La Principal.
Son helados naturales, hechos en el propio restaurante, con una variedad insólita de toppings. Mientras que cualquier heladería salpica los helados con lluvia de maní, de chocolate o sirop de cualquier cosa, en La Principal optan por coquitos de colores, higos confitados, dulcitos de guayaba, pedacitos de marquesa, almidoncitos y minisuspiros. El helado más pedido es el de melcocha, pero también hay de vainilla y frutas como coco, mango, tomate de árbol, según la estación.
Casa Bistró, en la tercera avenida de Los Palos Grandes, es otro restaurante famoso por sus postres. Las redes sociales están llenas de alabanzas a su torta de queso criolla con delicada de guayaba, su torta de pan y su Cacao 5 (con un quinteto de chocolates diferentes). El menú rota majarete, negro en camisa, golfeados y torta desnuda de guanábana entre otra tanda de postres cuya hechura guía el chef Francisco Abenante.
En Coma Cuisine los postres tienen su propia vitrina. Se pueden comprar para llevar pero también para disfrutar, a cualquier hora, en su agradable y segura terraza, un plus del local. Hay gran variedad de postres franceses y tortas criollas como la caraqueña de queso, además de granjerías como ojos de tigre con chocolate, suspiros con baño de chocolate y financieros. Está en el centro comercial Sebucán, entre Los Palos Grandes y Los Chorros.
En Gourmet54, en Paseo Las Mercedes, los postres corren por cuenta de la marca Azucart de la chef pastelera Leonor Zambrano. La oferta es muy variada pero los más pedidos son la tartaleta de frutos rojos y el Grand Mere de chocolate, una torta bastante densa e intensa de cacao, similar al fondant.
@sobreelmantel
Afortunadamente, algunos restaurantes de Caracas han contemplado esa opción, la de permitir al comensal que se acerque sólo a pedir postre. Entre ellos están Amapola y Casa Bistró -ambos en Los Palos Grandes-, Coma Cuisine en Sebucán y Gourmet54 en Paseo Las Mercedes, que aunque es más un bodegón que sirve comidas ligeras, tiene sitio aparte para las dulzuras de Azucart.
Amapola tiene toda una logística para complacer al dulcero. En su terraza, a la vereda de la primera avenida de Los Palos Grandes, sirven sus postres criollos como las tortas María Luisa, de guanábana, de coco, quesillo y, si hay suerte, el dulce de paleta caroreña, entre otros, realizados con la sapiencia de sus chefs, Irina Pedroso, Mercedes Oropeza y Daniel Saldivia.
Pero en Amapola hay algo más, original y delicioso: Dentro del restaurante está la heladería criolla La Principal.
Son helados naturales, hechos en el propio restaurante, con una variedad insólita de toppings. Mientras que cualquier heladería salpica los helados con lluvia de maní, de chocolate o sirop de cualquier cosa, en La Principal optan por coquitos de colores, higos confitados, dulcitos de guayaba, pedacitos de marquesa, almidoncitos y minisuspiros. El helado más pedido es el de melcocha, pero también hay de vainilla y frutas como coco, mango, tomate de árbol, según la estación.
Casa Bistró, en la tercera avenida de Los Palos Grandes, es otro restaurante famoso por sus postres. Las redes sociales están llenas de alabanzas a su torta de queso criolla con delicada de guayaba, su torta de pan y su Cacao 5 (con un quinteto de chocolates diferentes). El menú rota majarete, negro en camisa, golfeados y torta desnuda de guanábana entre otra tanda de postres cuya hechura guía el chef Francisco Abenante.
En Coma Cuisine los postres tienen su propia vitrina. Se pueden comprar para llevar pero también para disfrutar, a cualquier hora, en su agradable y segura terraza, un plus del local. Hay gran variedad de postres franceses y tortas criollas como la caraqueña de queso, además de granjerías como ojos de tigre con chocolate, suspiros con baño de chocolate y financieros. Está en el centro comercial Sebucán, entre Los Palos Grandes y Los Chorros.
En Gourmet54, en Paseo Las Mercedes, los postres corren por cuenta de la marca Azucart de la chef pastelera Leonor Zambrano. La oferta es muy variada pero los más pedidos son la tartaleta de frutos rojos y el Grand Mere de chocolate, una torta bastante densa e intensa de cacao, similar al fondant.
@sobreelmantel
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